¡Big Bang 13, relatos negros de Angelique Pfitzner!
Angelique Pfitzner nació en Munich (Alemania) en 1969, hija de padre alemán y madre española. Lectora voraz, empezó a escribir a una edad muy temprana y participó en diversos concursos literarios durante su formación académica. Estudió Farmacia y Publicidad y trabaja en un laboratorio farmacéutico. En 2011, debuta en la literatura negra con Compulsiva obsesión. La novela fue ganadora del III Certamen Literario La Isla De Las Letras 2012, en la categoría de Mejor Novela Policíaca. Posteriormente, participa en varias antologías de relatos y obtiene premios y reconocimientos literarios en poesía. En abril de 2015, publica su segunda novela negra, ELDHA, caso cerrado. Además, fue directora durante dos años del programa de radio semanal “Una hora con Angelique”, es miembro de la junta del Festival de Novela Negra Cubelles Noir, de Matarranya Negra, del Black Mountain Bossost, Madrid Negro y Bellvei Negre. Recientemente, ha colaborado con un relato “Los crisantemos” en la Antología de relatos de la Orilla Negra, ha publicado Big Bang 13, una antología de trece relatos negros enteramente suyos y es directora del programa de Literatura Negra “Lee o Muere” en NewsCat TV.
Con Big Bang 13, una antología de trece relatos negros, cambias de registro de forma espectacular. ¿Podrías explicarnos cómo se gestó esta última creación literaria?
En mi caso escribir es libertad en estado puro. Plasmar en letras todas las sensaciones que fluyen por mi cabeza y volcar palabras en imaginación o realidad. Para mí, es muy importante también tocar todos los palos en literatura, ello me regala poder comunicarme mejor. Big Bang 13 nació después de la publicación de mi relato «Crisantemos» en la Colección La Orilla Negra de Ediciones Del Serbal. Muy agradecida por seleccionarme dentro de esta fantástica obra literaria y los buenos consejos de su comisario, el escritor José Luis Muñoz, decidí escribir mi propia antología de relatos fiel reflejo de nuestra sociedad. Espero este año publicar una segunda parte con más relatos de Big Bang.
Eres escritora de novela negra, pero también eres poeta y participas en encuentros literarios relacionados con la poesía, como el último Recital de otoño del pasado 17 de noviembre en el Centre civic La Sedeta de Barcelona. ¿Consideras que la poesía influye en tu prosa al escribir novelas y relatos negros? ¿Y tu formación científica?
Estoy convencida que la poesía influye mucho en mi forma de escribir. Frases cortas, marcar tiempos, no dejarte llevar por las grandes descripciones que hacen perder el hilo conductor de la historia y sobre todo llegar al corazón del lector igual que la espada de Damocles, una flecha de Cupido o simplemente sacudir las entrañas de quien me regala su tiempo al leer mis letras. Dicen que la poesía es la herramienta más humilde que existe dentro de la literatura. Yo no estoy de acuerdo. Expresar en cuatro versos una vida o concentrar los sentimientos del hombre en pocas frases es la sencillez elevada a la máxima grandeza de las letras.
Mis conocimientos en el ramo de la ciencia me ayudan mucho en mis libros, a pesar de la búsqueda de información externa durante el desarrollo de una novela. No engañar y ofrecer al lector veracidad es fundamental para dar credibilidad a una historia.
¿Relato corto o novela? ¿Qué prefiere Angelique Pfitzner?
Debo confesar que no tengo predilección por los relatos o las novelas. Escribo por impulso y siempre en una necesidad constante de liberar mi interior. El relato marca un tiempo y una velocidad muy diferente a la novela y me encanta. La novela, en mi caso, sin tener argumento previo y desarrollar la historia siempre en desconocimiento de qué va a ocurrir y a dónde me llevaran los personajes es una intriga constante de querer saber más hasta llegar a la palabra FIN.
La acción de Compulsiva obsesión y Eldha, caso cerrado (tus dos primeras novelas) trasladan al lector muy lejos: a Richmond (Virginia) en Compulsiva obsesión, y a Detroit en Eldha, caso cerrado. En cambio, tus relatos en Big Bang 13 se desarrollan preferentemente en Barcelona. ¿A qué se debe este cambio?
En mis historias la ubicación no es importante. La fuerza del argumento y el eje principal que mueve los hilos de las tramas son los personajes. Nunca tengo conocimiento del lugar exacto donde se desarrollarán y, en el caso de Big Bang 13, las debilidades humanas en fiel reflejo de nuestra sociedad han nacido desde Barcelona en proximidad del día a día que fluye ante mis ojos, queda guardado en mi subconsciente y las vuelco frente a la pantalla del ordenador.
El reloj, muy presente en la trama de las dos novelas citadas, vuelve a aparecer en algunos de tus relatos como Mi vergüenza, El cuervo y Adicto. ¿Otorgas un papel protagonista al paso del tiempo en tus escritos? ¿Qué otras similitudes resaltarías en tu creación literaria?
Para mí el tiempo mueve los hilos de nuestra vida, pasado irrecuperable, futuro incierto, solo nos queda el presente para exprimir al máximo. Igual que en nuestra realidad, el tiempo tiene el mismo papel principal en el mundo virtual de mis novelas. Minutos congelados en tensión, intriga, suspense. Emociones ahogadas en segundos de silencio y miedo en la mirada. Tiempo de personajes que nos hacen reflexionar a través de sus conductas, crueldad, la fragilidad entre el bien y el mal escrita en instantes que nos sacuden las entrañas.
Otro factor que podría reflejar en similitud entre mis historias es el perfil de los personajes. Escribo siempre bajo la piel de un hombre, en perfiles desestructurados, débiles y muy enganchados a sus adicciones. Desvincularme totalmente de mi persona y zambullirme en un hombre me regala la libertad de escuchar y dejarme llevar por ellos. Un viaje alucinante a través de otra persona que me permite olvidarme de esclavitud social, prejuicios previos y comportamientos de mujer.
El colofón a cada uno de los trece relatos es un dibujo en blanco y negro que nos remite al tema tratado en el cuento, con frecuencia espeluznante. ¿Contribuyen los dibujos a remover el alma del lector?
Una imagen dicen, vale más que mil palabras. El lenguaje visual unido a las letras entonces es una explosión máxima de luces y sombras para remover el alma del lector. Un excelente trabajo realizado por mi editorial, Serial Ediciones, y desde estas letras aprovecho la ocasión para felicitarles.
Tus relatos no dejan a ningún lector indiferente. Nos hablan de asesinos mitómanos, jóvenes sin esperanza abocadas a la prostitución, chulos y proxenetas, matrimonios fracasados, manos separadas del cuerpo original en búsqueda de su camino, maltratadores, represión sexual, la esclavitud de la moda, adicciones en todas sus formas, la muerte… ¿podrías decirnos tus tres relatos favoritos en Big Bang 13 y por qué?
Cada relato tiene personalidad propia. He querido hacer hincapié en los peligros de las redes sociales, el tabaco, el alcohol. Hacer un grito contra la violencia de género, la explotación de niñas dedicadas a la prostitución, el negocio humano. Y así trece relatos para no dejarnos indiferentes.
Todos son mis preferidos, pero hay tres que me han sorprendido mucho cuando los acabé de escribir.
EN LISTA DE ESPERA, un relato que nos cuenta una mano. ¡Sí! Han oído bien. Una mano, precisamente la derecha, que después de ser cedida, como el resto del cuerpo de un donante, a la ciencia, nos explicará su vida desde un recipiente de formol y sus sucesivas experiencias con el género humano. Un relato tan ilógico que acabas imaginando a una mano con voz, corazón y autodeterminación.
LA NIÑA JULIETA, desde la mirada de un hombre con ochenta años y a punto de morir, que desea llevarse el placer de ver a una mujer desnuda. Se preguntarán cómo es posible, después de llevar 50 años casado con su Pura y ser padre de tres niñas. Las peripecias que descubrirá en un burdel del Barrio Gótico de Barcelona y hasta dónde será capaz de llegar.
LA SUEGRA. Una mujer esclavizada en su papel de esposa fiel cuando sabe perfectamente los líos de faldas de su marido. Cuántas veces se utiliza la palabra SUEGRA en ironía de ser mejor que ellas.
La adicción al alcoholismo, al tabaco y a los videojuegos y mundos virtuales está presente en algunos relatos (Bajo el lodo, Adicto, Avatar). ¿Son estos relatos un reflejo angustioso de la sociedad actual? ¿Qué podemos hacer?
Pienso que nuestra sociedad tiene más adictos de los que imaginamos. Adictos en silencio a sus propias debilidades. Ello hace que busquen en el exterior una felicidad falsa .Al final el precio es muy caro y algunas veces incluso se paga con la vida. Nuestra sociedad competitiva y siempre a full exprime al hombre y, por desgracia, el mundo sigue adelante sin detenerse a contemplar quien queda atrapado en crueles redes económicas. No olvidemos que siempre existe un lucro de unos pocos a cambio de muchos.
¿Qué podemos hacer? Quizá buscar en cada uno de nosotros una actitud positiva frente al mundo. Escribir aquello y quien nos ofrece amor, amistad. Compartir buenos momentos con tus seres más próximos que a veces descuidamos. Y no dejarte engañar por personas que contaminen el camino de tu vida.
A pesar de la dureza de los temas tratados, Big Bang 13 no está exenta de ternura y de un ingenioso sentido del humor. ¿Podrías decirnos el relato que calificarías como el más entrañable? ¿Y el más divertido?
Jamás hemos de perder el buen humor, la positividad y la esperanza de que podemos mejorar nuestra sociedad.
Calificaría a LA NIÑA JULIETA como el más entrañable. Y el más divertido precisamente sería MI FIEL AMIGA, una amiga que nos acompaña precisamente a nosotras las mujeres, de nombre “Calorías”. Un relato muy divertido de nuestra protagonista y su lucha diaria por conseguir un cuerpo de vértigo a cambio de esfuerzos más allá de cualquier lógica. Una lanza a favor de este relato que debo confesar, es el único escrito hasta el momento en la piel de una mujer.
También una experiencia fantástica.
Por último, nuestra pregunta obligada de siempre. Háblanos de tus proyectos para 2017
Ahora mismo estoy escribiendo mi cuarta novela. Una historia bastante dura acerca de los refugiados, niños desaparecidos, tráfico de órganos y supervivencia.
La organización de nuevos festivales de literatura en Francia e Italia, a través de la Asociación de Literatura LEE O MUERE, de la que soy parte de la junta. Y un posible festival en la Costa Brava, como comisaria.
Desde Mucho Más Que Un Libro te deseamos mucha suerte.