Descubriendo los secretos de “El lebrel de los Basketville” con Eduardo Oller

Eduardo Oller nació en Barcelona y su actividad profesional se desarrolló fundamentalmente en el ámbito de la informática bancaria. En cuanto a su quehacer literario cabe destacar la obtención en 2014 del primer premio de relatos breves de Vimbodi i Poblet, así como su participación como finalista con la novela “Las seis letras” en el II Premio Icue Negro, organizado por Cartagena Negra 2020. Es autor de las novelas: “Estruc” (Ápeiron Ediciones 2017); “Las mensajeras” (Editorial Tandaia 2019); “Las seis letras” y “Erside” (Ediciones Oblicuas 2019 y 2021); “Stacco” (Ediciones Atlantis 2022), “Dos horas” (Extravertida Editorial 2023) y “El lebrel de los Basketville”, publicada por Apeiron Ediciones en 2024, un nuevo caso para el detective privado Juan Ollero y su fiel amigo, Magín Herrero. Hoy hablaremos de los entresijos de esta última novela.

Stacco, Erside y Dos horas conforman la trilogía que enfrentó a los desalmados Samuel Hierro, alias “El caballero”, y Ernesto Coradia, con Juan Ollero y Magín Herrero. ¿Forma parte El lebrel de los Basketville de otra trilogía? ¿Qué puedes contarnos?
Lo cierto es que sí. Una vez que concluí Dos horas me planteé un nuevo antagonista, aunque sin la intención de armar una trilogía para ese antagonista. Fue a medida que la historia se iba desarrollando, que la posibilidad de repetir la fórmula se empezó también a fraguar.
El lector de “El lebrel de los Basketville” no podrá evitar relacionar el título con “El perro de los Baskerville”, una de las novelas más conocidas de Arthur Conan Doyle, protagonizada por Sherlock Holmes. ¿Se trata de un “guiño” – homenaje al creador del más famoso detective de todos los tiempos?
Es un guiño y un reto personal. Diría que fue mientras escribía Dos horas que un día, no recuerdo el motivo concreto, acudí a mis estudios de música y me dije; a que no tienes bemoles de escribir una historia que se llame El lebrel de los Basketville. Una vez concluida Dos horas escribí Memoria en blanco, pero el Lebrel seguía en mi cabeza.
Muy probablemente, esta trilogía nace en Memoria en blanco, pero el Lebrel ya tomaba cuerpo y encajaba con el villano que estaba esbozando en ese momento.
En todo caso, esto da pie a un debate interesante; ¿El título crea la historia o es al revés? ¿La inspiración pinta algo en todo esto? ¿Cada autor es un mundo? ¿lo es a su vez cada historia aun siendo de un mismo autor?…

En El lebrel de los Basketville Juan Ollero y su alter ego, John Pottery, recuerdan con frustración el desenlace de un caso anterior, Memoria en Blanco, que culminó con la huida de Alexander Masón, “El contratista”, y Delia Ferrat. ¿Nos explicas quienes son estos dos personajes y el origen de su enemistad con Ollero / Pottery y Magín Herrero?
Como he comentado, Memoria en blanco es la primera novela de esta segunda trilogía. No voy a desvelar nada sobre Delia Ferrat porque es un personaje muy potente, o al menos a mí me lo parece, que requiere ser leído si algún día ve la luz. En cuanto a Alexander Masón, únicamente diré que era el protegido de Samuel Hierro (anterior antagonista de Ollero / Pottery) en su época de universidad, y que es ahí donde se origina el encono.
En algunos pasajes de la novela haces referencia al COVID 19. ¿Escribiste El lebrel de los Basketville durante los duros meses de confinamiento por la pandemia? ¿Y la historia anterior, Memoria en Blanco?
La que escribí durante el confinamiento fue Memoria en blanco. De hecho, esa situación impacta directamente en la trama de la novela, pero como recordarás, durante varios meses se mantuvieron una serie de restricciones sobre los aforos, las reuniones, los ascensores, el transporte público etc. No digamos ya el tema de las mascarillas. Todo ello afectó al día a día de las personas durante los años 2020 y 2021, época en la que transcurren El lebrel de los Basketville y la novela posterior.

En esta nueva aventura, Juan Ollero / John Pottery, junto a su amigo y socio Magín Herrero, se enfrentan a un enrevesado caso con varias muertes sin aparente relación entre sí. La historia transcurrirá entre Novés, un pequeño pueblo de Castilla-La Mancha y Barcelona. ¿Por qué sitúas buena parte de la acción en Novés?
Como he comentado en alguna ocasión, la primera novela de esta serie, Las seis letras, nació como un homenaje interno a mi familia, era un pequeño “divertimento”. El caso es que eso cambió y que pasó a ser una historia estándar, pero algunos personajes los continué basando en mi familia. La portera de la finca en la que vive Ollero, la señora Nieves, es un homenaje a mi madre (se llamaba Nieves). Novés es el pueblo en el que ella nació. Decidí situar un equipo de básquet, el Basketville, en Novés y rendir así homenaje a su pueblo.
¿Te has inspirado en personajes reales o de ficción para crear tus personajes?
Aparte del homenaje a Holmes y Watson que ya es la serie en sí, algunos personajes son totalmente inventados, pero otros se basan en personas reales, entre ellas mi madre.

Los OVNIS y la creencia en la existencia de civilizaciones extraterrestres estuvieron “de moda” durante décadas y también se mencionan en “El lebrel de los Basketville”. ¿Crees en la existencia de otros mundos que podrían querer conquistar nuestro planeta? ¿Lo creía Arthur Conan Doyle?
En El Lebrel utilizo el tema como excusa para una de las situaciones, pero no es algo que a día de hoy me preocupe demasiado. En cuanto a Doyle, no hay constancia de que creyese en extraterrestres, pero sí en las hadas. En 1917, Doyle, que era ya un afamado escritor, pero también un referente en la defensa de lo paranormal, recibió unas instantáneas en las que podía verse a un par de niñas posando en el bosque junto a unas pequeñas hadas (Las hadas de Cottingley) Aquello resultó ser un fraude, pero él llegó a declarar «Estos pequeños seres no se distinguen de nosotros más que por una ligera diferencia de vibración». El maestro de la racionalidad no contemplaba las cosas con la misma perspectiva que lo hacía su personaje.
El lebrel de los Basketville es una novela policíaca con crímenes y posterior investigación y su principal objetivo es entretener, pero al igual que en novelas anteriores, planteas cuestiones que invitan a pensar sobre a dónde vamos como sociedad. Hablo, por ejemplo, de la llamada “gentrificación” que ya afecta al centro y a algunos barrios emblemáticos de Barcelona, como es el caso de l’Eixample. ¿Qué opinas de este proceso? ¿Lo ves como un fenómeno imparable?
Como diría Magín, el equilibrio debería ser la medida de todas las cosas, pero es el impacto económico previsible el que moldea los escenarios. El proceso que describes es irreversible mientras haya factores económicos que así lo justifiquen. Yo creo que a la larga esto no va a ninguna parte, pero no es algo que esté en nuestra mano cambiar.
La novela también incluye referencias detalladas al metro de Barcelona, la Escuela Industrial (donde se supone que hay túneles ocultos), la Casa de l’Ardiaca, donde residió Pere de Rovera, Gran Maestre de la Orden del Temple, en 1150, el Mercat del Ninot, etc. ¿Cómo te has documentado? ¿Te atrae la historia de la Orden del Temple?
Me atrae la historia en general. En cuanto a la documentación, es cierto que Internet es una fuente inagotable de datos, pero primero tienes que saber qué es lo que quieres buscar, cómo buscarlo, como interpretarlo y cómo hilvanar todo aquello que encuentras. De todas formas, el punto de partida tienes que tenerlo tú, sino no funciona. Por cierto, los túneles de la Escuela Industrial son reales.

Sherlock Holmes tocaba el violín porque le ayudaba a ordenar sus reflexiones detectivescas, A John Pottery le inspira la música clásica, especialmente El clave bien temperado, de Johan Sebastian Bach. ¿Y a Eduardo Oller? ¿Escuchas música mientras escribes?
Para mí, Bach es algo especial. Sus partituras son diseños matemáticos perfectamente ordenados, pero, cuando suenan, te das cuenta de que por encima sobrevuela algo más, ¿qué?, no se sabe, eso es arte. Por cierto, para escribir necesito el más absoluto de los silencios.
Una antigua y larga sed de venganza empuja a Alexander Masón, el nuevo enemigo de Juan Ollero / John Pottery a intentar hacer el máximo daño a su oponente ¿Volverán a enfrentarse en el futuro?
Podría hacer de pitoniso y decir que así lo veo, pero seré más sincero y diré que así está escrito, aunque no publicado.
Te deseamos mucha suerte.