Cine

¿Un cíborg contra el crimen?

 

Robocop 2

En 1987, Robocop, un original thriller policíaco y de ciencia ficción, dirigido por el cineasta holandés Paul Verhoeven, fue considerada una de las mejores películas del año con gran éxito de taquilla y dos nominaciones a los Óscar de Hollywood. En 2014, un nuevo Robocop, remake del film clásico de Verhoeven, llega a la gran pantalla de la mano del director brasileño José Padilha.

La historia de Robocop gira en torno a Alex J. Murphy, un policía de Detroit asesinado por una banda de criminales y transformado en un cíborg (una máquina que conserva algo de su antigua humanidad) para luchar contra el crimen. Murphy-Robocop, que nos retrotrae al mito de Frankenstein, vuelve a un remedo de vida adornado con sorprendentes nuevos poderes por obra y gracia de la tecnología de una gran multinacional (OCP en el primer film y OmniCorp en el segundo), pero su libre albedrío ha desaparecido. Como Robocop, sus actos están guiados por cuatro puntos básicos anteriormente programados: servir al bien común, proteger al inocente, preservar la ley, y último y muy importante: no oponerse ni atacar a altos directivos de la multinacional. El moderno Frankenstein, ¿está programado para luchar contra el crimen o exclusivamente al servicio del poder?

José Padilha (1967) debutó como director en 2002 con el documental Bus 174, que narraba el secuestro de un autobús por un niño de la calle de Rio de Janeiro, suceso que acabó en tragedia. En 2008, Padilha ganó el preciado Oso de Oro de la Berlinale con Tropa de élite, sobre la miseria y la represión en las favelas de Rio de Janeiro. Con su Robocop, Padilha vuelve a retomar la reflexión sobre el poder que quiere ejercer el control total de la sociedad a través de un ejército de robots y aquello que separa lo humano de la máquina.

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