¡Ni policía, ni detective, ni abogado, ni juez!
Tradicionalmente, los roles femeninos en la novela negra han girado alrededor de dos personajes muy potentes: la femme fatale que arrastra al hombre hacia su perdición y la novia redentora. Unos estereotipos que se han resquebrajado en las últimas décadas con la aparición, por una parte, de mujeres investigadoras que ejercen de policías, jueces, periodistas, forenses, etc., y, por otra, de asesinas frías e implacables capaces de los actos más violentos al igual que sus colegas masculinos. Pero los veintidós cuentos de Hnegra rompen con todo lo conocido en el…
Lea más