¡Crisis, corrupción y novela negra!
Que la crisis económica que padecemos es una gran fuente de inspiración para la novela negra no es ningún secreto. El género está en auge y los autores novelan en la ficción la realidad que los periódicos nos muestran a diario.
Les escopinades dels escarabats, de Andreu Martín, XXV Premi de Novel·la Ciutat d’Alzira, es una de las últimas novedades editoriales que retrata la época que nos toca vivir desde la perspectiva de la ira y la indignación “porque es la única manera desde la que se pueden abordar temas como la crisis y la corrupción”, afirma el autor.
La novela, de próxima publicación en castellano, trata de la corrupción que nos ahoga y del blanqueo de dinero, entre otros delitos. La narración se inicia con el asesinato brutal de dos socios de una asesoría financiera. La investigación policial compromete a Germán Rojo, un personaje poderoso, segunda fortuna de Europa, que se considera a sí mismo intocable y que ve al resto de los mortales como a insignificantes escarabajos asquerosos a los que puede pisar si es preciso o, simplemente, si le apetece. Pero, un día, conoce a Melba y…
Andreu Martín (Barcelona, 1949) descubrió el placer de explicar historias y dibujar tebeos en la escuela e inició su andadura como escritor en los años 70. Su primera novela, Muts i a la gàbia, (1979) fue el principio de una prolífica carrera como escritor del género negro. Entre sus muchos premios literarios destacan: el Círculo del Crimen 1980 por su libro Prótesis, el Deutsche Krimi Preis International (a la mejor novela policiaca publicada en Alemania durante 1992: Si és no és), el premio Sant Joan 2011 por Cabaret Pompeya, y la obtención, por tres veces, del Hammett de la Asociación Internacional de Escritores Policíacos, por Barcelona Connection (1988), El hombre de la navaja (1993) y Bellísimas personas (2001). Como reconocimiento a su larga trayectoria como escritor del género negro obtuvo el premio Pepe Carvalho durante la celebración de la BCNegra 2011. Sociedad Negra, una novela sobre la irrupción de las temibles triadas chinas en Barcelona, le valió en 2013 el V premio Crims de Tinta.