Entrevistas Novela Negra

¡Descubre «Incognitus» de la mano de M.A. Huertas!

 

M. Antonia Huertas. Foto: Sandra Rodericks.

María Antonia Huertas nació en Fuensanta (Jaén) y creció en Esplugues de Llobregat (Barcelona). Es una híbrida de culturas. Además es licenciada en Matemáticas y Humanidades, también una híbrida de formaciones. Es profesora en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y experta en Lógica aplicada a la Inteligencia Artificial y en e-Learning. Considera que tanto la lógica, la reflexión racional y la ciencia, como la literatura, la filosofía y el arte son estrategias fundamentales de aproximación a la realidad y ha escrito poesía y narración desde siempre. A finales de 2015, publicó su primera novela, Alterworld, un thriller tecnológico sorprendente y original que nos descubre la parte oscura y la alarmante falta de seguridad de las nuevas tecnologías, especialmente de Internet. La autora participó en la mesa redonda El costat fosc de la xarxa en la BCNegra2016 y en Cibercrims literaris i reals. Delictes i delinqüents a Internet, en la segunda edición del festival El vi fa sang, en L’Espluga de Francolí. Además, a finales de 2016, participó en la V Trobada del Club de Novel·la Negra de Altafulla con el ciberdelito como “tema estrella”. Recientemente ha publicado su segunda novela, Incognitus, que incide en la inquietud por la delincuencia organizada en el lado oscuro del ciberespacio, incluyendo al terrorismo de nuevo cuño. 

Tras Alterworld, tu ópera prima, que nos alerta sobre la ciberdelincuencia en Internet y nos presenta a Beppa Mardegan, brillante agente de Europol, publicas Incognitus, una novela que cuenta con los mismos protagonistas principales ¿Es Incognitus una segunda parte de Alterworld? ¿Cómo se gestó la novela?

Tiene los mismos personajes principales y se desarrolla en un tiempo inmediatamente posterior, Incognitus comienza en septiembre de 2015 y Alterworld acababa el 30 de junio de 2015,  así que se puede considerar una continuación. En un lector de la primera novela puede haber, en efecto, esa sensación. Sin embargo, Incognitus está escrita para ser independiente de la primera, y un lector que no haya leído Alterworld no va a echar nada de menos. Me interesaba conseguir esa doble naturaleza: un hilo de continuidad, pero a la vez independencia.

Incognitus enfrenta uno de los problemas que quedaron abiertos en Alterworld, la investigación de la muerte de la madre de la protagonista acaecida hace más de 30 años. Ese fue el germen de mi segunda novela. En ese sentido y también por la centralidad del cibercrimen como nueva y atemorizante versión moderna del crimen, forma parte de una serie. Pero tanto la historia como la estructura narrativa para contarla es muy diferente de la de Alterworld. Es, de alguna manera, una novela distinta.

María Antonia Huertas con Cari Oriol presentando Incognitus en la llibreria Pròleg, de Barcelona.

Incognitus cuenta con dos tramas temporales que se alternan entre sí: una traslada al lector a 1982 (cuando muere la madre de la protagonista) y la otra se instala en la época actual, con la amenaza del ciberterrorismo yihadista planeando sobre una cumbre internacional sobre seguridad que se celebrará en Barcelona. ¿Decidiste el desarrollo de ambas tramas y el final antes de empezar a escribir? ¿Cómo te organizas y qué puedes contarnos sobre el proceso de documentación?

Dediqué mucho tiempo a pensar cómo iba a contar la historia, tanto como a pensar la historia que quería contar. Ambos aspectos están entrelazados en Incognitus, de la misma manera como lo están las dos tramas temporales. Ese efecto era muy importante, y por ello decidí las dos tramas y el final antes de escribir. De hecho, el primer capítulo no lo hubiera podido escribir sin tener el final.

Empleé mucho tiempo en pensar toda la estructura de la novela, así como en documentarme sobre el terrorismo en la Italia de 1982 y sobre el ciberterrorismo y el yihadismo actual. Leí libros, vi películas, documentales… Ambos procesos se alimentaban entre sí. Cuando ya tuve clara la historia y cómo quería contarla, empecé a escribirla. Por supuesto que en el proceso de escritura realicé cambios en la estructura inicial, para readaptarla continuamente a las necesidades de la narración que iba tomando vida.

A finales de 2015, Beppa Mardegan continúa en Europol e intenta desentrañar el misterio que envuelve la muerte de su madre, Flora Susin, acusada de terrorista en un sangriento atentado acaecido en 1982 ¿Se fabricaban pruebas falsas en la Italia de aquellos años convulsos marcados por el auge de las tristemente famosas Brigadas Rojas?

¡Y tanto! Por ejemplo, en el libro Il quarto Livello de Carlo Palermo, magistrado que ha llevado algunas de las investigaciones más importantes de los años 80 en Italia, desde las de tráfico de armas y drogas a las de la mafia y la corrupción, éste explica que, precisamente durante las investigaciones de la magistratura romana en 1984 sobre pistas falsas de los servicios secretos fue donde se descubrió que en los años 1978-81 se construyó en el interior de los servicios secretos una estructura paralela, el llamado Supersismi, fuera de cualquier control “oficial”, pero con una financiación institucional. Fue un servicio secreto político y su no-oficialidad fue la garantía de su continuidad. Para sus acciones de “despiste” necesitaba contactos ente los jueces, a los que “captaban”.

La segunda trama de Incognitus nos sitúa en la actualidad con la amenaza real del ciberterrorismo yihadista como telón de fondo. ¿Se ha iniciado ya la guerra sucia cibernética contra los Estados y empresas de Occidente? Y, en ese caso, ¿Podemos protegernos de alguna forma? ¿Debemos recurrir a los hackers?

Las guerras del futuro serán en el ciberespacio. Eso es algo totalmente aceptado hoy en día. Es más, ya se está dando. Es así desde el ataque cibernético que sufrió Estonia en 2007, en el que los servidores de la red telefónica, el sistema de verificación de tarjetas de crédito y el directorio de Internet fue bloqueado, el mayor banco se tambaleó y el comercio y las comunicaciones fueron seriamente afectadas. Empleando técnicas de rastreo, los expertos en ciberseguridad de Estonia aseguraron que el ataque provenía de Rusia. Tras ese ciberataque la OTAN creo un centro de ciberdefensa en 2008 y lo sitúo en Tallin (capital de Estonia). Pero en 2008 parece que Georgia sufrió igualmente un ciberataque proveniente de Rusia. En 2009 USA, Japón y Corea del Sur iban a realizar un ejercicio de ciberguerra para probar la defensa de las redes informáticas; y en paralelo Corea del Norte hizo un ciberataque: se bloquearon páginas web de USA y en Corea del Sur fue el asalto definitivo: se inundaron las webs de bancos y organismos gubernamentales con virus informáticos. Y ha habido muchos otros ciberataques después.

La información manejada por las redes informáticas puede ser atacada en segundos, incluidos los ordenadores de los aviones, radares, sedes centrales de infraestructuras claves. Ninguna flota o mísil puede defendernos. Sólo los sistemas de criptografía pueden hacerlo. En la ciberguerra cuenta más la capacidad de defensa que la de ataque, que con unos pocos hackers está al alcance de cualquier gobierno.

Portbou (Girona).

Walter Benjamín, que se suicidó en Portbou en septiembre de 1940, escribió “articular históricamente el pasado no significa conocerlo como verdaderamente ha sido. Significa adueñarse de un recuerdo tal y como relampaguea en el instante de un peligro”. ¿Qué papel otorgas en Incognitus a esta idea del filósofo alemán?

En mi novela, la protagonista, Beppa Mardegan, necesita comprender qué ocurrió en 1982, cuando su madre murió en un atentado terrorista de las Brigadas Rojas, además acusada de ser ella quien puso la bomba. Parecería que necesita saber qué ocurrió “como verdaderamente ha sido”. Pero lo que ella necesita es comprender la razón profunda de esa muerte que la convirtió en huérfana. Sólo puede acudir a los recuerdos de quién estuvo allí entonces. Al recuerdo fundamental, el que relampaguea en el instante de peligro, aquel en el que se decide todo, en el que su madre muere.

En la novela, Beppa intenta desesperadamente escarbar en los recuerdos y en la memoria, hasta llegar a aquel instante de la muerte, atraparlo tal y como relampaguea en el momento de la comprensión. Lo incógnito es eso, lo que debe ser comprendido. Hay que hacer todo el viaje con Beppa para buscar ese instante. De eso va Incognitus.

El tema de la memoria histórica brilla como un leit motiv en Incognitus ¿Existe la verdad? ¿Descubrirá Beppa cuál es la verdad de lo ocurrido en el caso de su madre? ¿Puede reconstruirse lo que sucedió realmente muchos años después?

Efectivamente, ese tema atraviesa toda la novela. La verdad de lo que ocurrió es el discurso sobre el pasado que una comunidad acaba aceptando. Reconstruir lo que ocurrió verdaderamente es algo imposible en todo su sentido. Cada gesto, cada pensamiento, imposible. Beppa descubrirá su verdad, construyendo un puzle paso a paso en la trama que transcurre en su investigación; los lectores, su propia verdad, construyendo su propio puzle, a través de la trama que transcurre en 1982. ¿Será la misma? Hay que leer la novela hasta el final. Allí está mi respuesta a esa pregunta, pero como de eso, sobre todo, trata Incognitus, no puedo anticiparlo aquí.

Alterworld contaba con 31 capítulos, los mismos que Incognitus ¿Se trata de una coincidencia o de algo programado de antemano? ¿Podrías explicarnos el porqué de la elección de este número? ¿Significa algo especial para ti?

Es algo buscado. 31 capítulos para explicarlo todo. 31 es un número primo, que no se puede descomponer, así que actúa como un todo. Tiene resonancias temporales, los días máximos de un mes. No puede haber un día más allá del 31. Todo debe caber en un máximo de 31 días. Me gusta esa idea de contar una historia en un límite “espacial” como si fuera también “temporal”, como si fuera un marco en el que queda encuadrada.

Firma de libros.

¿Qué o quienes se esconden tras Incognitus? ¿Cuál es su papel en la novela? ¿Se inspira este título misterioso en alguna organización real que opera en el mundo cibernético?

Incognitus es una organización secreta, clandestina, incógnita, cuyo objetivo es proteger la libertad de la información en Internet, inspirada en los grupos reales Anonymous y WikiLeaks a partes iguales. En la novela representa el contrapunto a los poderes fácticos que intentan controlar el ciberespacio.

Por un lado, Incognitus es una organización oculta, y por otro se dedica a sacar a la luz eso que los poderes quieren mantener oculto a la vez que proporcionar un sistema criptográfico para todo el mundo, fuera del control de los gobiernos y multinacionales. Además de su nombre metafórico, tiene un papel muy importante en la investigación de Beppa, en la que ella, precisamente, debe acceder a algo que está realmente oculto. Además, encontraremos en Incognitus a otro personaje protagonista de la novela, una hacker que, de alguna manera, también es un contrapunto a Beppa.

¿Tendrá continuidad Incognitus?

Esa es mi intención. Me gustaría contar algo más de ese mundo que representa Incognitus.

Y, por último, ¿qué puedes contarnos de tus proyectos más inmediatos?

Son dos novelas que me gustaría escribir en paralelo. Una de ellas es esa continuación de Incognitus, y la otra es una historia que hace años que estoy “incubando” y que ahora creo que por fin está madura. Las dos no tendrán nada en común, pero, de alguna manera, me gustaría que hubiera una huella de ese trabajo en paralelo. A ver qué sale.

Desde Mucho Más Que Un Libro te deseamos mucha suerte.

 

 

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