Descubrir secretos: El último caso, de Francisco Marín.
Francisco Marín nació en Castro-Urdiales (Cantabria) en 1962. Ha vivido en Benidorm, Alicante, Valencia, Bellvís (Lleida), San Sebastián y Fuenterrabía antes de llegar a Ibiza, donde se instaló hace más de veinte años. Licenciado en Derecho por la UNED, cursó también tres años de Filosofía. Trabajó durante un tiempo como camarero y recepcionista de hotel y, desde 1992, es funcionario de la Administración de Justicia. En 2016, debuta en la literatura con El caso Demichellis, un thriller policíaco cuya acción se desarrolla en Ibiza. Esta ópera prima se convirtió en un éxito de ventas en Amazon con más de 25.000 lectores. En 2019, publica su segunda novela policíaca, El último caso, con la editorial Círculo Rojo y autopublica Autobiografía de un escritor diletante, un libro que trata de reflejar sus experiencias como lector y como escritor.
Explícanos cómo se gestó Autobiografía de un escritor diletante y cuál es el objetivo de su autopublicación. ¿A qué tipo de lector va dirigido?
Este libro se puede decir que me salió de dentro. No tuve que planificar ni pensar nada, me puse a escribir y fue saliendo. Fui consignando anécdotas y experiencias autobiográficas, siguiendo una línea temporal, más o menos cronológica, pero según cómo me venían a la cabeza. Es un libro que se escribió solo. Creo que va dirigido a todas las personas interesadas en el mundillo literario y editorial, en especial a aquellos que se están planteando escribir o han comenzado a hacerlo.
¿Satisfecho con la acogida de este libro de “no ficción” por parte de los lectores?
Muy satisfecho. Es mi libro mejor valorado en Amazon, con 4,9/5. Además, por mi experiencia, se publica una reseña por cada 100 ebooks vendidos, de media. En la Autobiografía se está publicando una reseña cada siete u ocho ebooks descargados, lo que creo que es muy significativo.
Por otro lado, muchas de las reseñas vienen de escritores, lo que para mí tiene un enorme valor.
El caso Demichellis, tu primera novela policíaca, se convirtió en 2018 en uno de los ebooks más leídos en Amazon y la tercera novela más vendida durante el verano de ese año, tal como nos explicas en Autobiografía de un escritor diletante. ¿Esperabas este éxito?
Desde luego, no lo esperaba. Es algo así como cuando compras un billete de lotería; tienes una pequeña ilusión, pero en el fondo piensas que no te va a tocar. En este caso me tocó el premio gordo.
Tres años después de la publicación de El caso Demichellis, publicas una segunda novela policíaca, El último caso, con los mismos protagonistas: el brillante abogado criminalista, Raúl Ballesteros, y el apocado detective, Álex Zarco. ¿Nos encontramos en el inicio de una serie? ¿Habrá una tercera novela?
Sí. Habrá una tercera, que de hecho estoy escribiendo. Pero esta sí que aseguro que será la última con estos personajes. Aparte de aparecer los personajes principales de las dos novelas anteriores (Ballesteros, Zarco y Paco Marín), en esta última quiero hacer algo novedoso, no limitarme a repetir la fórmula.
En El último caso, el lector encontrará a un tercer personaje, un escritor novel, amigo íntimo de Raúl Ballesteros, también presente en El caso Demichellis. ¿Cómo se te ocurrió incluir a este personaje (que cobra cada vez más protagonismo) en la trama de esta segunda obra? ¿Se trata de un alter ego de una persona real?
Pues la inclusión de este personaje la explico en la Autobiografía. Yo había escrito algunas cosas que luego se habían reproducido en la vida real, así que, por intentarlo que no quedara, y creé a un personaje que se llamaba como yo a quien tocaban 24 millones de euros en la Lotería Primitiva. Ya te adelanto que este último hecho no tuvo su correspondencia en la vida real.
La acción de esta segunda novela también se desarrolla en una Ibiza fuera de temporada, desconocida para el turismo de masas y con una presencia importante de la temible “mafia rusa”. ¿Cuánto hay de realidad y cuánto de ficción? ¿Cómo fue el proceso de documentación sobre las mafias y el crimen organizado para escribir la novela?
La mayor parte es ficción, pero claro siempre te documentas. Y lo cierto es que cuando leí en un artículo periodístico que un porcentaje altísimo de locales, bares y comercios en Moscú (y en gran parte de Rusia) pagaban un canon a la Mafiya, me quedé estupefacto, creía que este tipo de cosas pertenecían al pasado.
En El último caso, el lector visita rincones, playas, restaurantes, hoteles y bares de Ibiza y hasta un club nocturno de dudosa legalidad. ¿Son espacios reales o inventados?
La mayoría de los bares y locales que salen en la novela, por no decir todos, son reales y los suelo frecuentar. Excepto el club de alterne que aparece, claro.
Además del enigma policíaco, El último caso penetra en el lado oscuro de nuestra sociedad privilegiada: las redes dedicadas a la explotación sexual de las mujeres, el crimen organizado, las “tapaderas” para blanquear dinero proveniente de operaciones ilegales, etc. ¿Toda esta podredumbre se oculta tras la fachada paradisiaca de “la isla blanca”?
Bueno, creo que el mundo de la delincuencia está muy enraizado en la sociedad occidental, no solo ocurre en Ibiza sino en cualquier ciudad española. Por eso surgen escritores de novela negra y policiaca.
Raúl Ballesteros y Álex Zarco, los personajes que nos cautivaron en El caso Demichellis, continúan su andadura en El último caso con las dudas y problemas que acompañan la evolución de todo ser humano: el amor y los celos, la desconfianza, la misantropía y la necesidad de la amistad sincera, la enfermedad mental y la fina línea entre lo sano y lo insano. ¿Querías mostrar unos personajes con sus fragilidades y sus fortalezas con los que el lector pueda fácilmente identificarse?
Algo así. Con Ballesteros hice un personaje que sigue algunos tópicos, como el beber whisky. Esto es un modesto homenaje a la novela negra clásica, pero Ballesteros también tiene sus dilemas internos que lo hacen más humano
Con Zarco pretendí crear un personaje que saliera de todos los tópicos del detective privado: sufre esquizofrenia paranoide, es tímido, introvertido, gay, bebe Cola Cao…
La novela también alerta al lector sobre la parte oculta y frecuentemente delictiva de Internet (Deep Web y, especialmente, la llamada Dark Web). ¿Qué puedes contarnos sobre esta parte de Internet?
Pues la verdad es que no la conozco mucho. Supongo que sé lo mismo que cualquiera que haya leído un poco sobre el tema, que es una web en la que el delito campa a sus anchas. Se puede comprar una pistola con la misma facilidad que contratar a un sicario, películas “snuff” y quién sabe hasta dónde llegan.
Además de escritor, eres funcionario de la Administración de Justicia. Los Tribunales, las decisiones de los jueces, los retrasos en la resolución de los casos, la falta de medios, las críticas en las redes sociales sin conocimiento de causa, tan en boga hoy en día, están muy presentes en El último caso. ¿Precisa de urgentes mejoras el funcionamiento del sistema judicial en nuestro país?
Sí. Y en Ibiza ni te cuento. La actividad judicial en el ámbito penal está paralizada desde hace un año, la fecha en la que se quemaron los juzgados de instrucción.
La Administración de Justicia necesita más medios y más personal preparado. La justicia trata de paliar los efectos del delito o de alguna ilegalidad, pero se tarda demasiado, en muchas ocasiones años, en obtener una resolución. Y, en ocasiones, una resolución, por muy justa que sea, si llega tarde no sirve de mucho.
Capítulos cortos, con una trama bien construida que avanza hacia un sorprendente desenlace. ¿Decidiste el desarrollo y el final de la novela antes de empezar a escribir? ¿Alguna variación respecto a El caso Demichellis? Y el título de la novela ¿cómo lo elegiste?
El título de “El último caso” lo elegí pensando que iba a ser mi última novela con estos personajes, aunque ya he dicho que habrá una tercera. Por lo que se refiere al desarrollo de la trama, siempre empiezo con una idea en la cabeza, pero que se va transformando y, tanto en “El caso Demichellis” como en “El último caso”, el desenlace final no es el que había imaginado al comenzar la novela. Es como si los personajes tuvieran vida propia y te conducen en una u otra dirección.
Por último, nuestra pregunta obligada: háblanos de tus proyectos de futuro.
Pues ahora estoy escribiendo la tercera novela para cerrar la trilogía y, como dije antes, pretendo que sea algo distinta de las dos anteriores. Pretendo que sea la última con estos personajes. Luego, ya veré lo que hago. Posiblemente continuaré con el género policíaco, pero no descarto hacer algo diferente.
Desde Mucho Más Que Un Libro te deseamos mucha suerte.