¡Pasado y presente, cita en París!
El retorn de l’hongarès, segunda novela de la escritora valenciana Anna Moner, Premi de Narrativa Alfons el Magnànim 2014, volvió a la librería La Impossible, de Barcelona, tres meses después de que Edicions Bromera presentará sus apuestas para Sant Jordi. En esta ocasión la novela se presentó en solitario, con la presencia de la autora acompañada por Anna Maria Villalonga, escritora, profesora de literatura en la Universitat de Barcelona y alma del Blog de novela negra A l’ombra del crim. Fue el jueves 28 de mayo a las 19.30 h.
“Un festival sensorial, en el que todos los sentidos están representados, una novela magnífica en la que la música juega un papel muy importante, un texto que desprende sensualidad y sexualidad”. Anna Maria Villalonga presentó El retorn de l`hongarès con el entusiasmo que la caracteriza, porque “no hablamos de una novela de “metro”, sino de una obra en la que hay que disfrutar de todos los sentidos. Una indagación alrededor del ciclo de la vida y de la muerte, donde la investigación del crimen contrasta con una exquisita exaltación del placer”. En definitiva, una maravilla literaria adornada con una prosa rica y preciosista, trabajada con un vocabulario extensísimo que nos transporta como en un sueño hasta el París de finales del siglo XIX.
Y es que El retorn de l’hongarès, explica la autora, Anna Moner, “es un thriller que conecta pasado y presente, ya que se desarrolla en dos planos temporales: a finales del siglo XIX y en la actualidad”. En mayo de 1897, el hallazgo de un cadáver descuartizado en el Bois de Boulogne de Paris pone en marcha una investigación en la que la entonces incipiente ciencia forense, también llamada medicina legal, colabora con la policía para intentar resolver una serie de asesinatos. Ciento quince años después, la joven antropóloga forense, Sara Bongard, se verá implicada en la investigación de los macabros sucesos ocurridos en 1897, pero contará con unos medios mucho más avanzados. La novela conecta el pasado y el presente, la vida y la muerte como si fueran “las dos caras de una misma moneda”.
Durante el acto, Anna Moner se convirtió en una amena guía turística que nos ofreció un documentado paseo por el París de finales del siglo XIX. En nuestro sugestivo viaje por la noche parisina descubrimos que no todos los cabarets de la “belle époque” funcionaban al estilo del “Moulin Rouge” o el “Folies Bergère”. También existían otros, como el “Cabaret du Ciel”, que pretendía representar una ascensión al cielo, y los macabros “Cabaret de l’Enfer”, con una peculiar entrada que imitaba la “boca del infierno” y “Cabaret du Néant” (Cabaret de la nada o de los muertos), donde las mesas tenían forma de ataúd y las paredes se decoraban con calaveras o cuerpos sin cabeza, entre otras “lindezas”. “Se recomendaba ir a este cabaret para prepararse para la muerte”, explica Moner. Otra curiosidad consistía en la exposición pública de cadáveres, recogidos por las calles de París, en una sala de la morgue para ser identificados. “Este era un punto de atracción para los parisinos y, para muchos, más potente que el teatro. Se calcula que en un año visitaban el recinto cerca de un millón de personas, atraídas por la morbosidad de la muerte”.
Nacida en Vila-real en 1967, artista y licenciada en Historia del Arte, Anna Moner escribe quincenalmente artículos sobre arte y cultura en el diario digital La Veu del País Valencià. Moner, que ha confesado que le encanta matar, “matar literariamente, claro”, publicó su primera novela, Les mans de la deixebla, Premi Enric Valor de novel·la, en 2010. Tras El retorn del hongarès, su segunda y espléndida novela, la autora ya está preparando una tercera.
Aunque, de momento, disfrutemos de este Retorn del hongarès, mientras aprendemos –reflexiona la autora- que “diseccionar los cadáveres en la novela permite diseccionar otras cosas, como la psicología del ser humano”.
¡No os perdáis esta adictiva investigación criminal en El retorn de l’hongarès!