Entrevistas Novela Negra

Entrevista a Patricia Gibney, autora de “No digas nada”

Patricia Gibney

Patricia Gibney nació en Mullingar, condado de Westmearth (Irlanda), donde ha vivido toda su vida. Es viuda y madre de tres hijos, igual que su personaje, la inspectora detective Lottie Parker, que ha adquirido fama internacional en tiempo récord.

La autora quiso ser escritora desde su adolescencia, tras leer a Enid Blyton y Carolyn Keene, y, tras la repentina muerte de su marido en 2009, decidió refugiarse en la escritura para lidiar con la pérdida. Durante años asistió a cursos de escritura y se unió al Irish Writers Centre para adentrarse en el mundo literario de forma profesional. Los libros protagonizados por la inspectora Lottie Parker (una especia de alter ego de Patricia Gibney) se han convertido en best sellers en Reino Unido, Estados Unidos, Canada y Australia y han convertido a su creadora en la nueva sensación de la novela policíaca internacional.

¿Cuándo empezaste a escribir? Cuéntanos como fueron tus inicios en la literatura.

A mi marido le diagnosticaron un cáncer en 2009 y en tres meses falleció. Fue un momento muy traumático. Me quedé sola con tres hijos adolescentes y tuve que dejar mi trabajo en el que había estado veintisiete años. Durante año y medio lo pasé muy mal, empecé a escribir como forma de terapia y ahí encontré a Lottie Parker. Tardé cinco años en escribir el primer libro de la serie y ese tiempo lo invertí en desarrollar el personaje de Lottie y su historia.

Desde siempre fui una ávida lectora. Mi padre escribía poesías y yo estaba inmersa en el mundillo literario. Escribí mi ópera prima hace veinticinco años en un ordenador que hoy sería una antigualla, pero esta novela nunca verá la luz. Fue mucho más tarde, a partir de 2009, cuando tuve más tiempo para dedicarme a la escritura.

¿Y por qué escribir novela negra?

Me gusta leer novela policíaca desde que era muy joven: saber cómo se construye la historia, los personajes, la estructura… y lo que más me atrae son las series de crímenes, como las que escribe Lee Child con su personaje, Jack Reacher. Confieso que la novela negra fue mi primer amor y, aunque a veces hago incursiones en otros géneros, siempre acabo volviendo a mis orígenes.

Relato corto o novela, ¿qué prefieres?

Me siento más cómoda con la novela, pues me parece muy difícil el relato corto. He participado y he ganado algún concurso de relatos, pero me gusta escribir historias extensas y para eso necesito la novela.

En 2017 publicaste. con gran éxito, tu primera novela policíaca, Los niños desaparecidos (The missing ones), protagonizada por la inspectora detective Lottie Parker. A esta le han seguido seis novelas más (cuatro de ellas traducidas al español). La última, No digas nada. ¿Es la primera vez que presentas una novela en Barcelona y participas en la BCNegra?

Es la primera vez que participo en la BCNegra, pero no la primera vez que visito Barcelona. Estuve aquí hace siete años con una amiga y recorrimos la ciudad entera con los buses turísticos. Después volví en septiembre de 2018 para promocionar Los niños desaparecidos, la primera novela de la serie de Lottie Parker, publicada por Principal de los Libros.

Tu protagonista, Lottie Parker, perdió a su marido hace unos años y vive con sus tres hijos, Katie, Chloe y Sean. Tú también tienes tres hijos y perdiste a tu marido en 2009. ¿Podemos encontrar más similitudes entre autora y personaje? ¿Te has inspirado en personas reales para escribir tus historias?

Parte de cómo se siente Lottie Parker es como yo misma me sentía tras la muerte de mi marido y me inspiré en mis hijos adolescentes, en su forma de actuar y de reaccionar para crear a los hijos de mi protagonista. Mi propio hijo se refleja en Sean, el hijo de Lottie, porque pasó por ciertas cosas que también le ocurren a ese personaje.

En mi trabajo, antes de convertirme en escritora, yo era muy perfeccionista. Lottie es lo contrario, pero consigue llevar a cabo muchas cosas. Yo la veo como un alter ego, porque me gustaría tener el carácter de Lottie y alcanzar los mismos éxitos profesionales, aunque el personaje no sea tan perfeccionista como yo era. Lottie sería como un alter ego, sí, pero no se refleja en las novelas de esa forma tan paralela.

En cuanto al resto de personajes, no están basados directamente en personas reales, pero sí en ciertas características de gente que me gusta o que no me gusta. Fui creando mi propio Frankenstein y lo adapté a cada personaje. Visto de ese modo sí que me inspiré en personas reales, pero no en una en concreto.

Patrick McGuinness, Patricia Gibney y Oscar Montoya en la mesa redonda «Universitat» en la pasada BCNegra. Moderó: David Castillo.

¿Tienes un personaje favorito al que le tengas más cariño, aparte de Lottie? ¿Cuál es?

Sí, es el sargento Mark Boyd, que está enamorado de Lottie, pero ella está todavía pasando el duelo por la pérdida de su marido y no sabe cómo actuar realmente con respecto a Boyd. Es una historia que se alarga a lo largo de la serie, un tira y afloja entre ambos, entre lo que hay y lo que no hay. Boyd es un personaje al que le tengo un cariño especial porque es todo un caballero, es muy comprensivo, muy paciente… y a mí me gustaría tener un Mark Boyd en mi vida.

Los niños desaparecidos (The missing ones) nos habla de abusos a niños por parte de la iglesia católica en Irlanda; Las chicas robadas, de la desaparición y asesinato de chicas jóvenes; El secreto perdido nos previene contra lo que no puede permanecer oculto; en No hay salida encontramos a Lottie Parker y su equipo buscando a un peligroso asesino en serie. La última entrega de la saga, No digas nada, aborda el espinoso tema del asesinato y abuso de menores. ¿Te inspiras en la realidad para escribir tus novelas? ¿Cuánto dirías que hay de real y cuánto de ficción?

Estoy muy concienciada sobre temas que leo o de los que me he informado, por ejemplo, sobre el escándalo de los abusos perpetrados por la Iglesia. Dediqué mucho tiempo y esfuerzo a investigar y documentarme para escribir mi primera novela, Los niños desaparecidos. En otra novela hablo de cómo las familias lidiaban con los problemas derivados de embarazos no deseados. La madre tenía el bebé en casa y después lo ingresaban en una Institución. Estas familias, en el contexto rural, llevaban los hijos concebidos fuera del matrimonio a la Institución. Solo la persona que había firmado para que ingresaran al niño podía sacarlo, pero muchas veces no se hacía por vergüenza. Es en estos casos reales en los que me inspiro para crear mis ficciones criminales.

¿Por qué situar la acción en Ragmullin, una localidad ficticia de Irlanda? ¿Lo consideras un personaje más?

Yo soy de Mullingar, una pequeña ciudad ubicada en el condado de Westmeath, en el centro de Irlanda. En mis novelas, Mullingar se convierte en Ragmullin mediante una especie de juego de palabras. De este modo, Mullingar se refleja en mis novelas a través de Ragmullin. Esto me permite tener un mapa sobre el que trabajar y, a partir de ahí, crear los lugares donde se desarrolla la acción de mis novelas.

No obstante, en Mullingar se vive mucho más tranquilo que en Ragmullin. El último asesinato que recuerdo ocurrió hace veinte o veinticinco años. Me gusta ver Ragmullin como un personaje más de mis novelas, que cobra vida a través de Lottie, de los casos que investiga y del resto de personajes.

Patrick McGuinnes y Patricia Gibney.

La Iglesia católica ha tenido mucha influencia en la sociedad irlandesa, en ocasiones con consecuencias muy negativas como denuncias en la primera novela de la serie, Los niños desaparecidos ¿Ha cambiado la situación?

Opino que la Iglesia católica ha perdido buena parte de su influencia en Irlanda. Para poner un ejemplo, en 1979, cuando Juan Pablo II visitó el país, alrededor de dos millones de personas acudieron a verle. Hace un par de años, el Papa Francisco solamente reunió a doscientas mil. Creo que esto es un claro reflejo de la pérdida de influencia de la Iglesia, en buena parte debido a los abusos que se han ido revelando en los últimos años. Para ponernos en contexto, la población de Irlanda asciende a unos seis millones. Compara esos dos millones de 1979 con los doscientos mil de 2018.

A la gente le cuesta perdonar y la espiritualidad se vive ahora más a nivel personal que bajo la comunidad eclesiástica. Ya no se va tanto a la iglesia. La Institución intenta lidiar con el daño que ha hecho la revelación de los abusos, pero, como a pesar de todo, intentan mantenerse en un pedestal de autoridad moral, no consiguen llegar a la gente de la calle. No resulta efectivo su intento de volver a llegar a los cielos.

No digas nada está estructurada en base a los días de la semana. ¿Es así en el resto de novelas de la serie? ¿Por qué?

En todas las novelas de Lottie Parker, menos en una, se estructura la acción con los días de la semana. En la realidad, la investigación ocuparía muchísimo más tiempo, pero para mí que todo ocurra en una semana representa un mecanismo fácil de escritura que me permite construir la historia con un buen ritmo. En resumen, ¡me va muy bien!

Niños de 11 años que disponen de móviles de última generación y son usuarios habituales de redes sociales como Snapchat. Eso sorprende al sargento Mark Boyd, otro de los personajes de la serie. ¿Qué opina Patricia Gibney de este fenómeno?

Pienso que muchos niños son demasiado jóvenes para tener acceso a esta tecnología porque, sobre todo, afecta a la concentración, ya que todo es inmediato, todo es pasar de una foto a otra y etcétera. Pero, con la televisión pasa lo mismo, van de un canal a otro y es algo que he observado que también les ocurre a mis propios nietos, que su concentración ha disminuido muchísimo. Y, además, el uso de las redes implica cierto grado de peligro, pues hay muy poco control por parte de esas redes sociales del contenido al que los niños pueden acceder. Pero, al fin y al cabo, establecer controles efectivos es responsabilidad de los padres.

Eso es lo que opina también Boyd que, al no tener hijos, no está sujeto a las demandas adolescentes que reclaman poder usar estas tecnologías sin restricciones. Por eso, el personaje no entiende que muchos padres, aunque intentan controlar el acceso de sus hijos a los contenidos peligrosos, se encuentran sometidos a una fuerte presión por parte de los menores.

Firmando libros.

¿Cómo escribe Patricia Gibney? ¿Tienes pensado el título y el final de la historia antes de empezar a escribir?

Yo escribo a partir de una idea y pienso que mi forma de escribir es muy orgánica. He intentado utilizar ciertas técnicas de escritura, como estructurar la historia, pero no me funcionan. Simplemente, tengo una idea y la desarrollo, y los personajes cobran vida a medida que voy escribiendo. Eso sí, escribo todos los días, por la mañana, alrededor de unas cuatro horas, pero los personajes y las ideas para continuar permanecen en mi cabeza las veinticuatro horas del día.

Diría que yo sé dónde quiero llegar con mi historia, pero no sé cómo lo voy a hacer. O sea que, como tú dices, me considero escritora de brújula y no de mapa. En cuanto al título, confieso que lo piensa mi editor, no tengo que ocuparme de eso.

¿Recomiendas la asistencia a talleres de escritura para empezar a escribir? ¿Y acudir a los festivales de novela negra?

Recomiendo encarecidamente la asistencia a talleres de escritura, especialmente por sus beneficios sociales. Conoces a mucha gente que comparte tus mismos intereses y con quienes puedes hablar de tus proyectos. La escritura es una actividad solitaria y los talleres, por ejemplo, ayudan a socializarse. A mí también me sirvieron para entender más cómo iba la técnica de la estructura, cómo construir una trama, etc. Algo que antes, para mí, eran solo palabras.

En cuanto a los festivales, casi todos los años asisto a varios. Son fantásticos lugares para conocer escritores y lectores e intercambiar impresiones. Algunos de estos festivales son: el Bristol Crime Festival (CrimeFest), el Harrogate International Festivals (que incluye diversos eventos culturales durante todo el año) y el Murder One (Ireland’s International Crime Writing Festival) que se celebra en Dublín desde 2018.

Actualmente, tus cinco autores de novela negra y cinco personajes favoritos son…

Aunque es difícil decidirse, citaré a:

– El británico Lee Child y su personaje serial Jack Reacher.

– El escocés Ian Rankin y su personaje, el inspector John Rebus.

– El estadounidense Robert Dugoni y su personaje, la detective Tracy Crosswhite.

– La británica Angela Marsons y su personaje, la detective Kim Stone.

– La irlandesa Liz Nugent y su personaje Oliver Ryan, el protagonista de la ópera prima de la escritora, Unravelling Oliver (El bueno de Oliver), premiada con el Irish Book Award in 2014.

Por último, háblanos de tus proyectos de futuro ¿Volveremos a encontrar a la detective Lottie Parker en una nueva entrega de la serie?

De momento, continúo con la serie de Lottie Parker, que todavía no tiene final. Aparte de los cinco libros traducidos al español, hay dos más publicados en inglés a la espera de traducción y, como mínimo, tendremos cuatro casos más para ser investigados por Lottie, Boyd y su equipo.

Desde Mucho Más Que Un Libro te deseamos mucha suerte.

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