¡Pedrolo, novelista policiaco!
Pocos conocen a Manuel de Pedrolo como uno de los padres de la novela negra catalana. Premi d’Honor de les Lletres Catalanes en 1979, Pedrolo fue uno de los escritores más prolíficos, comprometidos y vanguardistas del siglo XX. Muy conocido por El mecanoscrit del segon origen, la novela más vendida de todos los tiempos en lengua catalana, el resto de su obra –más de 120 libros entre novelas, obras de teatro, cuentos y poemas- se encuentra prácticamente en el olvido. El lunes, 9 de noviembre, Álex Martín Escribà nos habló, en la Biblioteca La Bòbila, de Manuel de Pedrolo policíac, 25 anys després.
Álex Martín Escribà, doctor en literatura catalana por la Universidad de Salamanca y, desde 2005, codirector del Congreso de Novela y Cine Negro organizado por esa Universidad, describe a Manuel de Pedrolo (1918-1990) como un “autor muy avanzado a su tiempo, que escribe para dar respuesta a lo que ocurre en la sociedad. Como escritor tocó muchos géneros y, en lo que respecta a la novela policíaca, podemos distinguir tres Pedrolos: el autor, el traductor y el director de la colección de novela negra y policíaca, La Cua de Palla”.
Avalado por Rafael Tasis (1906-1966), “iniciador” de la novela negra en catalán en la década de 1950, con Un crim al Paral·lel, La Bíblia valenciana y És hora de plegar, Manuel de Pedrolo concibe el género policíaco más allá del enigma. “No le gustaba Sherlock Holmes y le interesaba resaltar los componentes de crítica social, las experiencias humanas y la vida de los personajes que lo pasan mal.”. Pedrolo escribiría cuatro novelas policíacas: Es vessa una sang fácil (1954), L’inspector arriba tard (1960), Joc brut (1965) y Mossegar-se la cua (1967).
Lector de novela policíaca desde sus primeros años de juventud, Manuel de Pedrolo era un gran conocedor de la realidad y la narrativa norteamericanas. Fue traductor de Georges Simenon y, más tarde, con La Cua de Palla, de otros reconocidos autores clásicos de novela negra, como Dashiell Hammett, Raymond Chandler, John Le Carré o Chester Himes. “Se da la circunstancia –explica Martín Escribà– que Pedrolo traducía del inglés y del francés sin saber nada del idioma, a golpe de diccionario”.
En 1954, Pedrolo publica su primera novela policíaca, Es vessa una sang fácil, que guarda un cierto paralelismo con Jungla de asfalto (The asphalt jungle), la espléndida película dirigida en 1950 por John Huston. En L’inspector arriba tard (1960) la historia es narrada desde el punto de vista del malhechor y el inspector no resuelve el caso. En 1963, Pedrolo decide aceptar la propuesta de Edicions 62 y dirige La Cua de Palla –primera colección de novela negra en catalán– inspirándose en la francesa Série Noire, de Gallimard, creada en 1945. De 1963 a 1970, la colección publica 71 títulos, entre ellos dos de Pedrolo: Joc brut (1965) y Mosssegar-se la cua (1968).
Joc Brut, considerada una de las mejores novelas negras catalanas, fue escrita en nueve días. La historia, contada en primera persona por Xavier, un joven ambicioso que comete un asesinato a instancias de Juna, de la que se enamora perdidamente y que le abandonará, gira en torno al engaño, la traición y la avaricia. Por su parte, la trama de Mossegar-se la cua recuerda a Un estrany en la meva tomba, de Margaret Millar. “También le habría gustado publicar autores catalanes en La Cua de Palla –expone Martín Escribà- pero no encontró ninguno que le gustara”.
Veinticinco años después de su muerte, Manuel de Pedrolo, un autor imprescindible en la historia de la literatura catalana en general y de la policíaca en particular, comprometido con su tiempo y muy crítico con el poder establecido, merece ser reconocido con todos los honores y rescatado de un olvido dificil de comprender.