¡Crimen urbano y Barcelona!
Barcelona, Ciudad de Ferias y Congresos, es también capital del crimen literario… y real y, a sus variadas rutas turísticas, deberían añadirse los recorridos por la Barcelona más oscura y criminal.
Mucho Más Que Un Libro estuvo en la Ruta de la novel·la negra organizada por Bearn – Sala de Lletres el viernes 4 de julio, y guiada por [Enlace retirado], periodista y escritor especializado en el género negro. Iniciamos nuestro itinerario “criminal” a las 19h. en la Plaza de la Catedral, donde tuvo lugar uno de los crímenes más antiguos documentados en la Ciudad Condal. Fue en el año 415, cuando el rey visigodo Ataúlfo halló la muerte a manos de Sigerico, que murió asesinado, a su vez, apenas una semana después por uno de los hermanos del primero.
Viajando en el tiempo y andando por las estrechas calles de Ciutat Vella y el Raval supimos de crímenes horrendos que el Noucentisme habría querido ocultar porque “no era elegante hablar de las miserias de la ciudad” tal como hizo Juli Vallmitjana (1873-1937) en sus novelas Sota Montjuic (1908) o La Xava (1910), sobre el mundo marginal y de bajos fondos de los gitanos barceloneses. Y en la calle Joaquín Costa (antes calle Ponent) conocimos la historia de Enriqueta Martí, también apodada “la vampira de la calle Ponent”, una despiadada asesina en serie, secuestradora y proxeneta de niños en la Barcelona de 1912. Esta espeluznante historia real inspiró la novela La mala dona / La mala mujer, de Marc Pastor, ganadora del Primer Premi Crims de Tinta.
En el mismo Raval, pasamos por la plaza “dura” dedicada a la memoria de [Enlace retirado], que tanto gustaba de la presencia de árboles en las plazas de su ciudad. Muy cerca, descubrimos Casa Leopoldo, uno de los restaurantes emblemáticos de la Barcelona del escritor y de su personaje, el detective gourmet Pepe Carvalho. Y unos pasos más allá, nos esperaba el lugar donde se cometió otro crimen real: Salvador Seguí, el noi del sucre, cayó asesinado a tiros por pistoleros del Sindicato Libre de la patronal catalana el 10 de marzo de 1923, junto a su amigo, el también anarcosindicalista Francisco Comes.
No podían faltar los crímenes pasionales en nuestro paseo, aunque el castigo para el asesino parecía depender más de la clase social de la asesinada que del delito cometido. Fue el caso de un oficial militar ejecutado en julio de 1855 por el asesinato –en mayo- de una dama perteneciente a la aristocracia catalana, que recibió 13 puñaladas de su despechado enamorado. Pero no fue la pena capital el castigo que recibió Ginés, casado de 24 años, por matar de un tiro mientras cenaban a María, bailarina de 22, porque se negó a acompañarlo a La Habana para iniciar una nueva vida. Se habían conocido apenas quince días atrás, pero la negativa de María le costó la vida. Su asesino solo fue condenado a 13 años de prisión.
Muchas más extorsiones, robos, asesinatos y secuestros tuvieron lugar en la ciudad, mientras detectives y policías reales y literarios investigaban y luchaban contra el crimen. Entre ellos destacamos a nuestro conocido y añorado detective privado, Pepe Carvalho, con su despacho ubicado en el tercer piso de la calle Nou de la Rambla esquina a La Rambla barcelonesa, muy cerca de su amado Mercado de la Boquería.
Y así, entre crímenes y secretos que no vamos a desvelar, llegamos al final de nuestro recorrido sanos y salvos, aunque parezca increíble. ¡Mérito de nuestro guía, sin duda!
¡Muchas gracias, Sebastià!