Festivales género negro Premios novela negra

¡Los Premios en la XXXII Semana Negra de Gijon!

La trigésima segunda edición de la Semana Negra de Gijón ya ha dado a conocer la relación de novelas finalistas para alzarse con los premios del festival. En Mucho Más Que Un Libro destacamos las elegidas para optar al Dashiel Hammett a la mejor novela de género negro en español publicada en 2018 y al Memorial Silverio Cañada a la mejor primera novela de género negro.

Durante la mañana del 12 de julio, en el Hotel Don Manuel, conoceremos las novelas ganadoras entre las cinco finalistas a ambos premios, dedicados al género negro. Para el Dashiel Hammett encontramos a Corazones negros, de Noelia Lorenzo Pino; Cuando gritan los muertos, de Paco Gómez Escribano; El último Hammett, de Juan Sasturain; La química del odio, de Carme Chaparro y Justo, de Carlos Bassas. Para el Memorial Silverio Cañada, las cinco elegidas son: El asesinato de Laura Olivo, de Jorge Eduardo Benavides; Hágase usted mismo, de Enzo Maqueira; La novia gitana, de Carmen Mola; Los Caín, de Enrique Llamas y Morir no es lo que más duele, de Inés Plana.

Novelas finalistas al Premio Dashiell Hammett 2019.

Corazones negros, de Noelia Lorenzo Pino, nos cuenta la historia de Anna Karlatos, una mujer joven, valiente y guapa que lo único que ansía es recuperar la vida que le han robado. El calvario en el que se ha convertido su existencia solo le deja dos alternativas: huir o morir. Mientras, la agente Eider Chassereau y el suboficial Jon Ander Macua se verán envueltos en el caso más oscuro que han investigado hasta el momento, descubriendo hasta dónde puede llegar la bajeza del ser humano.

Paco Gómez Escribano vuelve a hablarnos de su barrio en Cuando gritan los muertos. El Cuqui y el Tente son dos supervivientes que, tras un atraco por encargo que salió mal, pagaron sus deudas con la sociedad en la cárcel. Son dos personajes marginales propios de un barrio de las afueras de Madrid, que cometen pequeños delitos para sobrevivir. Llevan una vida más o menos rutinaria, pero el Dandy, el mafioso que encargó el atraco, vuelva a aparecer en sus vidas y el Cuqui y el Tente deciden plantarle cara. En la guerra que se desatará no habrá ni vencedores ni vencidos.

El último Hammett, de Juan Sasturain, novela la que pudiera haber sido la última obra de Dashiell Hammett. Con una mezcla de erudición obsesiva, ambientación minuciosa y una imaginación que no pide permiso, Juan Sasturain, uno de los escritores argentinos que más sabe del género policial y específicamente sobre Dashiell Hammett, escribe en El último Hammett un homenaje que es al mismo tiempo un ejercicio de imaginación acerca de cómo pudieron haber sido los últimos años del gran escritor estadounidense de novela negra.

La química del odio, de Carme Chaparro, continúa la serie de la inspectora jefa Ana Arén, iniciada con No soy un monstruo. En esta ocasión, Arén deberá investigar el asesinato de una de las mujeres más famosas de España. Siempre cuestionada por su superior, al frente de un equipo que aún no confía en ella y con el foco mediático sobre la investigación, Ana Arén se verá de nuevo ante un crimen aparentemente irresoluble en el que el tiempo y el pasado se empeñan en jugar en su contra.

Escrito en una primera persona de estilo directo y peculiar, Justo, de Carlos Bassas, cuenta la historia de Justo Ledesma, un viejo irascible que discurre por las calles de un barrio, el de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, que ya no es el suyo; de una ciudad, Barcelona, que dejó de serlo hace tiempo. En definitiva, estamos ante un hombre cansado que, consciente de que su fin está cerca, decide saldar cuentas con su pasado; con un pasado que regresa de forma inesperada cincuenta años después.

Tres novelas negras finalistas al Memorial Silverio Cañada 2019.

El asesinato de Laura Olivo, de Jorge Eduardo Benavides, gira en torno de Colorado Larrazabal, un expolicía peruano negro, de origen vasco, que abandona su Lima natal tras haberse enfrentado a un caso de corrupción en la época de Fujimori y viaja a Madrid, donde sobrevive en el barrio de Lavapiés. Tras resolver un secuestro a manos de unos delincuentes de poca monta, su casera le encomienda ocuparse del caso de su sobrina, una joven periodista a la que todos los indicios señalan como única sospechosa de la muerte de una célebre agente literaria, Laura Olivo, con la que estaba viviendo un tórrido romance.

Hágase usted mismo, de Enzo Maqueira, propone un relato despiadado, con aires de policial doméstico. Lejos de la ciudad, en la desolación de un pequeño pueblo en medio del desierto, el protagonista intenta escribir el guion de una película como un modo desesperado de escapar de la mediocridad. Lleva un cuaderno, piensa tramas posibles, pero siempre se desvía de su objetivo, asediado por un pasado bochornoso.

Se ha dicho de La novia gitana, de Carmen Mola, que es la novela policiaca más revulsiva de la literatura española. Dos novias gitanas aparecen asesinadas con un intervalo de siete años tras haber sido torturadas siguiendo un ritual insólito y atroz. Se da la circunstancia de que las víctimas, Lara y Susana Macaya son hermanas y ambas mueren en vísperas de su boda. Elena Blanco, una policía peculiar y solitaria, se asomará a la vida de unos gitanos que han renunciado a sus costumbres para integrarse en la sociedad y a la de otros que no se lo perdonan, para descubrir quién pudo vengarse con tanta saña de las dos novias gitanas.

Dos novelas negras finalistas al Memorial Silverio Cañada 2019.

Los Caín, de Enrique Llamas, nos transporta a un pueblo perdido en mitad de Castilla en las postrimerías del franquismo. Allí el lector encontrará a un joven maestro madrileño falto de experiencia y fuera de lugar, una niña ahogada veinte años atrás, el fatal accidente de una adolescente para la que huir era la única salida, una extraña epidemia que acaba con los ciervos del lugar, y el silencio, la nieve, la cerrazón y los secretos como únicos testigos, mudos e impasibles, del lento pasar de los días en un lugar olvidado, ahogado bajo odios enconados y rencores enquistados cuyo motivo nadie recuerda.

Por último, llegamos a Morir no es lo que más duele, de Inés Plana. Un hombre aparece ahorcado en un pinar a las afueras de Madrid, con los ojos arrancados de cuajo. En uno de sus bolsillos se halla un papel con el nombre y la dirección de una mujer: Sara Azcárraga, que vive a pocos kilómetros del escenario del crimen. Julián Tresser, teniente de la Guardia Civil, se hará cargo del caso, asistido por el joven cabo Coira, que se enfrenta por vez primera a una investigación criminal sin apenas pistas, con demasiados enigmas. Una investigación que les conducirá hasta el mismísimo infierno.

¡Mucha suerte a todos!

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