¡Jaque al Gran Maestro!
Arturo Muñoz, un Gran Maestro ajedrecista se enfrenta a la partida más importante de su vida. Un solo movimiento en falso, la pérdida de una pieza, acarreará la muerte a una o varias personas inocentes en El peón envenenado, la última novela de Ricardo Alía, presentada el viernes 9 de noviembre en la librería SomNegra, de Barcelona.
Vladimir Hernández, autor de Indómito, novela galardonada con el X Premio L’H Confidencial, acompañó al autor en la presentación de El peón envenenado, “una novela de suspense trepidante que se juega a contrarreloj y en la que hay que descubrir cosas hasta el final”, opinó. “Juego al ajedrez y hace años tuve la idea de convertir a las piezas en personajes, que mueren si la pieza es capturada, pero antes de escribir una novela basada en esa idea decidí empezar con cosas más fáciles como la Trilogía del Zodiaco”, apuntó Ricardo Alía.
El peón envenenado es la historia de una atípica partida de ajedrez. Arturo Muñoz, el protagonista y gran jugador, es retado en Londres a jugar una partida contra un temible asesino en serie. Un solo error y una o varias personas morirán, pero Muñoz acepta el reto, a petición de Scotland Yard, para ganar tiempo y ayudar a la policía a descubrir al criminal. La novela, escrita en tres tramas temporales que avanzan paralelas hasta confluir en un inesperado final “nos habla también de la influencia del pasado que siempre nos acaba atrapando”, explicó el autor.
De hecho, El peón envenenado nos cuenta tres historias. “La primera, ambientada en 1937, en plena Guerra Civil Española, se asemeja a la novela histórica, con un niño vasco, Ander Sukalde, que es enviado a Inglaterra por su madre para protegerlo de los bombardeos; la segunda trama, que discurre en 1970, recrea la infancia de Arturo Muñoz en Monroca, un pueblo de Extremadura, y se asemeja a la novela de aventuras; la tercera nos sitúa en Londres en 2003 con una partida de ajedrez que deviene violenta cuando se necesita acción y más tranquila en las partes más sosegadas de la trama. Esta es la novela de suspense o thriller propiamente dicho”, reveló Alía.
¿Y porqué situar la acción en Londres y no en Barcelona o San Sebastián? “Londres es una ciudad muy literaria y yo no puedo escribir sobre Barcelona si resido en Barcelona. Siento la literatura lejos de donde yo vivo, como le ocurría a Edgar Allan Poe, uno de mis autores de referencia, que escribió Los crímenes de la calle Morgue y creó a Auguste Dupin, el primer detective de la historia de la literatura, en 1841. La acción transcurría en París, y Poe nunca estuvo allí”, explicó el autor.
Ricardo Alía nació en San Sebastián en 1971 y pasó su infancia en Rentería, Guipúzcoa. En su juventud, compitió en torneos internacionales de ajedrez y se licenció en Ciencias Químicas por la Universidad del País Vasco. En la actualidad trabaja como químico en Barcelona, ciudad donde reside junto a su familia. Debutó en la literatura con la Trilogía del Zodiaco (El signo del dragón, El vuelo de la serpiente y El salto del caballo) basada en el Zodíaco chino y en la que su trabajo como químico ha tenido mucha influencia. Se considera a sí mismo escritor de brújula más que de mapa, porque “sé dónde empiezo y adónde voy, pero es escribiendo como voy ensamblando los temas”. Sobre esto último, Vladimir Hernández opinó que “es en el subconsciente del escritor donde la novela se estructura poco a poco. La magia para escribir no existe”.
El peón envenenado nos trae una partida de ajedrez decisiva en la que un error se castiga con la muerte. ¡Atrévete a jugar!