Entrevista a Leonardo Amaya
Leonardo Amaya nació en Segovia, departamento de Antioquia (Colombia), en junio de 1977. Actualmente reside en su pueblo natal. En su haber literario hay varias novelas, cuentos, crónicas y una amplia compilación poética. Es un apasionado de la teología, la criminología y la investigación etnocéntrica. Pista en el dormitorio es su primera novela policíaca.
Cuéntanos como fueron tus inicios literarios
Comencé escribiendo historias enmarcadas en el género costumbrista colombiano, que acababa abandonando al poco tiempo, pues sentía que no me satisfacían. Eso cambió cuando cayó en mis manos El sueño eterno, de Raymond Chandler. Fue la primera obra que leí de él y creo que la primera novela negro-policíaca. Desde entonces me decanté por esta temática y se definió mi futuro literario
¿Relato corto o novela? ¿Qué prefieres?
Sin duda alguna la novela, por su estructura y porque permite una mejor caracterización de los personajes y mayor profundización argumental.
¿Por qué escribir novela negro-policíaca?
La novela negra tiene una peculiaridad y es que, además de estimular el morbo hacia lo truculento, algo inherente a la naturaleza humana, permite también hacer una radiografía de la sociedad en la cual se desarrollan los hechos; así el crimen es presentado más como consecuencia de la degradación social que como un impulso individual. En este sentido se convierte también en un instrumento de protesta social y denuncia política.
Pista en el dormitorio arranca con el brutal asesinato de Oscar Sepúlveda, empleado de confianza de Aníbal Ossa, un hombre adinerado, propietario de negocios poco lícitos. ¿Te has inspirado en hechos y personajes reales?
Para esta historia me inspiró el asesinato de una persona en circunstancias tan cruentas como las del relato, aunque, más allá del suceso en sí, todo lo demás es ficción pues los móviles de aquel hecho y el victimario nunca se conocieron realmente. Aunque vivo en un país con altos índices de violencia, esta muerte me impactó demasiado, tal vez porque la víctima era una persona cercana a mi familia y por la sevicia exhibida en el hecho. Yo tenía alrededor de quince años cuándo eso ocurrió y escribir esta novela fue como un ejercicio de catarsis.
El inspector de policía Héctor Suescun, protagonista de Pista en el dormitorio, investiga el crimen y nos cuenta la historia en primera persona ¿Por qué esta forma narrativa en lugar de, por ejemplo, un narrador en tercera persona?
El narrar en primera persona le da un cariz más íntimo a la novela y el protagonista se puede compenetrar de forma más fácil con los lectores, porque ellos sienten que es él quien les cuenta con su propia voz cómo piensa, sus razonamientos, sus certezas y dudas, qué lo impulsa a actuar o qué cosas lo motivan. Aunque el tener la sola perspectiva del narrador protagonista puede hacer más exigente el trabajo, ya que solo hay una dimensión espacio-temporal, me siento muy cómodo con esta voz narrativa.
En Pista en el dormitorio el uso de nuevas técnicas forenses se revela de gran ayuda para luchar contra la impunidad. Otro personaje, el estudiante de criminalística, Luis Cano, es un gran entusiasta de los avances de la investigación forense. ¿Compartes su entusiasmo? Explícanos el porqué.
Sí. Los avances científicos en criminalística y ciencias forenses son una gran herramienta que no puede quedar al margen en la novela policíaca moderna pues no solo contribuyen a enriquecer el relato, sino que implican un reto, pues a mayores recursos científicos cada vez es más difícil recrear escenarios donde la figura del investigador tradicional sea necesaria.
Entre el quién (es el asesino) y el por qué (el móvil del crimen) ¿Qué es lo más importante para Leonardo Amaya y por qué motivo?
La pregunta imperiosa en toda novela policíaca siempre será ¿Quién lo hizo?, ya que sin responder a ésta no es posible llegar a saber con certeza el porqué.
¿Cuáles son, en tu opinión, los principales móviles por los que el ser humano mata?
El crimen es un fenómeno social tristemente ligado a la historia de la humanidad desde sus tiempos más remotos y son múltiples los aspectos que llevan a que un ser humano se sienta impelido a asesinar; a veces el homicidio es consecuencia de contextos culturales o acciones propias de la interacción y las dinámicas sociales, como en el caso de las riñas; pero también puede obedecer a factores genéticos, conductuales o patológicos. Pero, más allá de todo esto, que puede parecer muy técnico, básicamente el ser humano asesina por dinero, sexo o poder.
Citanos cinco novelas y autores de tus años de adolescencia.
Drácula, de Bram Stoker
El largo adiós, de Raymond Chandler
El nombre de la rosa, de Humberto Eco
El cartero siempre llama dos veces, de James M. Cain
Tuareg, de Alberto Vázquez-Figueroa
Y cinco autores y obras de novela negra actuales…
Aunque estos títulos no se enmarcan precisamente dentro de la novela negra, son grandes obras cuya lectura disfruté mucho y contribuyeron a mi formación:
Camino hacia el pasado, de Mary Higgins Clark
Asesino de sombras, de Val McDermid
Los asesinatos de Manhattan, de Douglas Preston y Lincoln Child
Luna de miel, de James Patterson
La verdad sobre el caso Harry Quebert, de Joël Dicker
¿Qué consejos darías para empezar a escribir?
Leer mucho, mucho, demasiado.
Por último, nuestra pregunta obligada. Háblanos de tus proyectos de futuro
Tengo lista una novela sobre un asesino serial, que es un tema que siempre me ha apasionado y estoy dando los toques finales a una obra sobre un robo y un homicidio en el contexto de la economía de las rifas y los juegos de azar, que en mi pueblo han tenido una tradición muy arraigada.
Desde Mucho Más Que Un Libro, te deseamos mucha suerte.
Leonardo es talentoso y organizado. Muy elocuente y amistosamente es divertido charlar con el. Aprendí muchas cosas de él cuando trabajamos juntos. Me hablaba de lo que lo impulsó a escribir esa novela y me hacía ver una película mental. Felicitaciones.