Entrevista a Pedro Daniel Verdugo
Pedro D. Verdugo
Pedro Daniel Verdugo Romero nació en Barcelona un lluvioso día de Sant Jordi de principios de los años setenta. Es Ingeniero en informática y trabaja como director de proyectos tecnológicos. Debutó en la escritura con historias cortas que publicaba en su blog ‘El Bit Gris’. Con una de ellas, Sueños en bucle, ganó el primer premio del segundo concurso de relatos cortos JAK de Santa Coloma de Gramanet, en 2012. Ha sido finalista en otros concursos de relatos que se encuentran recopilados en su portal, www.elpendulodenewton.com.
En 2015 decide dar el salto a la novela y publica La falsa metáfora del péndulo de Newton, una novela policíaca ambientada en Barcelona, con todos los ingredientes para enganchar al lector: trampas, envidias, celos, asesinatos y subsiguiente investigación policial, magnates, dinero, corrupción, mujeres fatales, hombres desesperados… y giros sorprendentes hasta el inesperado final.
¿Desde cuando escribes y que te impulsó a hacerlo?
Cuando nací tuve la suerte de ir a parar a una familia de libreros, ya que mis abuelos y mis tíos regentaban una librería-papelería en los bajos del edificio donde vivíamos las tres familias. Así que desde muy pequeño me acostumbré a ver libros, diarios y revistas por casa.
Supongo que debido a un instinto de curiosidad innato, fui uno de los primeros niños de mi clase de preescolar que aprendieron a leer, a los cuatro años. Desde aquel momento me acostumbré a pasar por la papelería antes de subir a casa para escoger el último número de mis tebeos favoritos. De los tebeos fui pasando a las historias de Julio Verne y Emilio Salgari, y de ahí a novelas y libros más complejos, ya comprados y/o regalados.
Es decir, que desde que tengo uso de razón he sido un lector voraz. Sin embargo, los escasos intentos de escribir algo mínimamente atractivo siempre fueron un tanto frustrantes. Al releer mis obras siempre me parecían una porquería vergonzante y tomé la decisión de dejar aparcado por mucho tiempo ese instinto de escribir.
Sin embargo, algo cambió tras un viaje de trabajo a Italia con una vuelta a Barcelona repleta de peripecias. Me decidí a escribir y enviar por e-mail una crónica para mis compañeros de trabajo, y ésta obtuvo un inesperado éxito. De esta manera comprobé que quizás en algún momento de inspiración divina podía ser capaz de escribir algo interesante para los demás. Al cabo de los años, poco a poco y de manera relativamente reciente, empecé a capturar ideas para relatos en una libretita, y las fui elaborando, escribiendo y publicando en un blog.
Por una de esas historias me dieron un pequeño premio y a partir de ahí seguí publicando más relatos, hasta plantearme la posibilidad de crear algo más elaborado en forma de novela.
¿Por qué escribir una novela policiaca?
El planteamiento inicial de “La falsa metáfora...” estaba basado en algunos de esos relatos que había ido escribiendo, sin pararme a pensar en detalle en el tipo de novela que quería construir. Mi intención era tan solo escribir algo entretenido y divertido, teniendo claro que debía ser a la vez muy respetuoso con el lector y que no le podía entregar cualquier cosa. Debía ser algo que gustara pero que intentara tener un cierto estilo, sin preocuparme demasiado de seguir los dogmas de un movimiento o etiqueta en particular.
A medida que planteaba la trama, los personajes y los giros, fue quedando claro que la novela se encaminaba en la dirección de una historia de misterio y suspense, en la que no pueden faltar los policías, los sospechosos, los inocentes y por supuesto, los malos que intentan burlar a la ley. Tuve claro desde el principio que los diferentes hilos de la novela debían confluir en una resolución potente, única, coherente y que diera respuesta a todas las incógnitas planteadas durante la trama.
¿Cómo se gestó La falsa metáfora del Péndulo de Newton?
Como decía antes, en un momento dado tuve una lista de buenos relatos que me inspiraron para crear la semilla de “La falsa metáfora”: una reunión/concurso literario donde el premio para los participantes fuera la publicación de un libro en una editorial de renombre.
Pero tras escribir una primera versión que transcurría enteramente en la mansión del anfitrión y sin intervención de la policía, entendí que la historia se convertía en algo un tanto inverosímil, por lo que tuve que replantearla casi al 90%. Sólo entonces aparecieron los investigadores y el resto de personajes que daban sentido y coherencia a la trama. Esta que he publicado es de hecho la cuarta versión de la historia.
Los personajes: Álex, Paula y D’Antoni. Obra de Pedro D. Verdugo.
El protagonista de la novela, Álex Alsina, analista de riesgos y escritor frustrado, participa junto a otros cuatro “afortunados” en un inusual concurso literario. El ganador verá publicada su novela por una poderosa editorial. ¿Conoces el mundo editorial? ¿Crees que esconde una parte oscura?
Cuando idee la trama no conocía en profundidad el mundo editorial, pero había leído bastante sobre muchos aspirantes a escritor como yo y sobre lo difícil que es tener la suerte de que te publiquen una novela si con antelación no tienes un cierto nombre en este mundillo. En fin, como se puede ver, un pez que se muerde la cola.
Así que decidí hacer de esta frustración una de las premisas de la novela: Si alguien te diera la oportunidad de publicar tu novela, en dura competición con otros como tú, ¿Hasta dónde serias capaz de llegar para conseguirlo?
Por lo tanto, como en cualquier otro entorno profesional donde se hagan apuestas en negocios que pueden comportar ganar o perder mucho dinero, asumo que el mundo editorial también puede tener una parte un tanto oscura y extra-ambiciosa. La competencia entre editoriales y escritores por conseguir la preciada visibilidad puede llegar a ser cruenta y despiadada.
Los personajes: Miquel, Rosa y Héctor. Obra de Pedro D. Verdugo.
Álex Alsina comparte protagonismo con otros personajes –cada uno con sus problemas, ambiciones, secretos, amores y desamores-. ¿Te has inspirado en algún personaje real?
Tanto el personaje de Alex como el del resto de sus colegas, amigos, enemigos o contrincantes son puramente imaginarios, aunque todos ellos son el producto de una serie de actuaciones o actitudes vitales de personas reales que he ido conociendo o tratando en mi vida. Y, aunque reconozco que la vida real es mi inspiración inicial, diría que ésta podría producir el 20% de la personalidad de los protagonistas (siempre como combinación de diferentes personas y situaciones reales), mientras que el restante 80% sería puramente producto de mi imaginación.
Como buena novela de intriga, La falsa metáfora del Péndulo de Newton mantiene al lector en vilo hasta el sorprendente final. ¿Cómo escribe Pedro Daniel Verdugo? ¿Decides la trama y el final de la novela antes de empezar a escribir?
Procuro ser bastante meticuloso mientras escribo. Hasta que no tengo la idea completa de la trama, incluido su final, no me pongo a escribir en serio, a no ser que un día me sienta totalmente inspirado y me satisfaga plenamente lo que escribo. Siempre es posible reescribir y recolocar luego, pero sin duda hay que aprovechar esos momentos de inspiración.
Cuando tengo esa trama completa en mi cabeza, mi siguiente paso es el de describir cada escena con un par de frases, asignarle un número, y relacionar unas con otras de manera que todo cuadre. Solo cuando tengo esta plantilla completa me pongo a escribir «en serio». A veces me cuesta bastante encontrar las palabras correctas y escribo muy poco, otras surgen como un torrente de mi cabeza y es cuando debo aprovechar la situación y me quedo escribiendo hasta tarde.
Dejo entonces lo que he escrito en reposo durante varios días mientras escribo otras partes, y vuelvo a ello más tarde, para corregir posiblemente entre el 80% y el 90% de lo escrito inicialmente. Este proceso iterativo puede durar semanas o meses, hasta que llego al convencimiento de que me gusta lo que he escrito.
Cuando la historia está en principio acabada, vuelvo a volcar lo más importante de cada escena en una única tarjeta numerada para esa escena. Cuando las tengo todas, las pongo juntas y vuelvo a comprobar que la historia sigue siendo coherente. Ese proceso de mover escenas y actividades puede durar también bastante. Pero hasta que no estoy convencido de la integridad de la trama no la suelto.
Aunque anteriormente habías escrito relatos cortos y habías ganado un premio con uno de ellos, La falsa metáfora del Péndulo de Newton es tu ópera prima en el campo de la novela ¿Cómo la han acogido tus familiares, amigos y compañeros de profesión?
La aceptación de la novela por parte de mi círculo cercano ha sido más que buena. Prácticamente todo el mundo que la ha leído me ha felicitado y me ha comentado que le ha parecido muy entretenida y digna. La resolución de los enigmas que he ido planteando durante la historia también ha gustado bastante, así como su ritmo creciente y su clímax final. Algunos incluso se han sorprendido de que haya sido capaz de cerrar todas las incógnitas de manera satisfactoria y sin sacarme trucos de humo de la manga.
Ahora viene lo difícil: traspasar los límites de ese grupo de familiares, amigos y conocidos, y llegar a lectores que no te conozcan personalmente y que no tengan reparos en decirte lo que piensan de tu obra. Solo entonces podré saber si lo que he escrito puede ser considerado como una novela policíaca correcta que cumple las expectativas. Por ahora estoy en los estados iniciales de ese proceso de llegar a gente de fuera, y creo que esas críticas, aun manteniéndose positivas, están siendo más realistas, aunque a su vez más útiles. Estoy aprendiendo mucho con todo el proceso.
¿Qué papel otorgas al Péndulo de Newton en tu novela? ¿Cómo escogiste el título?
El Péndulo de Newton es un mecanismo que demuestra la conservación de la energía y de la cantidad de movimiento mediante cinco péndulos colgados de manera que sus bolas están alineadas horizontalmente y en contacto cuando están en reposo. En el momento en que una fuerza exterior tira de la primera y la deja caer, las otras van traspasando la energía a la siguiente sin moverla, hasta que la última sale despedida, llega a su límite y vuelve hacia atrás para impactar con su anterior, haciendo que el movimiento se propague en la otra dirección. Al poco, el sistema queda en reposo.
Pero es también, según la versión de uno de los personajes, una analogía –y no una metáfora- ejemplo de nuestra sociedad como sistema donde interactúan personas, que chocan unas con otras, hasta que el sistema queda en reposo como si no hubiera pasado nada. Esa analogía se utiliza para explicar el comportamiento de diferentes personajes en la novela.
El por qué exacto de la falsa metáfora, es algo que, como en El nombre de la Rosa, de Umberto Eco, el lector tendrá que descubrir al leer la novela.
¿Tendrá continuidad?
En estos momentos me estoy centrando en aprender cómo funciona la promoción de un libro. Es este un mundo repleto de grandes autores que son capaces de crear historias increíblemente buenas, por lo tanto también un ecosistema donde es muy complicado entrar y competir con un mínimo de garantías y satisfacciones. Y no me refiero a escritores consagrados, cuyas editoriales y agentes hacen gran parte del trabajo promocional y tienen experiencia y recursos de sobra para mover su último libro, sino a gente no tan famosa pero con un talento muy destacable para la escritura. Como se trata de una experiencia nueva para mí, estoy intentando darle prioridad sobre otros temas como el de escribir una posible segunda parte.
De hecho, cuando acabé la novela me encontraba tan cansado mentalmente de la trama (de analizarla, de compararla, de revisarla para que no tuviera errores evidentes) que me prometí a mí mismo no escribir nunca otra. Pero la respuesta entusiasta de los lectores, deseosos de conocer el destino de los personajes principales, me ha hecho cambiar de opinión y estoy valorando la posibilidad de escribir una continuación de la historia. Que quede claro que la trama queda totalmente cerrada el final de la novela, pero algunos personajes sobreviven y al parecer la gente desea nuevas historias con ellos.
Lo que sí tengo claro es que la nueva novela, si decido a seguir adelante, tardará aún un poco porque uno de mis defectos es ser un tanto perfeccionista y entiendo que esta vez deberé crear algo más elaborado, más potente y superior técnicamente a lo que he podido hacer en la primera parte.
Algunos consejos a nuestros lectores para empezar a escribir.
En primer lugar, no dejar de leer nunca. Desde la Wikipedia hasta los periódicos deportivos, pasando por supuesto por novelas de todo tipo. La inspiración puede llegar en cualquier momento. Recomiendo tener siempre a mano una libretita para apuntar esas ideas. Incluso por la noche, ya que en ocasiones los sueños pueden proporcionar tramas insospechadas.
También es bueno tratar de escribir cada día un poco, e ir haciendo en la medida de lo posible cursos para perfeccionar la técnica.
Siempre es recomendable intentar escribir la novela que te gustaría leer. No fuerces el estilo, no te apuntes a modas, más bien escribe lo que te apetezca y lo que conozcas (al menos, un poquito).
Por otro lado, creo que es mejor empezar con relatos más cortos que una novela, dejarlos reposar un tiempo y volverlos a leer antes de publicarlos. Cada uno debe ser su máximo crítico y ser consciente de si lo que ha escrito es bueno o no.
Y armarse de paciencia. Tú, y tu familia y amigos. No todas las ocasiones son perfectas para escribir, no fuerces la máquina, no te encierres en ti mismo y trata de disfrutar de todas las cosas buenas que da la vida aparte de la literatura. Se verán reflejadas en tu forma de escribir, y eso es algo que vale la pena.
Tus cinco autores y cinco novelas negras favoritas son…
Nunca he sido un lector voraz de novela negra, sino más bien de todo tipo (aventuras, histórica, de divulgación, biografías). Pero en estos últimos tiempos sí que le he dedicado más tiempo al género policíaco o negro, y aquí os ofrezco un ranking con algunas de mis novelas negras favoritas. Aunque debido a la gran cantidad de etiquetas posibles en el género, quizás alguien no esté totalmente de acuerdo con la inclusión de todas ellas en esta lista.
A sangre fría, de Truman Capote; toda la obra de Edgar Allan Poe; Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson; la serie del inspector Kurt Wallander, de Henning Mankell, y Asesinato en el Orient Express, o muchas otras de Agatha Christie.
Por último, háblanos de tus proyectos de futuro.
A pesar de haber escrito una novela, no me considero aún un escritor al 100%. Mi objetivo principal a día de hoy es aprender lo máximo posible de cómo funciona este mundo editorial, y tratar de seguir formándome para escribir cada día un poquito mejor.
Sin dejar eso de lado, no dejo de capturar ideas para una posible continuación de La falsa metáfora… o de cualquier otra trama, dependerá de muchos factores. Sólo el tiempo lo dirá.
Desde Mucho Más Que Un Libro te deseamos mucha suerte.
Moltes gràcies, ha quedat molt bé!
Pedro.
El mèrit és teu. Felicitats!
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