¡Carol, la gran desconocida!
Fue la segunda novela de la gran dama del crimen literario, Patricia Highsmith, pero no es una novela negra. Rechazada por sus editores por su temática homosexual, fue publicada en 1952 con el título El precio de la sal, y bajo el seudónimo de Claire Morgan. En 1989 fue reeditada como Carol y con el verdadero nombre de la autora. Carol, cuya adaptación cinematográfica ya ha llegado a nuestras pantallas, rompió una lanza a favor de la lucha por el reconocimiento del amor entre mujeres en la década de los cincuenta y vendió cerca de un millón de ejemplares.
Para ayudarnos a descubrir Carol, uno de los textos menos conocidos de Patricia Higshmith, la llibrería Antinous, de Barcelona, organizó un interesante club de lectura el sábado 20 de febrero a las 18:30, a cargo de Anna Maria Villalonga, profesora de literatura en la Universidad de Barcelona, escritora y alma del Blog de novela negra, A l’ombra del crim.
“¿Hasta qué punto podemos encontrar rasgos autobiográficas de Highsmith en Carol?”, se preguntó Anna Maria Villalonga. Cuando escribió la novela, la autora tenía veintisiete años y, dada su ambigüedad sexual, es muy posible que Therese, la joven protagonista de Carol sea “el alter ego de Patricia Highsmith”. Therese, una joven de diecinueve años, trabaja de vendedora en unos grandes almacenes de Nueva York cuando descubre a Carol, una mujer de unos treinta años, muy elegante y atractiva, que entra a comprar una muñeca para su hija. Inmediatamente, la joven Therese se siente atraída por esta sofisticada mujer.
“En la novela conocemos a Carol a través de los ojos de Therese, que es la voz narrativa”. Solo en el fragmento final, las cartas de Carol a su amada Therese nos presentan a la primera desde su propio punto de vista. Therese realiza un viaje iniciático personal, es muy joven y “le cuesta identificar sus sentimientos. No sabe lo que siente por Carol e intenta profundizar en sus emociones y descubrir qué le pasa”. “No me convence el adjetivo de novela psicológica y, más bien, diría que se trata de una novela de personajes, que en las novelas de Higshmith son más importantes que los acontecimientos”, opina Villalonga.
A pesar de que la culpa, la mentira y el crimen fueron los temas centrales de la obra de Patricia Highsmith y, al contrario de lo que ocurre con la mayoría de sus novelas, Carol termina bien. “La novela permite hacer un viaje por la sociedad americana de la época –explica Anna Maria Villalonga-, mientras Therese descubre y acepta su identidad sexual y Carol se divorcia y decide ser ella misma”.
Carol, una obra conmovedora que atrapa al lector hasta la última página. ¡Imprescindible!