Entrevista a Alicia Estopiñá y Emilio González
Alicia Estopiñá nació en Barcelona, pero vivió sus primeros años en Valderrobres, capital de la comarca del Matarraña (Teruel), y actualmente reside en Sitges (Barcelona). Licenciada en Historia del Arte y apasionada de la literatura, debutó como escritora publicando relatos en la colección Ellas también cuentan de la Editorial Torremozas de Madrid. En 2003, publicó Fantaso, una mezcla de novela negra, thriller rural y comedia de situación (sitcom) con altas dosis de humor e intriga. Fantaso inició la trilogía que continuarían Merlot (2006) y Los perros y los cuchillos (2015). En 2014, la autora ganó el Premio Narrativa Rural Serret con Bajo el mantel, una deliciosa novela negro-gastronómica que también sitúa la acción en la paradisiaca comarca del Matarraña. En 2017, junto a Emilio González Bou, publica Corazón de tierra, una comedia de acción, intimista y sentimental unas veces, alocada y mordaz otras.
Tras la trilogía formada por Fantaso, Merlot y Los perros y los cuchillos, escribes con Emilio González Bou, Corazón de tierra, una novela con altas dosis de humor. ¿Cómo lo hicisteis para escribir a cuatro manos? ¿Fue difícil ponerse de acuerdo y organizarse?
Lo de escribir a cuatro manos ya lo habíamos hecho anteriormente, en “Bajo el mantel” y “Los perros y los cuchillos”, novelas en las que la parte escrita por cada uno está perfectamente diferenciada. Vermut por un lado y ginebra por el otro, por poner un símil. En “Corazón de tierra” hemos mezclado los dos ingredientes en plan “Dry Martini”.
Respecto a la organización, ningún problema, porque sencillamente no la hay. Y después de tantos años juntos, solemos estar de acuerdo en casi todo. Cuando no es así, cada uno hace lo que le place y luego se llega a un texto común definitivo.
¿Podríais explicarnos qué hay en el libro de cada uno de vosotros?
Ya nos gustaría ser tan inteligentes, guapos y jóvenes como Elephteria y Ricardo. Emilio, con el protagonista masculino, que es notario, tiene en común la profesión y la afición a la buena mesa. Yo, con la chica, prácticamente nada.
En Corazón de tierra la acción ya no está circunscrita a Valderrobres y zonas rurales de la comarca del Matarraña, sino que invita al lector a viajar desde el Piamonte hasta Barcelona, pasando por Ámsterdam. ¿A qué se debe esta internacionalización de los escenarios?
Ganas de cambiar y ampliar horizontes. Es cierto que hubiésemos podido también ambientar la acción en el Matarraña, ya que el cultivo de la trufa negra cada vez adquiere una mayor importancia, pero tratándose de la trufa blanca, el Piamonte resultaba un escenario imprescindible que, además, conocemos bien.
La protagonista, Elephteria Diamantidis, es una joven griega, bióloga molecular, que realiza un importante descubrimiento. ¿Tenéis conocimientos de biología molecular? ¿Cómo os habéis documentado?
En absoluto, los dos somos “de letras”. La parte documental siempre corre a cargo de Emilio, que tiene una gran capacidad de recabar información. No obstante, el aspecto práctico del cultivo lo conocíamos también por tener amigos en Valderrobres, Monroyo y Morella que se dedican al cultivo de la trufa negra, de modo que pudimos añadir a los conocimientos teóricos la observación sobre el terreno.
Uno de los protagonistas masculinos de esta novela es el atractivo notario barcelonés Ricardo Muntaner. Este aclara a Elephteria –y de paso a los lectores- las funciones que realiza un notario en cuanto a asesoramiento y garantía legal. ¿Tiene algo que ver la elección de la profesión de Muntaner con la que ejerce Emilio?
Sí, claro. Queríamos dar una visión real y actualizada de la profesión, después de haber visto en alguna que otra novela una falsa apreciación de la misma, distorsionada por la imagen del notariado anglosajón que es el que acostumbran a mostrarnos las series y películas americanas. Y que muy poco tiene que ver con el latino, propio de la inmensa mayoría de países europeos e iberoamericanos, que configura al notario con el doble carácter de funcionario público y profesional del derecho.
Como ya ocurrió en Los perros y los cuchillos, no todos los personajes de Corazón de tierra, son humanos. ¿Os gustan los animales? ¿Tenéis en casa algún perro de las características de Minos, el adoptado por Elephteria? ¿Por qué incluirlo en la trama?
Adoramos los animales y aunque actualmente no tenemos ningún perro de las características de Minos, que es un mastín enorme y libidinoso, sí lo tuvimos en su día. Actualmente vivimos con un bulldog muy parecido a Protocolo, que es el perro de Ricardo Muntaner, el notario. Desde luego, ambos canes son perfectamente prescindibles en la trama, aunque hay que reconocer que propician algunas escenas curiosas y cómicas.
La historia gira en torno a la elaboración de una fórmula que revolucionará la explotación de la trufa y a la codicia que dicho descubrimiento despierta en diversos e indeseables personajes que intentan hacerse con su control antes de que sea inscrita en el Registro pertinente. ¿Es importante el registro para proteger los derechos del investigador?
El Registro de la Propiedad Industrial se creó para eso, precisamente ya hace muchos años. Actualmente, el Registro de Patentes cumple la misma función de legitimar al titular del invento para ejercitar las acciones que le concede la ley en defensa de sus derechos. Una vez inscrita la patente, nadie podrá negar su autoría y ello otorga una seguridad jurídica que permite obtener también los rendimientos económicos derivados de su explotación.
¿Decidisteis el desarrollo de la trama y el final de la novela antes de empezar a escribir? Contadnos cuál es vuestro método.
Cuando empezamos una novela nunca sabemos cómo va a terminar ni cómo va a desarrollarse. Como la vida misma, vamos. Si hay suerte, sale bien y si no… Tenemos una idea general del tema a tratar y luego, sobre la marcha, vamos avanzando.
¿Cómo fue la elección del título, Corazón de tierra? ¿Tendrá continuación?
Como las trufas se crían en la tierra… De ahí el título.
Respecto a la continuación, la habrá si el público lo pide. El final está abierto a nuevas aventuras.
Aunque no se trata de una novela negra, Corazón de tierra sí es una novela de intriga con mucha acción, a la vez que una divertida y alocada comedia de enredos ¿Consideráis que estos elementos pueden favorecer que las jóvenes generaciones se aficionen a la lectura?
Creemos imprescindible que la gente se divierta con lo que lee. Salvo los masoquistas, todo el mundo prefiere reír a llorar. Por otra parte, teniendo en cuenta que vivimos una época predominantemente audiovisual, es de suma importancia que la lectura sea ágil y amena. Plasmar imágenes con el mínimo de palabras. Visualizar lo que estás leyendo. Crear expectación por lo que viene a continuación, estimular la crítica, la imaginación y el sentido del humor. Casi nada.
¿Qué tipo de lecturas recomendaríais a un lector joven para promover la afición por los libros?
Dependerá de cómo sea el lector. En la lectura como en el vestir, cada uno tiene sus gustos. Pero al igual que nadie quiere llevar harapos (Aunque, si nos guiamos por lo que se ve en algunas pasarelas y locales de moda… Es broma), nadie se sentirá estimulado por un texto reiterativo, excesivamente descriptivo, con una trama floja y carente de interés.
Nosotros le recomendaríamos “Corazón de tierra”, que es todo lo contrario. Y si se aburre, le devolvemos el dinero.
Por último, nuestra pregunta obligada. ¿Podéis adelantarnos vuestros proyectos de futuro?
Hacernos ricos y famosos. (Broma). Y seguir escribiendo si la afición nos lo pide.
Desde Mucho Más Que Un Libro os deseamos mucha suerte.