Entrevista a Janice Hallett, autora de «La apelación»
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Janice Hallett estudió Literatura Inglesa en la University College de Londres y trabajó durante muchos años como editora de revistas, una labor que le granjeó dos premios de periodismo. También ha trabajado en comunicación gubernamental para instituciones de Reino Unido como el Ministerio del Gobierno, el Ministerio del Interior y el Departamento para el Desarrollo Internacional. Tras obtener un máster en Creación de Guiones en la Royal Holloway, coescribió la película Aislados (2011) y creó la comedia teatral shakesperiana NetherBard, así como numerosas obras para teatros londinenses. La apelación es su primera novela y nace de su interés por el teatro amateur. Cuando no está viviendo aventuras por todo el mundo, reside en Londres.
¿Qué fue antes para Janice Hallett, ser editora o guionista de cine y teatro? Cuéntanos como fueron tus inicios.
Empecé como asistente editorial y poco a `poco fui escalando en la jerarquía hasta convertirme en editora. También realicé labores de periodismo y estuve durante quince años en la industria de la publicación de revistas hasta que me cansé, me agoté de participar en esta industria centrada en el mundo de la belleza. Fue a raíz de eso que me dediqué a escribir de una forma más creativa y me lancé a trabajar como guionista. En un primer momento para películas, luego estudié un máster de guionista y a partir de ahí empecé a trabajar en televisión. Luego vinieron las novelas. Digamos que ha sido un proceso muy largo.
¿Y en la creación de obras de teatro? Eres guionista teatral, ¿también actriz?
Sí que he actuado como actriz, pero en un plano más bien amateur, nada profesional. He actuado en muchas ocasiones y es curioso porque esta es la primera vez que me hacen esta pregunta. He tenido papeles de todo tipo, desde roles o actuaciones breves del tipo de entrar y salir a escena hasta papeles protagonistas. Uno de los principales papeles que interpreté a lo largo de mi carrera como actriz amateur fue el de Elvira, el mismo que interpreta el personaje de Hellen en La apelación.
Me encanta la actuación y creo que ha sido una muy buena preparación de cara a trabajar en los diálogos de diferentes personajes tanto en el mundo del teatro como en el mundo de la novela para saber qué escribir, saber qué buscan los actores, qué hacen para llevar a cabo el papel que tienen que realizar. Por desgracia, mi grupo de teatro amateur se cerró, ahora mismo ya no actúo. Desapareció porque actualmente no hay mucha gente joven que quiera participar en este tipo de grupos. Fue una decisión muy difícil porque los que estábamos en el grupo (llevábamos mucho tiempo juntos) queríamos continuar, pero al final, aunque fue triste, decidimos dar por terminada esta etapa. En 2011 representamos la última obra de teatro, pero fue en 2013 cuando tomamos la decisión de cerrar el grupo. Durante este periodo intentamos de muchas maneras representar obras de teatro, pero nos dimos cuenta de que no había forma de llevarlas a cabo y encontrar a gente que pudiera también participar en ellas. Eso fue lo que nos llevó a clausurar el grupo de teatro.
La apelación, tu primera novela, está obteniendo un gran éxito y ya se han vendido los derechos de adaptación cinematográfica. ¿Esperabas esta acogida en tu primera incursión en la novela de misterio?
En absoluto me esperaba esta acogida. La verdad es que estoy muy sorprendida, pero encantadísima con la experiencia. Cuando estaba escribiendo la novela no me imaginaba que pudiese llegar a publicarse y mucho menos que iba a tener el éxito que está teniendo, y cuando decidieron publicármela tampoco esperaba que fuera a tener esta acogida. En Reino Unido, el libro salió en enero de 2020 en plena pandemia. Las librerías estaban cerradas, no había aeropuertos donde la gente normalmente se compra libros nuevos y toda la promoción, toda la circulación y el éxito del libro vino a raíz del boca a boca y de las críticas y recomendaciones on line, todavía no me lo creo. Y en cuanto a los derechos internacionales, de momento se han vendido al español, alemán, francés, japonés, italiano y, obviamente, también al inglés de Estados Unidos, y también a Rusia, Eslovenia y otros países de Europa del Este. Me sorprende que La apelación se haya convertido en un libro tan internacional porque a mí me parece que cuenta una historia muy local, muy británica, pero, aunque me sorprende, estoy encantada.
¿Cómo surgió la idea de escribir una novela con la acción emplazada en un pequeño pueblo y en una compañía de teatro amateur? ¿Y la forma original de construir la novela en base a correos electrónicos entre los diferentes personajes?
¿Cómo surgió la idea? He trabajado durante muchos años como guionista de televisión y tenía esta idea para una serie de televisión. Contacté con diferentes compañías, pero nadie apostaba por ella y esta frustración fue lo que me llevó a decidir convertir la idea y desarrollarla en el formato de un libro. Se trataba de una serie sobre dos voluntarios que han trabajado en el extranjero que vuelven al Reino Unido y cómo esa experiencia da forma a la visión que ellos tienen de una pequeña comunidad como es la de La apelación. Luego, además, aparecía este grupo de teatro que me pareció estupendo porque yo soy conocedora de ese mundo y ahí quería desarrollar la historia. En cuanto al formato, fue una decisión inesperada, algo que surgió en un momento, no fue nada premeditado ni mucho menos. Me plantee como sería escribir la novela a partir de los mensajes, de las comunicaciones, no de los personajes principales como pueden ser Sam o Hellen, sino de personajes secundarios, de las personas que están en backstage, detrás del escenario principal. No reflexioné mucho al respecto y me pareció una manera muy divertida de ofrecer al lector la trama porque normalmente estamos acostumbrados a seguir a los personajes principales y aquí, pues, es algo completamente diferente.
¿Consideras que el idílico pueblecito de Lockwood es un personaje más de la novela? ¿Es un pueblo ficticio o real?
Lockwood es un pueblo totalmente ficticio, aunque se basa de forma muy vaga en la zona de los suburbios de Londres, en esas pequeñas comunidades donde muchas personas (como muchos de los personajes del libro) se desplazan a la ciudad, cogen un tren o el coche para ir a su trabajo con lo cual tienen un buen trabajo y un buen salario y luego vuelven a esa pequeña comunidad. Esto hace que en esos lugares y también en La Apelación haya muy diversas clases sociales y todas forman parte de la misma comunidad. Como bien dices, Lockwood es un personaje más de la novela, una fuerza motriz del libro y creo que esto también se puede aplicar a las pequeñas comunidades en la vida real, donde una comunidad trabaja casi como una fuerza conjunta.
¿Cuál o cuáles son tus personajes favoritos?
Mi personaje favorito sería Issy. Siento una cierta debilidad por ella porque me veo reflejada en este personaje. Siempre he sido tímida, lo era más cuando era joven y creo que era muy parecida a Issy cuando tenía su edad. Tenía esa inquietud, esa necesidad de realizar esa búsqueda, de pertenecer a un sitio, de pertenecer a una comunidad, de tener amigos… desde el principio me sentí identificada con ella.
Mis otros dos personajes favoritos, aparte de Issy, serían Sam y Sarah-Jane porque en parte son como tres piezas, tres caras de mi misma persona. Como Sarah-Jane yo también me puedo volcar mucho en las ideas, en los proyectos de otras personas y me veo muy reflejada en su personaje. En cuanto a Sam, diría que es mi aspiración. Es una persona que me inspira y en la que me gustaría convertirme. Me gustaría dejar mi vida y ponerla al servicio de los demás, aunque eso supusiese un perjuicio a mi propia situación. Diría que los tres forman como tres caras de mi persona. Hay una parte de ellos en mí.
Una compañía de teatro amateur, una campaña de recaudación de fondos para sufragar un innovador tratamiento médico para una niña enferma, unos personajes a los que el lector va conociendo en base a sus emails, un misterioso asesinato por resolver y dos mujeres (Femi y Charlotte) ayudantes de un abogado obligadas a repasar los emails de todos los que podrían estar involucrados en el crimen. ¿Por qué dos mujeres investigando el caso?
Lo cierto es que no pensé mucho al respecto. Cuando decidí que los investigadores iban a ser dos estudiantes de Derecho aparecieron ante mí con la forma de dos mujeres. Como escritora no soy una persona que planifique mucho, pero si lo hubiese hecho quizás habría optado por poner a un hombre y a una mujer para resolver el caso. Pero, ya digo, aparecieron ante mi como dos mujeres…y me gusta mucho la idea de que sean tan diferentes, aunque se complementan de alguna manera. Durante toda la trama, Femi y Charlotte ofrecen pistas y guían al lector y, a veces, incluso, descubren ellas mismas los enigmas, de cara a la resolución del gran misterio final. La mayor parte de la revisión de los emails tienen lugar durante la noche porque es un trabajo extracurricular, que hacen en su tiempo libre.
La campaña de recaudación de fondos “una cura para Poppy”, la niña de dos años aquejada de un raro cáncer cerebral, es un éxito, pero Femi y Charlotte (las investigadoras) sospechan que podría tratarse de un fraude abusando de los buenos sentimientos y de la vulnerabilidad de las personas cuando se trata de niños pequeños ¿Te has basado en casos reales?
Me he basado en muchas historias que he leído, que han tenido lugar en Estados Unidos y también en el Reino Unido. A menudo oímos estas historias de gente que miente a sus amigos, a su familia, diciendo que tienen una enfermedad grave, a veces para recibir atención, pero a menudo se trata de recaudar dinero para tratar la enfermedad. Me sorprende mucho porque al engañar a la gente de esta forma estás tentando al destino, cuando dices que estás enfermo, pero realmente no lo estás. Y me fascina mucho ese engaño, me resulta sorprendente, pero me fascina porque me hace pensar que a las personas que incurren en estos engaños a sus allegados y seres queridos les falta algo. Algo hay en su persona que no ha hecho “clic” y quizás no tienen empatía o… hay algo raro.
La compañía de teatro amateur de Lockwood ha representado Un espíritu burlón, de Noël Coward, y empieza los ensayos de Todos eran mis hijos, de Arthur Miller. Comedia y drama, y obras conocidas de autores consagrados ¿Has querido rendir homenaje al teatro?
Sí, desde luego, y no solo he querido rendir homenaje al teatro profesional, también al teatro en general, especialmente a esos grupos que están en las raíces del teatro, esas pequeñas comunidades, esa gente que se reúne simplemente porque les gusta el teatro y quieren representar esas obras. El teatro no es solo ir al West End de Londres y gastarse 150 libras en una entrada para ver una obra de teatro conocida. La apelación es un homenaje a esos pequeños grupos teatrales que están en cada esquina, gente ordinaria amante del teatro que lleva a cabo representaciones de diferentes obras.
La apelación es una novela de misterio clásica al estilo de Agatha Christie. Se te ha calificado como la Agatha Christie del siglo XXI. ¿Qué opinas?
Estoy encantada, halagada y muy contenta, aunque no sé qué habría pensado Agatha Christie de haber escuchado estas críticas. No sé si es cierto, pero en cualquier caso insisto que me siento muy halagada y muy contenta de que me comparen con ella porque al final es una de mis heroínas literarias, uno de mis referentes.
Soy lectora de Agatha Christie, pero no puedo decir que haya leído todos sus libros ni todos sus relatos cortos porque al final son cientos de libros, pues era una escritora muy prolífica. Además, he visto adaptaciones de sus novelas en series, muchas películas de televisión y en la gran pantalla, aunque aún me falta ver el último remake de Muerte en el Nilo. Me gusta mucho pensar en cómo se están adaptando obras escritas hace tantos años a la época actual, al consumidor de cultura actual. Si dentro de cien años se adaptara La apelación, yo estaría encantada. Ese es mi sueño.
¿Involucras al lector para que se una a la investigación de Femi y Charlotte y resuelva el caso?
Sí, sin duda. A Femi y Charlotte, aunque no son policías, las veo como una especie de detectives que van completando el rompecabezas para intentar resolver el misterio después de que alguien inocente haya sido encarcelado erróneamente. En mi opinión, Femi y Charlotte son una versión actual de Miss Marple.
Cita cuatro novelas de misterio favoritas…
Texas blues, de Attica Locke; Cinco cerditos, de Agatha Christie, Dark Pines, de Will Dean y The maid, de Nita Prose, aunque hay muchas más novelas de misterio que son muy buenas.
Siendo guionista teatral ¿has pensado crear una obra de teatro basada en tu novela?
Lo cierto es que no me lo había planteado hasta que mucha gente me lo ha mencionado, pero no lo descarto. Acabo de terminar de escribir el episodio piloto de la serie de televisión basada en La apelación e intentaremos que salga adelante. Sobre un proyecto de adaptación teatral, tengo que decir que de momento no hay planes, aunque no lo descarto en absoluto.
Por último, háblanos de tus próximos proyectos ¿Escribirás otra novela? ¿Algún guion cinematográfico? ¿Una obra de teatro?
Acabo de publicar mi segunda novela en Reino Unido (totalmente independiente de la primera), estoy trabajando en la tercera y pensando ya en la cuarta. También estoy intentando presentar el episodio piloto de televisión que he comentado antes a compañías productoras y, si el proyecto saliera adelante, me dedicaría a trabajar en el guion de esa adaptación, pero ahora mismo lo que estoy haciendo es ir adonde me lleve el trabajo, dejarme llevar por la marea, y no descarto escribir más novelas o hacer cualquier cosa relacionada con la literatura.
Desde Mucho Más Que Un Libro te deseamos mucha suerte.