¡Ni un instante de paz en la Blanca Subur!
Sitges, la villa costera turística por excelencia, también conocida como la Blanca Subur, y lugar destacado en la celebración de eventos culturales como el Festival Internacional de Cinema Fantàstic (del 3 al 13 de octubre) y el Festival Literario Negro-Criminal Subur Negre (a finales de noviembre), vivió el jueves, 26 de septiembre, la trepidante presentación de Ni un instante de paz, tercera novela de Nacho Zubizarreta. Fue en la acogedora Biblioteca Santiago Rusiñol y el autor estuvo acompañado de Charo González, gran lectora y crítica experta en género negro, con una sala llena a rebosar. ¡Enhorabuena!
Tras Nada es cierto y Juegos salvajes, sus dos primeras novelas protagonizadas por el detective privado Lucas Rozman, Nacho Zubizarreta da un giro a su escritura y promociona a una mujer, la Intendenta de los Mossos d’Esquadra de Sitges, Alicia Fernández, embarazada de siete meses, como protagonista. “En un principio, Lucas estaba destinado a ser el personaje principal, pero Alicia le “quitó” el puesto porque encajaba más con la historia que quería contar”, confesó el autor.
Tanto Charo González como Nacho Zubizarreta viven en Sitges desde hace años y “las tres novelas de Nacho transcurren aquí”, resaltó González. El lector comprobará que la villa y sus alrededores están muy presentes en Ni un instante de paz, desde el impresionante Mirador del Pebre, en la carretera de las Costas que une Sitges con Castelldefels, hasta el Castillo de Tamarit, cerca de Tarragona, pasando por La Morella, la montaña más alta del macizo del Garraf, el Paseo de la Ribera, tan cercano al mar por un lado y a los restaurantes y hoteles de la villa, por otro; la urbanización de lujo La Levantina, las mansiones del Vinyet…todo nos recuerda a Sitges, un pueblo “que se enorgullece de ser un oasis de paz”.
Un oasis de paz en apariencia, porque en la historia que nos cuenta Nacho Zubizarreta, abundan los crímenes, que se inician con el asesinato del matrimonio Anglada en el incendio intencionado de su vivienda, una masía en las afueras de Sitges. El principal sospechoso del crimen es Omar Nguru, trabajador de la masía, nigeriano sin papeles, que huye de un pasado tormentoso, y ha desaparecido. Alicia Fernández será la encargada de investigar el caso, que en principio parece fácil, pero nada más lejos de la realidad. Los muertos se suceden y “Alicia llegará a dudar de todo, hasta de ser capaz de ser una buena madre”, reveló Zubizarreta.
Ni un instante de paz es una novela coral con muchos personajes, entre los que destacan, además de Alicia Fernández y Omar Nguru, el sargento Agustín Leal, apodado el Sheriff, a punto de jubilarse; Tifany, voluptuosa propietaria de un club nocturno, el Cleopatra’s; Jacobo Tur, un anticuario involucrado en varios casos de falsificación y tráfico ilegal de obras de arte; Mónica Matas, una mujer oscura y misteriosa, a la vez que riquísima, y su hermano Igor Nin, un pianista de fama mundial, que sufre de una inseguridad enfermiza. A través de dos tramas temporales conoceremos la historia de algunos de estos personajes y su evolución a través de los acontecimientos que han marcado sus vidas.
En esta novela “Nacho nos explica muchas cosas de la sociedad en general y de la de Sitges en particular”, apuntó Charo González. Entre otros temas, la novela aborda la inmigración ilegal, pues el autor explicó que “quería hablar del conflicto entre los manteros y los comerciantes que pagan sus impuestos, pero al investigar descubrí que la vida de los inmigrantes sin papeles es muy dura y complicada”. Unos luchan por sobrevivir y otros nadan en la abundancia, como Mónica e Igor, “aunque su vida glamurosa no está exenta de dureza”. Su infancia transcurrió bajo la férrea disciplina de una madre inflexible que les exigía más allá de lo razonable para llegar a ser los mejores. En suma, personajes poliédricos en una historia donde “nadie es enteramente bueno ni enteramente malo”, concluyó.
En resumen, el lector no tendrá “ni un instante de paz” desde la primera página hasta el final de una novela de alto voltaje que reclama continuidad. ¡No te la pierdas!