¡El pasado siempre vuelve!
Orange is the new black, serie televisiva norteamericana de éxito, ya va por su segunda temporada. La serie está basada en el caso real de [Enlace retirado], que fue condenada a pasar 15 meses en prisión por los delitos de tráfico de drogas y blanqueo de dinero, cometidos más de diez años atrás. Kerman, una treintañera de clase acomodada, poco podía imaginar que el pasado llamaría a su puerta en la forma de dos agentes federales para jugarle una mala pasada.
Tras su graduación, la joven Piper estableció una relación sentimental con Nora, una traficante de drogas y se vio involucrada en los turbios negocios de su amante. En 1998, con una vida laboral satisfactoria y estable y a punto de casarse, Piper fue detenida, juzgada y condenada por los errores cometidos en el pasado, pero tuvo que esperar seis años la ejecución de la sentencia. En 2004, cumplió condena durante 15 meses en una prisión federal de mujeres y de la experiencia surgió un libro: Orange is the new black. Crónica de mi año en una prisión federal de mujeres, y una serie televisiva.
Piper Kerman, que en la serie toma el nombre de Piper Chapman, relata en su libro cómo “la experiencia la ayudó a madurar como persona. La autora sostiene que “las prisiones deberían ser la última opción y nadie debería acabar allí por un delito menor” y analiza de manera crítica el sistema penitenciario actual y los centros de reinserción social, lugares oscuros y desconocidos para nuestra sociedad occidental. La serie, a medio camino entre el drama y la comedia, refleja también la rutina diaria de las reclusas y sus problemas cotidianos, y dinamita los clichés de género al demostrarnos que cada mujer es única e irrepetible.
La autora trabaja actualmente con diversas ONG que ayudan a mujeres en situaciones de riesgo, pues considera que “es importante resolver cualquier problema en tiempo presente para evitar que el pasado vuelva para ajustar las cuentas”.
Canal+ emite Orange is the new black los domingos a las 00:30.
¡No os la perdáis!