¡Solo pedimos un instante de paz!

Pero ni eso fue posible en la librería La Conxita, Llibres i Discos, en el barcelonés barrio de Sants, el martes 17 de diciembre. ¿Motivo? La presentación de “Ni un instante de paz”, tercera novela negra de Nacho Zubizarreta, publicada por Editorial Milenio, una historia de intriga y acción trepidante que transcurre en la villa costera de Sitges, y que no da ni un momento de respiro al lector.
Todos nos imaginamos Sitges como un oasis de tranquilidad, lugar ideal para disfrutar del sol, la playa, el legado modernista que nos dejaron artistas de la talla de Santiago Rusiñol y Ramon Casas, y de los numerosos actos culturales que se celebran a lo largo del año, pero no todo es sosiego en la Blanca Subur, como nos recordaron Nacho Zubizarreta, autor de “Ni un instante de paz” y Xavier Lahoz, también escritor y divulgador cultural, ambos residentes en la villa desde hace más de diez años.

Ni un instante de paz arranca con el hallazgo de los cadáveres del matrimonio Anglada tras el incendio intencionado de su masía en las afueras de Sitges. Omar Nguru, uno de sus trabajadores, nigeriano sin papeles y con un pasado conflictivo, ha desaparecido y eso lo convierte en el principal sospechoso del crimen. Alicia Fernández, Intendenta de los Mossos d’Esquadra y embarazada de siete meses, se hará cargo de la investigación de lo que, a primera vista, parece un caso fácil. Pronto se percatará de que nada está más lejos de la realidad.
Nacho Zubizarreta considera que su tercera novela, Ni un instante de paz, supone un salto importante en su obra literaria. “He empleado cuatro años en escribirla”, confesó. Su primera novela, Nada es cierto, publicada en 2017 con Ediciones Pàmies, fue resultado de una complicada situación personal. “Me quedé sin trabajo y decidí “reinventarme”. Me convertí en autónomo por la mañana y, por la tarde, decidí escribir una novela a mi gusto, convencido de que nadie me publicaría nada”, confesó. Tras esta ópera prima, el autor publicó Juegos salvajes (2019), con el mismo protagonista, el ex policía y detective privado Lucas Rozman, ambas ambientadas en Sitges.

Y en diferentes localizaciones de la cautivadora villa de Sitges transcurre la acción de Ni un instante de paz, aunque, en esta ocasión, Zubizarreta apuesta por una protagonista femenina con mando en plaza, la Intendenta Alicia Fernández, una mujer que ha decidido ser madre soltera, pero a la que asaltan las dudas sobre lo que realmente desea cuando ya se encuentra en la recta final del embarazo. Junto a ella, otros dos potentes personajes femeninos: Tifany, voluptuosa propietaria de un club nocturno, el Cleopatra’s, y Mónica Matas, rica, elegante y sofisticada, educada junto a su hermano gémelo, Igor, por una madre autoritaria e inflexible que exigía a sus hijos algo imposible de alcanzar: la perfección.
Los muertos se suceden en “Ni un instante de paz”, una novela en la que el autor aborda muchos temas de candente actualidad, que van aflorando durante la investigación por el asesinato de los Anglada. “El problema de la inmigración ilegal, la dura vida de los inmigrantes sin papeles que luchan por sobrevivir, los conflictos entre comerciantes y “manteros” en Sitges, el maltrato infantil, el cuidado de enfermos que no pueden valerse por sí mismos, las responsabilidades inherentes a la maternidad. ¿Querías hablar de todo esto?” preguntó Xavier Lahoz. Pues, parece ser que sí.

Y para ello, Nacho Zubizarreta ha construido una historia coral con dos tramas temporales y muchos personajes. A las ya mencionadas Alicia Fernández, Tifany y Mónica Matas, añadiremos Omar Nguru, el inmigrante sin papeles que huye de un tenebroso pasado; Jacobo Tur, un anticuario involucrado en oscuros negocios relacionados con obras de arte; Igor Nin, pianista de éxito y hermano gemelo de Mónica Matas, que depende totalmente de ésta por su creciente inseguridad emocional, y el sargento de los Mossos d’Esquadra, Agustín Leal, apodado el “Sheriff”, un policía de la vieja escuela a punto de jubilarse. “Ninguno de mis personajes es enteramente bueno ni enteramente malo”, apuntó el autor.
En resumen, no encontrarás paz en la lectura de “Ni un instante de paz”, pero no podrás parar de leer. ¡No te la pierdas!