Entrevista a Francisco Javier Illán Vivas

Nacido en Molina de Segura (Murcia) en 1958, Francisco Javier Illán Vivas es criminólogo por la Universidad Autónoma de Madrid. Escritor y poeta, casi siempre relacionado con el mundo de la prensa escrita, ha publicado Con paso lento, 2003; La Maldición, 2004 y 2011; Dulce Amargor, 2005; Crepusculario, 2007; El rey de las Esfinges, 2008; Témporas, 2010; A mi manera, 2012; La Isla y otros relatos, 2013; La oscuridad infernal, 2014; Equipaje ligero, 2015; El mendigo de la Place Vendôme, 2016; Versos envenenados, 2018, y 1314 la venganza del templario, 2019. Versos envenenados fue finalista del VII premio Wilkie Collins de Novela Negra, y su última novela, 1314, la venganza del templario, ha sido distinguida con el Accésit VI Premio Alexandre Dumas de Novela Histórica.

Poesía, relato corto, novela… ¿Qué prefieres? Háblanos de tus inicios literarios.

En mi caso creo que ha sido una evolución natural. Me recuerdo siempre con el lápiz a cuestas, y con un trozo de papel, y escribiendo versos. Con el tiempo me propuse otros retos, y comencé a escribir cuentos. En otro momento de mi creación lo hice con ensayos profesionales, sobre todo relacionados con mi profesión. Y, debido a un largo viaje, y a tres cartas que escribí a la que entonces era mi novia, hoy mi mujer, me adentré en la novela, en este caso, la literatura fantástica. Como ves, ha sido una evolución natural.

Te diplomaste en Criminología por la UAM. ¿Ha influido tu formación como criminólogo en tu obra literaria? ¿De qué manera?

Creo que no. La diplomatura en Criminología fue por una necesidad profesional, y salvo uno o dos ensayos sobre seguridad de urbanizaciones y sobre la figura del director de seguridad, no creo que haya influido en nada más.

En cuanto a la novela, has publicado una trilogía (La cólera de Nébulos) en la línea de la fantasía épica, una novela negra (Versos envenenados) finalista del VII Premio Wilkie Collins de Novela Negra. Y una novela histórica (1314. La venganza del templario) Accésit VI Premio Alexandre Dumas de Novela Histórica. ¿Cuál es tu género literario favorito?

Eso también ha sido algo de la evolución natural de mi faceta creativa. Con la saga de La cólera de Nébulos estuve unos veinte años, ya que me propuse no sólo escribir la narración en sí, sino describir el mundo donde se desarrollaba, los idiomas que se hablaban, la mitología que practicaban, las formas de vida de cada reino o región, etc. Y todo ese trabajo, mucho del cual está publicado por una buena amiga en su blog titulado “Crónicas de Celestos”, requieren mucho tiempo y muchos estudios.

La novela negra es algo casi compulsivo, empiezas a escribirla y casi no puedes parar, tienes que vivir la acción en tus propias carnes para que la trama no se te caiga. Y, finalmente, la novela histórica requiere también el tiempo de la investigación, de consultar documentos, de preguntar a historiadores y especialistas para que te orienten sobre el desarrollo de los acontecimientos históricos y, mejor aún, cuando has escrito, que te digan si lo escrito se ajusta a la realidad histórica.

Mi género favorito ahora mismo es la novela negra, ya que es con lo que estoy en este momento. Y ha sido por insistencia de los lectores, que me han preguntado tantas veces qué pasó después en Versos envenenados, que estoy completando un inicial manuscrito de ochenta páginas, para intentar dar respuesta a todo.

1314, La venganza del templario traslada al lector al siglo XIV, cuando se produce la traumática aniquilación de la Orden del Temple ordenada por el rey francés Felipe IV con la complicidad obligada del entonces Papa de Roma, Clemente V. ¿Cómo fue posible que una Orden religiosa y militar tan poderosa fuera neutralizada prácticamente de la noche a la mañana y por qué? ¿Fue Clemente V un títere en las manos del maquiavélico rey? ¿Cuál es tu opinión?

Fue posible por la propia legislación de la Orden. En su Regla estaba la obediencia al Papa, en primer lugar. Y al rey del reino donde se encontrasen, en segundo lugar. Además, en las casas y encomiendas de los reinos europeos (excluidos los reinos de la península ibérica y en Tierra Santa), los freires venían a recuperarse, no estaban en pie de guerra, no había guerras. También hay que tener en cuenta que Felipe el Bello estuvo, junto a sus asesores, preparando el golpe durante años, para llevarlo a cabo el mismo día a la misma hora en todas las casas y encomiendas de su reino. Y cuando la guardia del rey llamó a las puertas, durante la noche, los freires les abrieron sin ningún problema, debido a lo que te digo, a la propia Regla que les regía.

Por supuesto, Clemente V fue un títere en manos del rey francés. Había sido anteriormente Bertrand de Got, obispo de Comminges y después arzobispo de Burdeos. Llegó al papado gracias a Felipe el Bello. Pero, además, por si le cabía alguna duda, cuando acudió a Avignon, el rey ya no le permitió regresar a Roma.

Se ha escrito mucho sobre los templarios, sus expediciones a Tierra Santa, sus tesoros, sus secretos…Series y películas nos hablan de ellos ¿Quedaba algo por contar?

Bueno, más del ochenta por ciento de lo que se ha publicado de los Templarios a lo largo de la historia es falso o fantástico. Queda mucho que contar, mucha historia, y menos alucinaciones. Mira, dice uno de los cinco especialistas mundiales del temple, Antonio Galera Gracia, que si la orden no hubiese sido disuelta, ni sus líderes convertidos en mártires, posiblemente nadie se acordaría de ella, como la gran mayoría de las personas no se acuerdan de los cientos de órdenes militares y religiosas que han existido a lo largo de la historia de la Cristiandad.

La novela arranca con la búsqueda exhaustiva durante siete años del Árbol de la vida y de su preciado fruto (la Manzana) por parte de un freile de la máxima confianza del último Gran Maestre de la Orden del Temple, Jacobo de Molay. El freile, de origen aragonés, se libra, así, de caer en la emboscada que el 13 de octubre de 1307 envió a prisión a la mayor parte de los templarios residentes en Francia. ¿Fue el final de la Orden del Temple?

El final legal de la Orden del Temple se produce con la Bula papal del 22 de marzo de 1312, Vox in excelso; y su final real, el día en que Jacobo de Molay fue quemado vivo en la Isla de los Judíos, en París, el 18 de marzo de 1314.

Se ha dicho que la codicia por los tesoros de la Orden, junto a las deudas contraídas que no podía devolver, indujeron a Felipe IV a urdir un plan para destruir a los templarios y apropiarse de sus bienes. ¿Crees que fue así o se podría hablar de alguna otra motivación secreta?

El final de los templarios fue por dinero, nada más. Felipe el Bello lo necesitaba, entre otros motivos, para la boda de su hija con el príncipe inglés; y el Papa Clemente para los gastos que quería emprender en su sede papal. Ambos estaban prácticamente arruinados y endeudados, y el dinero lo tenían muy cerca, en las casas, encomiendas y en la Torre del Temple en París. Este apartado creo que lo dejo muy claro en la novela.

El caballero aragonés regresa a Francia en 1313 para descubrir que el Temple ya no existe. No obstante, según cuenta la leyenda, doce freiles consiguieron escapar la aciaga noche del 13 de octubre de 1307 y junto a Francisco de Beaujeu intentaron reorganizar la Orden. ¿Quién es Francisco de Beaujeu? ¿Cuánto hay de realidad y cuánto de ficción? 

Hay mucho de leyenda, pero también de realidad. ¿Es posible que todos los freires cumpliesen la regla a rajatabla? ¿ninguno de ellos desobedecía, ni bebía ni tenía encuentros carnales? No lo creo. Y decir que fueron doce, es muy tentador. Pues doce fueron los Apóstoles. Y citar al sobrino del Gran Maestre Guillermo de Beaujeu, como el décimo tercero, es muy tentador para la leyenda. Pero ya sabes lo que ocurre con el paso del tiempo, la leyenda se convierte en mito, y el mito, junto con la leyenda, cumplimentan a la historia. François de Beaujeu fue un personaje real. Creo que la existencia de este personaje, que tenía poco de la honorabilidad de su tío, también lo trato rigurosamente a lo largo de la novela.

Margarita D’Artois es un personaje femenino muy potente en 1314. La venganza del templario. Se dice que participó activamente en el envenenamiento de Guillermo de Nogaret, el Válido del Rey, y que tomó partido a favor del Temple contra Felipe IV. ¿Por qué introducir a este personaje, una mujer, en un mundo cruel y violento casi exclusivamente masculino? ¿Cómo te documentaste?

Tuvo que ser una mujer excepcional. Mira, los historiadores citan tres fechas en la muerte de Guillermo de Nogaret, el gran enemigo del Temple. Yo he cogido la que más interesaba al desarrollo de la historia, lo confieso, pero no es inventada. Los interesados pueden consultarlo en el apéndice de la novela y la encontrarán, o en los libros de historia especializados. Llegó un momento que Felipe el Bello quiso prescindir de Nogaret, y lo envió a Flandes. El condado de D’Artois está en la ruta de París a Flandes, y el Válido del rey era mujeriego, y murió envenenado, y se encontró con Margarita. Como novelista, no he tenido nada más que unir el cuándo, el cómo y el por qué.

Siete largos años transcurrieron desde la detención del Gran Maestre hasta su muerte en la hoguera el 18 de marzo de 1314. ¿Era preciso un proceso tan largo? ¿Sirvió a los oscuros intereses de Felipe IV, fueren los que fueren?

Mira, la misma noche que detuvieron a todos los templarios, el trece de octubre de 1307, el rey ya disponía de todas las riquezas de los templarios. ¿Por qué siete años de torturas al Gran Maestre? ¿Qué buscaba? Yo lo tengo claro: la inmortalidad. En una sociedad donde la esperanza de vida podía ser unos cuarenta años, el que el resto de los humanos viesen cómo los templarios cumplían setenta, ochenta o más años, debía ser considerado como un milagro, como que tenían el secreto de la inmortalidad. Estoy convencido de que eso fue lo que buscó Felipe el Bello en los martirios a los que sometió a Jacobo de Molay.

Hoy los dietistas saben que la longevidad de los templarios era muchísimo más simple. Otro aspecto que creo queda claro en la novela.

La Historia nos cuenta que los principales involucrados en la conspiración para acabar con el Temple murieron en extrañas circunstancias poco tiempo después de la ejecución de los dos principales dirigentes de la Orden (Godofredo de Charnay y Jacobo de Molay). ¿Fue una maldición, un complot o simplemente la casualidad lo que acabó con la vida de Clemente V, del rey Felipe IV y de los principales colaboradores de éste? 

La muerte de Clemente V, de Guillermo de Nogaret, de Guillermo de Plaisians, de Felipe el Bello es lo más sorprendente de toda esta historia, y se produjo en tan poco espacio de tiempo que ha dado lugar a la hermosa leyenda de “La Maldición de De Molay”. Pero sus muertes fueron muy humanas y bien llevadas a cabo. He querido explicar, con los conocimientos de hoy, cómo se produjeron, dentro de la trama de la novela. El lector va a encontrar de qué y cómo murieron cada uno de ellos.

¿Tendrá continuación 1314. La venganza del templario?

No. El Temple murió con Jacobo de Molay, ya no existe. También murieron meses después Clemente V y Felipe el Bello, no hay por tanto motivo de continuación.

¿Qué cinco novelas nos recomendarías para estos días difíciles que nos toca vivir?

La epidemia del siglo, de Isabel Martínez Barquero; Ya no hay junglas adonde regresar, de Carlos Augusto Casas; El edén de las manitas de cerdo, de Enrique Pérez Balsa; y, por supuesto, Versos envenenados y 1314 la venganza del templario.

Algunos consejos para un autor novel…

Que escriba, pero que no deje de leer nunca.

Por último, te pediremos que nos hables de tus próximos proyectos.

Ahora mismo, como te he comentado anteriormente, estoy con la continuación de Versos envenenados, que llevará por título Muerte en San Pedro.

Desde Mucho Más Que Un Libro te deseamos mucha suerte.