Entrevistas novela policíaca

Entrevista a Santiago López de Hoyos, autor de “La tumba de Viriato”

Santiago López de Hoyos, seudónimo del autor de La tumba de Viriato, nació en Cáceres hace más de cuarenta años. Socio en una pequeña consultora de marketing, fue un ávido lector desde su infancia, especialmente de novela negra y novela de aventuras, además de un apasionado del cine de ciencia ficción, en casi todas sus vertientes.  Anglófilo por vocación y por biografía, ya que residió y trabajó en su juventud en Escocia, sus influencias literarias provienen de los grandes autores clásicos del hard-boiled como Dashiell Hammett o Raymond Chandler, pero también de escritores más actuales, como Dennis Lehane, Ian Rankin o James Ellroy. En España sus gustos van desde Juan Madrid a Lorenzo Silva, pasando por César Pérez Gellida, Luis Roso, Juan Gómez-Jurado, Domingo Villar y algunos más; mención especial para Francisco González Ledesma, creador, en su opinión, del mejor comisario en lengua española: Ricardo Méndez.

Cuéntanos cómo fueron tus inicios narrativos ¿Qué te impulsó a escribir?

Esta es mi primera novela. Supongo que comparto con todos los escritores la necesidad de expresar mi punto de vista sobre los temas que me interesan y entiendo que, en una parte importante, es el motivo por el que se cuentan historias.

En este caso lo que me dio el impulso definitivo para escribir la novela fue hablar sobre la libertad. La libertad del individuo como sujeto activo de ese derecho. La libertad entendida, como Ortega y Gasset, como un camino y un trabajo diario; y también hablar sobre la privacidad como una de las patas que sustentan la libertad: la privacidad para recabar información sin que nadie sepa cómo, dónde ni por qué y la de difundirla igualmente sin que nadie lo pueda controlar. Creo que esa sensación, que yo al menos siento, de asfixia por sabernos controlados y vigilados en todos los ámbitos de la vida fue lo que me impulsó. Por eso hay muchas referencias en la novela a libros, películas, cómics, empresas y personas que han tratado este mismo asunto, unas más veladas y otras más evidentes.

Cáceres, conjunto monumental.

¿Te apasiona la Historia Antigua? Lo digo por las referencias en La tumba de Viriato a hechos reales ocurridos en Hispania durante las llamadas Guerras lusitanas.

Sí, es un tema que me apasiona. Esa zona en penumbra de nuestra historia, lo que se llama la protohistoria, que tan solo conocemos por fuentes secundarias y algunos restos arqueológicos, donde la leyenda todavía se mantiene viva, me parece fascinante. En concreto, las Guerras lusitanas con un personaje como Viriato, con esa aura de héroe estoico con el que le presentaban historiadores como Diodoro de Sicilia para mitificarlo: austero, frugal y justiciero. Me parece una figura literaria muy atractiva.

He tratado de situar los hechos históricos siendo lo más fiel posible a lo que se sabe sobre las guerras lusitanas. Las batallas y hechos detallados en la novela son verídicos, aunque al final la teoría sobre la situación exacta de la tumba de Viriato no es más que una bonita suposición.

En la novela, mezcla de thriller distópico y novela de intriga, el lector conocerá algunas de las divinidades más relevantes de la Mitología lusitana y galaica. ¿Qué opinas de la Mitología? ¿Te atrae el tema?  

Bueno, creo que una manera sencilla de situar al lector en la mentalidad de esa época es a través del panteón de dioses y creencias lusitanas. No es un interés especial por la mitología en sí, sino una expresión de las preocupaciones e inquietudes de las gentes de la época.

¿Cómo se gestó La tumba de Viriato? ¿Tuvo algo que ver el COVID 19, que aparece citado en diferentes partes del relato?

Efectivamente, el hecho de estar recluido en casa durante semanas me dio la oportunidad de dedicarle el tiempo necesario a la novela. Sobre todo, la posibilidad de disponer de tiempo para investigar y documentarme tanto en lo referente a la época de las guerras lusitanas y la historia de Viriato, como en la parte de la acción que se desarrolla en un futuro cercano.

Cáceres. Noche de niebla.

La novela, escrita en dos tramas temporales (mediados del siglo II a. C. y 2040) arranca con la muerte de Javier Plaka Vázquez, jefe de seguridad de la Mina, en extrañas circunstancias. Junto al cadáver, en una de las paredes de su lujosa casa en el barrio histórico de Cáceres, una enigmática e inquietante pintada: “La muerte vendrá sobre alas ligeras al que estorbe la paz del faraón”, la misma frase que se encontró en la antecámara de la tumba de Tutankamón.  ¿Por qué iniciar La tumba de Viriato con esta supuesta maldición del Antiguo Egipto?

Bueno, ¿Qué puede haber más intrigante y apropiado para el inicio de una novela que un misterio y una maldición que atrapó hasta a Sir Arthur Conan Doyle? Creo que es una manera de aportar el inicio vibrante y misterioso que una novela policíaca como esta necesita.

Además, en la trama de la novela todo tiene una explicación y en este caso esa maldición parece que le viene bien al culpable que se difunda, pero no puedo contar nada más sin desvelar la trama y eso no es lo que queremos, je, je.

La novela cuenta con muchos protagonistas, entre los que destacan el inspector jefe, Ignacio Pascual, su ayudante, la inspectora Sara González, y los altos directivos de la Corporación Sol, empresa que explota la Mina y ostenta el poder económico en la Cáceres de 2040 tras el desastre originado por la COVID 19. ¿Cuál es el objetivo de situar la acción veinte años después de la pandemia? Y respecto a los personajes, ¿te has inspirado en individuos reales?

La ciencia ficción te permite llevar al extremo situaciones que, dándose hoy en día, no nos parecen tan alarmantes. Imaginar un futuro donde las cosas hayan seguido un derrotero que hoy nos parece imposible, permite al autor avisar y decir: ¡Eh, cuidado, que si seguimos por este camino podemos terminar así!

Respecto al tema de los personajes, estos deben ser creíbles y por eso sí me he inspirado en personas, situaciones y lugares reales que puedan dotar de credibilidad a la novela. Pero siempre intento adaptar esas personas reales que me inspiran a las necesidades del relato. Por eso, en ocasiones, mezclo características de distintas personas reales en el mismo personaje.

Es divertido imaginar a esas personas en las situaciones a las que las sometes, supongo que eso es un privilegio del que disfrutamos los autores.

La historia de Viriato y Cauceno, caudillos de los lusitanos, que lucharon contra los romanos a mediados del siglo II a. C, se recrea en la trama de La tumba de Viriato. ¿Cuánto hay de realidad y cuánto de ficción? ¿Cómo te has documentado?  

Los hechos históricos están todos documentados y son verídicos. He tratado de ser lo más fiel posible, situando a los personajes en los acontecimientos históricos que conocemos. He tenido que leer e investigar mucho entre los grandes historiadores y conocedores de la época, tanto en los textos clásicos como en los historiadores actuales. Sobre los hechos históricos afortunadamente sí que hay mucha bibliografía, aunque he de añadir que, realmente y pese a lo conocido del personaje, no hay demasiada literatura en torno a Viriato más allá de un par o tres de novelas y cómics y una serie de televisión española donde por cierto aparece una Ana de Armas muy joven.

Mediante un rito de iniciación, Cauceno entra a formar parte de la cofradía de los guerreros lobo, fieles a Viriato y famosos por su ferocidad. Y el lobo es coprotagonista de ambas tramas temporales. ¿Por qué el lobo?

Estas cofradías de guerreros existían realmente en la época de las guerras lusitanas, eran frecuentes entre las tribus celticas como los Lusitanos y están directamente emparentadas con otras cofradías guerreras como los berseker vikingos. Se conocen sus ritos de iniciación y cómo se drogaban antes de combatir para entrar en un trance que les imbuyese del espíritu del animal con el que estuviesen vinculados, normalmente el lobo o el oso. Destacaban por lo que se llamaba el “furor guerrero”, que les hacía ser temibles en combate.

Por ejemplo, el santuario de Postoloboso, que existe y aparece en la novela, fue erigido inicialmente dedicado al dios Vaelico y vinculado con el lobo, para posteriormente convertirse en ermita dedicada a San Bernardo, al que se atribuían poderes contra la rabia. Eso da una idea de cómo el lobo ha estado presente en la tradición extremeña, pasando de época en época.

El lobo.

Cáceres, especialmente su conjunto monumental, es un personaje más y el lector la recorrerá incansable de la mano de los diferentes personajes. ¿Por qué situar la acción en la ciudad vieja de Cáceres, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986?

Yo soy de Cáceres, conozco perfectamente la parte antigua y creo que es un escenario perfecto para una novela como La tumba de Viriato, llena de misterio, palacios, callejones y lugares secretos y con encanto.

Cualquiera que haya visitado la parte antigua de Cáceres sabe de lo que hablo. Por eso se han rodado allí películas y series de televisión como Juego de tronos.

Nueve de los diez capítulos de la novela se inician con letras de canciones de Extremoduro, un grupo de rock transgresivo que inició su actividad en 1987. En cambio, introduces el último capítulo con letras de un autor de música country (Johnny Cash). ¿Tiene influencia la música en tu escritura? ¿Algún tipo de música preferido?

Extremoduro y su fundador, Robe, siempre ha sido una gran influencia para mí, es un gran artista que logra inspirarme. En sus canciones noto esa rabia, que yo también siento muchas veces, que quiere gritar al mundo. Además, con el tiempo ha ido evolucionando de una manera parecida a la que he ido siguiendo yo en mi vida personal y eso me alegraba y me hacía sentir todavía más cercana su música.

En el caso de Johnny Cash, es que parecía escrita especialmente para ese último capítulo, venía como anillo al dedo, incluso hay una escalera dorada reaching down…

Cáceres nocturna y misteriosa.

¿Tendrá continuación La tumba de Viriato?

No. Me parece una obra bastante bien cerrada, no le veo sentido, ahora mismo, a una continuación. Pero sí me han gustado algunos de los personajes y quizás sí que tengan cabida más adelante en algún otro relato.

Cinco autores y cinco títulos de novelas negras recomendadas…

Sin seguir un orden de prioridad:

Francisco González Ledesma, Una novela de barrio; Dashiell Hammett, Cosecha roja; Domingo Villar, El último barco; Dennis Lehane, Cualquier otro día y Lorenzo Silva, El alquimista impaciente.

De regalo un paisano, Luis Roso, con un gran libro: Después de la nevada.

¿Cómo escribe Santiago López de Hoyos? Cuéntanos cuál es tu método.

Es curioso, primero necesito varios meses hasta tener toda la trama en la cabeza ordenada y fijar las motivaciones y características de los personajes; después tengo varias semanas de febril escritura intentando avanzar tan deprisa como puedo. A veces ni siquiera recuerdo los nombres que debería escribir y dejo el hueco. En esta etapa solo me detengo para afianzar detalles históricos o descriptivos y, por último, ya viene todo el trabajo de revisión y depuración del texto.

Si me preguntas por el asunto de la brújula o el mapa, te diré que no entiendo cómo se puede escribir un relato policíaco sin un mapa detallado, pero bueno, cada maestrillo tiene su librillo.

Por último, nuestra pregunta obligada. ¿Qué puedes explicarnos de tus próximos proyectos literarios?

Todavía está muy reciente La tumba de Viriato para meterme en otro proyecto a fondo, pero la verdad es que le estoy dando vueltas a una historia para escribir una novela de aventuras tradicional, al estilo de La isla del tesoro o Los tres mosqueteros, aunque en esta ocasión la veo situada en la actualidad.

Desde Mucho Más Que Un Libro te deseamos mucha suerte.

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