Entrevistas Novela Negra

Entrevista a Nil Kandel

Nil Kandel

Nil Kandel nació en Sabadell y siempre ha vivido cerca de Barcelona.  Pasó su infancia en una casa de campo y allí descubrió su afición por la lectura.  Pasaba largas horas leyendo novelas de aventuras y de misterio. Descubrió que le gustaba imaginar historias, por lo que en la adolescencia empezó a escribir cuentos, relatos cortos y poesías en las que reflejaba sus inquietudes.

Durante varios años compaginó sus dos pasiones: la literatura y la música. Formó parte de algunas bandas de rock progresivo y compuso varias canciones.  Hasta que decidió dedicar más tiempo a la narrativa con la intención de escribir novelas, básicamente de suspense y de intriga psicológica, como La última carta de Nagore. Actualmente está trabajando en la que será su quinta novela.

¿Qué fue primero para Nil Kandel: la música o la literatura? ¿Cómo compaginas estas dos pasiones en la actualidad?

La literatura despertó mi interés antes que la música. Durante mi niñez solo escuchaba la música que sonaba por la radio, en casa de mis padres o de mis abuelos. Sin embargo, recuerdo que pasaba muchas horas leyendo cuando estaba en casa de mis abuelos. Ellos vivían en una casa de campo y me gustaba leer cómics y novelas de aventuras al lado de la chimenea en invierno, o bajo la sombra de algún árbol en verano. En la adolescencia descubrí la música psicodélica y el rock progresivo. Me sentí fascinado por aquellos sonidos y aquellas harmonías que me transportaban. Por aquel entonces también descubrí a Edgar Allan Poe. Leer relatos de Allan Poe y escuchar discos de Pink Floyd era lo que más me gustaba.

En la actualidad dedico mucho más tiempo a la literatura que a la música. Estuve varios años tocando el bajo eléctrico y componiendo canciones en grupos de rock progresivo y de pop-rock, pero esa etapa terminó. Claro que escucho música a menudo y voy a conciertos, pero cuando decidí colgar el bajo eléctrico empecé a dedicar más tiempo a la literatura, a descubrir nuevos autores y a escribir mis novelas.

Y en cuanto a la literatura, ¿relato corto o novela? ¿Qué prefieres? Háblanos de tus referentes literarios y de tus inicios como escritor.

Recuerdo que de niño me gustaba convertir mis inquietudes en palabras e intentaba escribir poesías.  En la adolescencia empecé a leer a Edgar Allan Poe y a H.P. Lovecraft y gracias a ellos me animé a escribir relatos cortos de misterio.  Más adelante también escribí  letras para algunas de las canciones que interpretábamos con las bandas musicales de las que formé parte. Cuando empecé a escribir novelas vi que esto era lo que realmente me gustaba. Al descubrir a Dashiell Hammett y a Raymond Chandler pensé que lo pasaría muy bien escribiendo novela negra. Y así fue. También escribo algún relato de vez en cuando, pero me siento más cómodo escribiendo novelas.

Novela policíaca, novela negra, novela de intriga ¿Cómo calificarías La última carta de Nagore

Creo que la calificación de novela negra es la que más se adapta a La última carta de Nagore. La trama no consiste tan solo en resolver un enigma o en crear situaciones de misterio. Se da relevancia a una serie de hechos ocurridos en los años ochenta, el contexto social y político que entonces se vivía, y cómo estos hechos siguen  afectando a los personajes de la novela treinta años después de haber ocurrido. Está claro que en otras circunstancias los personajes habrían sido totalmente distintos.

¿Cómo se gestó la novela? ¿Decidiste la trama y el final antes de empezar a escribir? Cuéntanos cuál fue tu método.

Empecé a planear la trama recordando la información que había leído acerca de unos crímenes ocurridos en los años ochenta, y los rumores que circularon entonces, poniendo en duda la investigación policial. Yo quería escribir sobre la obsesión de un hombre que vive atormentado desde el asesinato de su hija. Le produce un gran sufrimiento imaginar que los hombres acusados tal vez no fueron los culpables, y que los verdaderos asesinos han estado siempre en libertad, disfrutando de una vida plácida. El padre de Irati siempre ha sospechado que pudo  evitar la muerte de su hija. Si consigue saber la verdad, tal vez pueda librarse de su tormento.

Al empezar a escribir la novela tenía bastante clara la estructura principal de la trama y los personajes principales de la historia. También una aproximación de cómo debía ser el final. Antes de empezar a escribir una novela me gusta tener más o menos claro el camino que quiero seguir y el objetivo al que quiero llegar. A medida que la historia avanza se enriquece la trama, se da profundidad a los personajes, aparecen situaciones y personajes imprevistos y se modulan muchos aspectos de la narración. Luego, en las diversas reescrituras que realizo una vez he dado por terminada la novela, aprovecho para pulir múltiples detalles y para eliminar todas las palabras y frases que me parecen innecesarias.

Sierra de Aralar (Donostia)

La última carta de Nagore nos presenta a Daniel, un enigmático y solitario investigador privado, amante de la buena gastronomía. Poco después de volver a Barcelona recibe el encargo de investigar un doble crimen ocurrido treinta años atrás. ¿Te has inspirado en alguien real? ¿Y en algún detective de ficción como Pepe Carvalho, el personaje de Manuel Vázquez Montalbán?

Siempre podemos inspirarnos en algún personaje conocido o en alguien de nuestro entorno a la hora de crear personajes. Incluso en nosotros mismos. En el caso de Daniel no me inspiré en nadie en concreto, exceptuando algunos detalles. Eso sí, antes de empezar a escribir la novela tenía muy claro cómo debía ser este personaje y sus rasgos más característicos. Con el Pepe Carvalho de Vázquez Montalbán puede tener en común que los dos son detectives privados atípicos, algo misteriosos y escépticos, acostumbrados a recibir golpes y a remar contracorriente, pero aparte de eso no creo que haya muchas más similitudes. Daniel es un hombre solitario, con carácter introvertido y anárquico, que no soporta compartir su trabajo con algún colega. En ocasiones puede parecer frío y despiadado, y en otras mostrar una gran sensibilidad.

En la novela, el asesinato no resuelto de Irati y Nagore, dos adolescentes de dieciséis años, en la sierra de Gúdar (Teruel) llevará a Daniel a iniciar un viaje de investigación casi circular que le llevará de Barcelona a Navarra y País Vasco, Valladolid, Cariñena y Vinaroz, antes de regresar a Barcelona. ¿Conoces los lugares que describes con tanta precisión?

He estado en todos estos lugares. En el País Vasco he estado varias veces. Siempre me he sentido bien allí. Cuando estaba terminando la novela me desplacé a la comarca del Goierri para pasar allí unos días. Es una de las zonas importantes en la situación de la trama. Eso me sirvió para pulir algunas descripciones.

En un pasaje de La última carta de Nagore, Daniel lee una novela de Philip Roth, uno de los escritores más premiados de su generación, ganador del Pulitzer en 1997 con la novela Pastoral americana. ¿Por qué Philip Roth? ¿Es este uno de los autores preferidos de Nil Kandel?

Sí, Philip Roth es uno de mis autores preferidos. Su muerte se produjo mientras yo realizaba una de las últimas reescrituras de la novela y entonces pensé que podía nombrarlo en un par de párrafos, como su fuera un pequeño homenaje. Por otro lado, los personajes importantes de Philip Roth son hombres más bien díscolos, que a menudo se sienten solos y aislados, desubicados en una sociedad donde no encuentran su espacio. Eso encajaba muy bien con la personalidad de Daniel.

La música juega también un papel importante en la novela, tanto la música clásica que escucha Maitane, otro de los personajes principales, amiga íntima de las muchachas asesinadas, como la música de rock progresivo de los ochenta representada por The Alan Parsons Project, o Peter Gabriel, que tanto deleita a Daniel. Y Nil Kandel, ¿qué papel representa la música en tu vida?

La música enriqueció muchas etapas de mi vida. Tal vez por eso tiene un protagonismo importante en mis novelas. Ya sea música clásica, rock progresivo, jazz o pop-rock. Por ejemplo, en la primera novela que escribí, era el jazz la música que predominaba a lo largo de la historia. Me pareció el tipo de música ideal para acompañar a los personajes que se describían y el entorno donde estaban situados.

La última carta de Nagore también hace referencia al dramático pasado reciente del País Vasco, con la lucha entre activistas etarras y comandos de mercenarios entrenados en la guerra sucia antiterrorista, junto a la corrupción política, falsificación de pruebas y abusos y prostitución de menores ¿Hay algún animo de denuncia en la novela? ¿Cómo te documentaste?

La novela negra es tal vez el género narrativo que nos muestra con mayor crudeza la parte oscura de la sociedad en la que vivimos. Está claro que escribir sobre aspectos sórdidos de la sociedad, personajes corruptos y mentes retorcidas sirve como denuncia, aunque las historias que se expliquen sean ficticias. Todos los personajes de La última carta de Nagore son ficticios, condicionados por el contexto social de los años ochenta y por acontecimientos que entonces se vivieron. También es cierto que muchos aspectos de la historia pueden trasladarse a la actualidad. Me documente principalmente en periódicos editados en los años ochenta. También en revistas digitales. La información que encontré me ayudó a perfilar muchos fragmentos de la trama. Ya sabemos que ocurrieron muchas cosas a nivel institucional que todavía son un misterio, como siempre ha sucedido y seguirá sucediendo, pero eso no afectó el resultado que yo buscaba, ni el mensaje que yo quería transmitir con la novela.

Peter Gabriel 1 (álbum lanzado en 1977)

Daniel, el protagonista de La última carta de Nagore, nos cuenta la historia en primera persona. ¿Prefieres esta forma narrativa a la tercera persona o al narrador omnisciente? ¿Por qué motivo?

Me gusta alternar, tanto en las novelas como en los relatos. La verdad es que no tengo una preferencia clara en ese aspecto. Al escribir en primera persona  nos adentramos de un modo más profundo en la narración, el narrador está viviendo la historia. Por otro lado, el narrador omnisciente nos proporciona una sensación de control absoluto sobre los personajes. Sabemos lo que ocurre en sus mentes en cada momento y cuáles son sus intenciones. Digamos que me siento cómodo usando las dos formas narrativas.

¿Tendrá continuación La última carta de Nagore? ¿Formará parte de una serie?

Es algo que no tengo previsto. Tampoco escribir una serie. Me lo paso muy bien escribiendo novela negra, pero prefiero que sean historias independientes y crear distintos personajes en cada una de ellas. Tal vez en el futuro lo vea de otra forma y me decida a escribir alguna serie, quién sabe. Es algo que no me he planteado.

Cita cinco autores y cinco novelas favoritas.

No es fácil escoger a cinco, entre tantos autores a los que admiro. Citaré a Edgar Allan Poe, ya que sus relatos me incentivaron a escribir historias de ficción y fue el precursor de la novela policíaca y criminal. Dashiell Hammett y Raymond Chandler aumentaron mi interés por la novela negra, y al leerlos pensé que me gustaría escribir historias de este género. John Steinbeck y Gabriel García Márquez me fascinaron con sus estilos narrativos tan profundos y emotivos, cargados de humanidad. Me influyeron de un modo notable en etapas importantes de mi vida. En cuanto a las novelas, en el género de la novela negra, Cosecha roja y El sueño eterno son dos de mí preferidas. Las uvas de la ira, Viaje al fin de la noche y El gran Gatsby también son novelas que me impactaron y que considero imprescindibles.

Algún consejo para empezar a escribir.

Está claro que, si queremos escribir algo decente, antes debemos dedicar mucho tiempo a leer toda la literatura que nos sea posible. Autores clásicos y contemporáneos que nos aporten cosas positivas. Distintos géneros narrativos. Luego cada uno desarrollará su estilo y escogerá el género narrativo que más le atraiga. Es importante acostumbrase a ser constante y disciplinado si queremos conseguir buenos resultados con nuestra escritura, intentar escribir desde el corazón, sacar todo aquello que hierve en nuestras entrañas. En fin, convertir la escritura en una actividad que nos apasione, antes de pensar si lo que hacemos puede gustar a más o a menos personas.

Por último, háblanos de tus proyectos de futuro.

No me gusta demasiado hacer proyectos de futuro. En principio tengo la intención de publicar gradualmente las novelas que tengo terminadas. He estado mucho tiempo escribiendo en las horas libres que me permitía mi actividad profesional, sin pensar demasiado en las publicaciones, pero ahora me apetece hacerlo. Por otro lado, espero terminar en un par de meses la novela en la que estoy trabajando y empezar pronto a desarrollar alguna de las historias que tengo en mente.

Desde Mucho Más Que Un Libro te deseamos mucha suerte.

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