¡“Lleida también existe”!
Lleida, la capital de Les Terres de Ponent, un territorio envuelto en la niebla misteriosa y persistente durante buena parte del año, celebró la tercera edición de El Segre de Negre los días 1 y 2 de junio. Mesas redondas, presentación de las últimas novedades negras, talleres, juego de misterio con escape room incluido en el impresionante castillo de La Suda, actividades infantiles, cineclub, gastronomía, charlas literarias y un merecido homenaje a Manuel de Pedrolo en el centenario de su nacimiento, ocuparon las horas de un festival que ya ha situado Lleida en el circuito del panorama negrocriminal catalán.
El Segre de Negre arrancó con fuerza el viernes 1 de junio con uno de los platos fuertes del festival: la mesa redonda No renteu les utopies, en homenaje a Manuel de Pedrolo, prolífico autor catalán que escribió unos 120 libros –entre novelas, obras de teatro, cuentos y poemas-, aunque es recordado por una única obra, El mecanoscrit del segon origen, la novela más vendida de todos los tiempos en lengua catalana. Anna Maria Villalonga (escritora y comisaria de l’Any Pedrolo), el escritor Antoni Munné-Jordà y Joan Sala, director de la editorial Comanegra, reivindicaron la figura de este autor comprometido con su tiempo y muy crítico con el poder establecido, que también fue autor de novela negra (Es vessa una sang fácil (1954), L’inspector arriba tard (1960), Joc brut (1965) y Mossegar-se la cua (1967) y director de la mítica colección de novela negra en catalán La Cua de Palla de 1963 a 1970.
El sábado 2 amaneció con amenaza de lluvia, pero eso no arredró a los madrugadores participantes en el taller teórico-práctico de escritura de novela negra Escriure en negre, impartido por el escritor y periodista David Marín a las 10 h, ni a los jóvenes aprendices de escritores que asistieron al taller Lletres i crim, con el escritor y profesor Ramon Usall. No faltó un Contacontes detectivesc del Traginer de Contes para los más pequeños, organizado por Sac Espectacles en la modernista Plaça de Sant Francesc.
Hacia el mediodía, en el emblemático patio del Institut d’Estudis Ilerdencs, empezaron las presentaciones de libros de la mañana, con la periodista Anna Sáez como conductora de una primera tanda de novedades negras. Participaron Salvador Balcells (Els crims del convent), Marta Alòs (Ulls maragda), Francesc Puigpelat (La pista d’una morta), Jordi Agut (L’últim defensa) y Ramona Solé (Instint de supervivencia). La diversidad de las tramas enriqueció un debate que nos llevó desde 1869 con la caída de la monarquía borbónica (Els crims del convent) “una época de nuestra historia muy interesante, pero poco conocida”, hasta el lado más oscuro del deporte rey en L´últim defensa, un thriller futbolístico que recorre momentos culminantes de la historia de la Eurocopa, pasando por las luchas de poder en el Rectorado de la Universitat de Lleida, una ciudad que la niebla convierte en ideal para asesinar o esconderse (Ulls maragda), por la apasionante mezcla de ciencia ficción, novela negra y novela psicológica en La pista d’una morta y, finalmente, por un juego psicológico de manipulaciones en Instint de supervivència, una novela de personajes atrapados en uno de esos pueblos aparentemente idílicos donde todos quieren saberlo todo y nada es lo que parece ser.
La segunda tanda de novedades negras de la mañana fue presentada por el periodista Juan Cal y trató sobre El territorio com a escenari criminal con la participación de Montserrat Espallargas (El Clan de Sa Ràpita), Pep Coll (Dos taüts negres i dos de blancs), Susana Hernández (Males decisions) y Jordi Juan (Cenicienta en llamas). “El territorio es fundamental y los cuatro personajes de Males decisions tienen mucho que ver con el paisaje. La historia no podía situarse en Barcelona, sino en un pequeño pueblo de Osona”, explicó Susana Hernández, que publica con esta su primera novela en catalán. Jordi Juan, por su parte, reivindicó Valencia (su ciudad) como “un territorio amoral, al menos durante las dos últimas décadas, donde sitúo mis ficciones y donde la personalidad de los personajes marca la historia”. Mientras, Pep Coll considera que la realidad puede convertirse en novela “como hizo Truman Capote con A sangre fría y como ha hecho el mismo al novelar en Dos taüts negres i dos de blancs el brutal asesinato de una familia perpetrado en la comarca leridana del Pallars Jussà en 1943, un crimen que quedó impune. Montserrat Espallargas, que vivió diez años en Mallorca, necesita “ir al fondo de las cosas” y eligió esa isla balear convertida en un espacio entre mítico y real en El Clan de Sa Ràpita “para hablar de temas que me interesan, como los problemas en la Universidad o las motivaciones que llevan a un individuo al asesinato”.
Tras una mañana tan intensa se imponía un descanso gastronómico para reponer fuerzas y volver con ánimos renovados a la proyección del documental Lletres dins la boira, con guion de Montse Sanjuan y participación de catorce escritores de las Terres de Ponent, que nos demuestran, por si alguien albergaba alguna duda, que “Lleida también existe” como escenario de novelas negras y en el circuito del crimen literario en catalán. Y tras la visión de este interesante documental continuamos la andadura con Un camí al mal de l’ésser humà, hablando de libros y crímenes con Jordi Colonques y Joan Canela (Napalm), Rafa Melero (El secreto está en Sasha), Ludmilla Lacueva (Mort sota zero) y Montse Sanjuan (Memòria mortal), moderados por la periodista Miriam García. Ludmilla Lacueva confesó haber disfrutado mucho con la escritura de Mort sota zero, su primera novela de misterio, ambientada en Andorra porque soy esquiadora y natural de Andorra, así que “¿qué mejor que situar la acción en las pistas de esquí de Soldeu?”. Rafa Melero reveló que le gusta crear subtramas que van enlazando en la novela porque agilizan la lectura. En El secreto está en Sasha nos encontramos con un nuevo caso del sargento de los Mossos d’Esquadra Xavi Masip, “pero has de procurar que las historias no se repitan”. Napalm, escrita a cuatro manos por los valencianos Jordi Colonques y Joan Canela, elegida Millor Novel·la VLC Negra 2018, “es una novela dura, surrealista, de realismo sucio, pero con el final nos quedamos a gusto, fue una especie de “mascletá”, explicaron los autores. Y Memòria mortal, tercer caso de la sargento Anna Grimm arranca con un crimen múltiple, al que se añade la investigación de un asesinato ocurrido veinticinco años atrás. “Puedes hacer lo que quieras con la ficción, siempre supera a la realidad”, explicó Montse Sanjuan, quien también comentó que empezó a escribir novela policiaca ambientada en Lleida porque “estaba muy cansada de la novela negra nórdica y quería introducir Lleida en el panorama literario criminal con una mujer como protagonista”. ¿Y por qué no? Como ya se ha demostrado ¡Lleida también existe!
Y terminamos con un interrogatorio en toda regla del periodista y escritor mallorquín Sebastià Bennasar al escritor canario Alexis Ravelo que nos habló de sus difíciles inicios literarios, del personaje de Eladio Monroy (del que ha publicado recientemente El peor de los tiempos, quinta entrega de la serie), de sus novelas donde “siempre hay ideas políticas y crítica a los que se hacen ricos a costa de los demás, sin necesitarlo”. La estrategia del pequinés ganó el Premio Hammett a la mejor novela publicada en 2013 “pero la escribí en condiciones de extrema pobreza. Estuve diez meses sin pagar el alquiler”, confesó el autor, quien también añadió que la serie de Eladio Monroy, un pensionista de la marina mercante siempre al límite de la legalidad, empezó como un divertimento. “En la presentación de la primera, Tres funerales para Eladio Monroy, vendí cuarenta libros, empezó a funcionar el boca-oreja, vendí más libros y decidí seguir con la serie porque me lo pedían los lectores”. En Los milagros prohibidos, una de sus últimas novelas, nos habla del duro invierno de 1936 en la isla de La Palma. Tras la Semana Roja (18 de julio – 25 de julio de 1936), en la que la isla se mantuvo fiel a la legalidad republicana, y la toma de la isla por los golpistas, los partidarios de la República huyeron a los montes para resistir y ponerse a salvo. Durante la guerra y la posguerra “los privilegiados aprovecharon las rencillas de la gente para que les hicieran el trabajo sucio y de eso hablo en mi novela”, explicó el autor.
El Segre de Negre, un festival que nos demuestra que, a pesar de la niebla o quizás gracias a ella, “Lleida también existe” en el panorama literario negrocriminal. ¡Felicidades a los organizadores y nos vemos en 2019!