¿Un detective en Montbau Noir?

Un detective privado, Juan Ollero, o dos, según se mire, “visitaron” el jueves, 22 de mayo, la Biblioteca Montbau-Albert Pérez Baró, de Barcelona, de la mano de “El lebrel de los Basketville”, novela policíaca de Eduardo Oller. Entre sus páginas, y al igual que en las restantes novelas del autor, el lector descubrirá a John Pottery, el “otro” detective o, si lo preferís, un “alter ego” de Sherlock Holmes, el investigador literario más famoso de todos los tiempos. Poseedor de una mente brillante, John Pottery aparece cuando Juan Ollero se “atasca” y con sus acertadas deducciones le ayuda a avanzar en sus pesquisas.
Habéis leído bien. No hablamos de “El perro de los Baskerville”, una de las novelas más conocidas de Arthur Conan Doyle, sino de “El lebrel de los Basketville”, cuyo título se refiere a un equipo de baloncesto de la localidad toledana de Novés. La novela nos relata un complejo caso que llevará al detective privado Juan Ollero (y a su “avatar”, John Pottery) de Barcelona a Novés siguiendo la pista de un supuesto suicidio al que seguirán otras muertes inexplicables, sin aparente conexión entre sí.
“El lebrel de los Basketville” es la segunda parte de una trilogía que enfrenta al detective privado Juan Ollero y su amigo y confidente Magín Herrero, con Alexander Masón, un despiadado enemigo dispuesto a vengar la derrota del malvado Samuel Hierro, alias “el caballero”, su amigo y mentor, antagonista de Ollero en una trilogía anterior, compuesta de Erside (2021), Stacco (2022) y Dos horas (2023). “Tras acabar con Hierro, surgirá un nuevo villano, Alexander Masón, “el contratista”, protegido del primero durante sus años en la Universidad. “Con Masón como antagonista, idee una nueva trilogía iniciada con Memoria en blanco, escrita durante la pandemia y todavía no publicada”, explicó Oller.
La elección del título de esta segunda parte de Memoria en Blanco fue un reto personal para Eduardo Oller. “Recordando El perro de los Baskerville, de Conan Doyle, aposté conmigo mismo si sería capaz de crear una historia titulada “El lebrel de los Basketville”. Me puse a ello al finalizar la primera parte de la trilogía y aquí está el resultado”. La novela arranca con el supuesto suicidio de un familiar de Nieves, la portera de la finca en la que vive Juan Ollero. Para apoyarla en tan duros momentos, Ollero y Magín la acompañan a Novés para asistir al funeral y entierro del finado.

Pero las muertes y desapariciones inexplicables y sin aparente conexión entre sí se suceden para desconcierto de Ollero y Magín. Es entonces cuando el detective decide “echar mano” de la mente privilegiada de John Pottery escribiendo una historia que convierte a su “yo” ficticio en protagonista e investigador principal de los hechos. Como podrá observar el lector, cuando está Ollero no está Pottery y cuando el primero se retira para ordenar sus pensamientos aparece el “alter ego” de Sherlock Holmes.
La acción vertiginosa de “El lebrel de los Basketville” transcurrirá entre Barcelona y Novés, donde nació Nieves, personaje inspirado en la propia madre del autor. En cuanto a Barcelona, la investigación detectivesca nos llevará a visitar lugares representativos de la ciudad y a desvelar aspectos no muy conocidos por el gran público, porque ¿Quién sabe que la Escola Industrial fue una antigua fábrica textil con tres galerías subterráneas construidas para conducir el vapor de las máquinas y calderas, o que la conocida Casa de l’Ardiaca, en el barrio Gótico, fue residencia de Pere de Rovera, Gran Maestre de la Orden del Temple, en 1150? Sin olvidar el Mercat del Ninot, construido a finales del siglo XIX y recientemente reformado, escenario de una de las escenas más rocambolescas y divertidas de la historia.
Finalizada la presentación de “El lebrel de los Basketville”, una novela policiaca que busca entretener al lector a la vez que le invita a pensar en los problemas del día a día, pasamos a “En lo que quede de otoño”, un libro de reflexiones sobre la vida y las circunstancias que influyen en la forma de ser y comportarse de una persona. Escrito en primera persona por Javier Fraga, un hombre que anda rozando los setenta (el otoño de su existencia), el protagonista, nacido en la España de los años cincuenta, conversa con un personaje imaginario sobre cómo influyeron en la vida de la población las costumbres de la época, la religión y los papeles asignados al hombre y la mujer por el régimen surgido de la Guerra Civil. ¡Lectura muy recomendable!

Nacido en Barcelona, Eduardo Oller desarrolló su actividad profesional fundamentalmente en el ámbito de la informática bancaria. Empezó a escribir en 2013 y en 2014 ganó el Primer Premio de relatos breves de Vimbodi i Poblet. Fue finalista con la novela Las seis letras en el II Premio Icue Negro para escritores debutantes, organizado por el certamen Cartagena Negra 2020. Es autor de las novelas: Estruc (2017); Las mensajeras (2019); Las seis letras (2019); Erside (2021), Stacco (2022) y Dos horas (2023). Estas tres últimas novelas forman la trilogía que enfrentó a Juan Ollero con Samuel Hierro, “el caballero”. El lebrel de los Basketville, publicada por Apeiron Ediciones a finales de 2024, nos presenta a un nuevo y escurridizo enemigo, el astuto y vengativo Alexander Masón “el contratista”.
¡No te lo pierdas!