Entrevista a Ana Ballabriga y David Zaplana, autores de “La ley del hambre”
Ana Ballabriga es licenciada en Psicología y David Zaplana es Ingeniero Técnico Superior de Telecomunicaciones. Se conocieron en Valencia, cuando eran estudiantes. Pronto descubrieron que compartían el placer de la lectura y de la escritura. En esa época, comenzaron a hilvanar su primera historia.
Tras recibir algunos premios por relatos, en 2007 se publicó su primera novela, Tras el Sol de Cartagena, a la que siguió Morbo gótico (2010). En 2016, ganaron el Premio Literario de Amazon con su novela Ningún escocés verdadero. En 2018 publicaron La paradoja del bibliotecario ciego y en 2021 el thriller de aventuras La profecía del desierto. En 2022 su novela, El deseo eterno, fue galardonada con el premio Auguste Dupin, y en 2023, publican La ley del hambre con la editorial Contraluz.
¿Cómo se gestó La ley del hambre? ¿Decidisteis la trama y el final de la novela antes de empezar a escribir? ¿Fue complicado escribir “a cuatro manos”?
Nosotros hemos escrito a cuatro manos todas nuestras novelas. Llevamos haciéndolo más de veinte años, así que no es complicado. Usamos un método parecido al de los guionistas, es decir, creamos la trama completa y escribimos una escaleta con todas las tramas de la historia y la descripción de personajes antes de sentarnos a escribir.
El proceso de gestación de La ley del hambre fue más largo que el de otras novelas. Esta parte de muchas historias de gente de Candasnos que nos han contado los padres y los abuelos de Ana y, después, más gente del pueblo. Lo que más nos costó fue crear las tramas y los personajes a partir de todas esas historias y de hechos históricos de la zona que creíamos que podían encajar bien con los temas que queríamos tratar.
La historia, muy compleja y con diversas tramas que transcurren entre 1936 y 2018, sitúa la acción en Candasnos, un pequeño pueblo aragonés ubicado en los Monegros que podemos considerar un personaje más de la novela. ¿Por qué Candasnos?
Candasnos es el pueblo de Ana y de sus antepasados por parte de padre. Ella creció en el pueblo, sufriendo el frío del invierno, la niebla y el cierzo, y el carácter áspero de alguna gente. Queríamos transmitir esas sensaciones, junto con historias reales que nos contaron y nos parecieron muy impactantes.
Candasnos es un pueblo agrícola y nos daba pie a tratar temas que nos interesaban como el control de la agricultura o los transgénicos. Además, es un pueblo con mucha historia. Aunque se creó en la Edad Media después de la fundación del Monasterio de Sigena, ya había un asentamiento romano alrededor de la Balsa Buena. En la Guerra Civil, estuvo la columna de Durruti muy cerca, en Bujaraloz, y un cura del pueblo estuvo bajo su protección y llegó a ser su secretario.
En La ley del hambre los elementos mágicos, tales como maldiciones ancestrales y amuletos protectores (la figa), acompañan la experiencia vital de algunos de sus protagonistas ¿De dónde procede la creencia en magia y hechizos para hacer el bien o el mal?
En Candasnos se cuentan algunas historias de brujas o monstruos, la del monstruo de la balsa con la que empieza la novela, por ejemplo, está inspirada en hechos reales. En el pueblo no se han encontrado tablillas de maldición. Estas las descubrimos en Bath, en un viaje por Inglaterra, y nos pareció muy curioso que alguien deseara a otra persona que se le pudriera todo el cuerpo, solo porque le había robado una toalla. Como comentaba antes, el pueblo tiene origen romano y en esa época eran muy habituales las maldiciones y los amuletos de protección. Por eso, además de que nos gusta integrar elementos fantásticos en algunas de nuestras historias, nos pareció buena idea.
Vera, una de las protagonistas de la novela, encarna el periodismo de investigación que puede resultar tan molesto al poder económico, político y social ¿Es necesario y beneficioso para la sociedad la indagación y publicación de hechos contrastados y bien documentados en una época en la que predominan los bulos y la transmisión en cadena de las llamadas fake news? ¿Qué opináis?
Nosotros tenemos algunos amigos periodistas y todos nos transmiten la misma idea: el periodismo está en decadencia, ahora la mayor parte del trabajo lo hacen becarios. Por eso queríamos recuperar con Vera la figura del periodista de investigación, que como dices, es fundamental para la sociedad. Un periodismo independiente del poder es esencial para desvelar escándalos y corrupciones y que los poderosos no salgan impunes ante cualquier fechoría.
Semilia, una empresa de semillas transgénicas está ubicada en Candasnos y hacia allá parte Vera para continuar con su investigación sobre los cultivos transgénicos y los oscuros secretos que parece esconder Semilia. Se trata de un tema polémico de actualidad que cuenta con defensores y detractores a nivel mundial. ¿Cómo os habéis documentado? ¿Podríais citar algunas ventajas e inconvenientes de los cultivos transgénicos?
En el libro se plantean discusiones sobre este tema, que muestran algunas de esas ventajas y discusiones. Las ventajas de los transgénicos son claras: puedes crear cultivos resistentes a las plagas, puedes incrementar la producción por hectárea e incluso mejorar el aspecto y el sabor de los alimentos. El inconveniente principal para el agricultor es que las semillas transgénicas están patentadas, por lo tanto, el agricultor deja de ser dueño de su propio cultivo y no puede guardar semillas de una cosecha para plantar la siguiente. Es la empresa productora la que controla las semillas y sus precios. Un organismo transgénico es el que se ha modificado genéticamente introduciendo genes de otros organismos vivos, como bacterias o arañas. No se han hecho estudios serios de las consecuencias a largo plazo para la salud de consumir productos transgénicos. Ahora, más que de transgénicos se habla de organismos modificados genéticamente (OMG). La técnica más novedosa de manipulación genética es CRISPR, que permite modificar cualquier gen de un organismo con mucha precisión, sin necesidad de usar genes de otras especies. Lo llaman el “corta-pega genético”.
“En una ciudad nadie sabe quién eres, en un pueblo te lo recuerdan constantemente. Si no haces lo que consideran que has de hacer estás perdido”. ¿Estáis de acuerdo con esta frase de uno de los personajes de La ley del hambre? ¿Ha cambiado la vida en los pueblos respecto a los últimos cincuenta años? Si pudierais elegir donde vivir hoy, ¿optaríais por el campo o por la ciudad?
Tanto Ana como yo nos hemos criado en un pueblo y hemos preferido vivir en la ciudad nuestra vida adulta. Los pueblos tienen cosas muy buenas, sobre todo cuando tienes hijos pequeños, tienen más facilidad de salir a la calle a jugar y entretenerse. Sin embargo, la presión social en los pueblos es mucho mayor que en la ciudad. En un pueblo todo el mundo se conoce y todo el mundo está pendiente de lo que hacen los demás. Por lo tanto, tienes que comportarte según se espera, porque si te saltas las reglas, tu nombre irá de boca en boca y nadie querrá tener relación contigo. En un pueblo es muy fácil que te condenen al ostracismo.
Entre otros temas de actualidad, la novela aborda el aborto clandestino cuando este era ilegal y se castigaba con penas de cárcel a las mujeres que decidían interrumpir su embarazo. ¿Hasta cuándo duró esta legislación tan restrictiva y punitiva para la mujer? ¿Ha cambiado la sociedad, además de las leyes?
Las once de Basauri fueron once mujeres acusadas de haber abortado y estuvieron sometidas a un proceso penal que duró desde 1976 hasta 1985. Este proceso se considera precursor de la primera ley del aborto de la democracia en 1985. Por suerte, en la actualidad han cambiado mucho las cosas, pero dependiendo del color del gobierno, algunos intentan dar pasos atrás.
La ley del hambre también nos presenta a Calixta, otro de los personajes principales. Natural de Candasnos, viaja a Barcelona tras una serie de vicisitudes e inicia una carrera como vedete en El Molino. A lo largo de los años, el lector será testigo de su evolución. ¿Os habéis inspirado en alguien real?
Queríamos plantear un personaje que abandonaba el pueblo por fuerza, tenía éxito fuera y, debido a las circunstancias, tenía que volver al pueblo. Hay alguna persona real en el pueblo que ha vivido circunstancias parecidas. Para documentarnos, contactamos con dos vedettes, Marian Nadal, que trabajó muchos años en el Oasis de Zaragoza y María Holgado, que trabajó en El Molino de Barcelona en los mismos años que Calixta. Muchas de las anécdotas que le pasan a Calixta están inspiradas en historias reales que nos han contado ellas dos. María nos detalló el ambiente de El Molino de la época, los piques entre las vedettes, los reportajes que hacían para Interviú…
Paco, otro personaje no menos importante, entra en contacto con el maquis y conoce a varios guerrilleros que luchan contra el franquismo una vez acabada la Guerra Civil. ¿Qué sabéis del maquis? ¿Actuó en la zona de Candasnos?
En Candasnos, por suerte, no se linchó ni se persiguió a nadie durante la Guerra Civil y la posguerra, que sepamos no hubo maquis en la zona. El personaje de Quico se inspira en dos personajes reales que nos parecen fascinantes y que aparecen en la novela y son los que lo inspiran a él para convertirse en anarquista: Quico Sabaté y Lucio Urtubia. Quico Sabaté estaba considerado el enemigo público número uno en la posguerra. Estuvo exiliado en Francia, pero volvía a España cada vez que podía para luchar contra el franquismo y traer la libertad. En París coincidió con Lucio Urtubia y también fue una inspiración para él. Lucio era un simple albañil, sin embargo, falsificó cheques de viaje de uno de los bancos más importantes del mundo y llegó a poner al banco en jaque, hasta tal punto que tuvieron que pactar con él. Me parece una historia fantástica.
¿Nos podríais explicar brevemente qué significa el concepto “posporno”, que también citáis en La Ley del hambre?
En 1989 Annie Sprinkle se subió a un teatro de Nueva York, abrió las piernas, se metió un espéculo en la vagina e invitó al público a mirar dentro. Era una forma de acabar con el oscurantismo y el desconocimiento que la población tenía de los genitales de la mujer. El posporno busca romper tabús y acabar con la imposición de los cuerpos normativos que aparecen en el porno mainstream. Reivindica que personas menos atractivas o con discapacidades físicas también tienen derecho a disfrutar del sexo. Por otro lado, en El Molino de Barcelona actuaba Christa Leem que también hacía espectáculos eróticos y artísticos muy rompedores para la época. Así que nos gustó la idea de mezclar las dos cosas.
Caín Álvarez, cabo de la Guardia Civil, destinado en Candasnos, es un funcionario integro en un pueblo subyugado por el caciquismo surgido de la Guerra Civil. La muerte de varias personas en un año en circunstancias extrañas que nadie parece tener interés en aclarar le colocará entre la espada y la pared. ¿Qué papel juega Caín en esta historia coral?
La ley del hambre no es una novela negra pura, porque mezcla diferentes géneros y tramas. Sin embargo, lo que más nos gusta de la novela negra es la crítica social. Si utilizamos a un miembro de las fuerzas de seguridad como protagonista de nuestras historias no es para ensalzar estos cuerpos del Estado, sino para criticarlos. Caín es un antihéroe, un reflejo de Gary Cooper en Solo ante el peligro. Es una persona íntegra y firme en sus convicciones, sin embargo, como cualquier humano, tiene sus defectos y flaquea.
Y el título, La Ley del hambre, ¿tiene algún significado especial?
El tema principal de la novela en la lucha de clases y hay una frase de Trotski que define muy bien esta lucha: «Cuando el hambre es ley, el saqueo es la justicia».
La novela “repasa” aspectos oscuros de nuestra historia reciente, mientas da un toque de atención al lector sobre cuestiones de rabiosa actualidad. ¿Cuál era el objetivo u objetivos al escribir La Ley del Hambre?
La principal intención con nuestras novelas es entretener, que el lector se enganche con la historia y pase un buen rato leyendo. Después, planteamos ciertos temas que nos interesan para que el lector con más inquietudes pueda reflexionar sobre ellos o incluso buscar más información. Además de la lucha de clases, como ya hemos explicado, hablamos del control de la agricultura y la alimentación, de los transgénicos, del anarquismo, del periodismo de investigación, de la corrupción o el pasotismo dentro de los cuerpos de seguridad; hablamos de maldiciones y amuletos, de supersticiones, de la presión social en un pueblo o incluso dentro de la propia familia; también del papel de la mujer en la transición y las dificultades para sobrevivir siendo viuda o soltera; hablamos del amor y de relaciones sexuales poco convencionales. Hablamos de la vida, al fin y al cabo, de las cosas de la vida que nos llaman la atención.
Y tras La Ley del Hambre, ¿nos explicáis vuestros próximos proyectos?
Ahora estamos escribiendo otra novela más sencilla que esta, con solo dos tramas principales, ambientada fuera de España. De momento, no podemos contar más porque aún está el proyecto muy verde.
De todas formas, tenemos muchas ideas para historias en el cajón y después de esta, quizás nos lancemos a por una trilogía.
Desde Mucho Más Que Un Libro os deseamos mucha suerte.