¡Viva la Pepa y Viva Gaditanoir!
Cádiz, fundada por los fenicios con el nombre de Gadir allá por el año 1100 a.C. y escenario de la promulgación de la primera Constitución española en 1812, más conocida como la Pepa, ha celebrado el Primer Festival Literario de Novela Negra Gaditanoir, del 7 al 10 de noviembre. El principal objetivo: reivindicar Cádiz, “la tacita de plata”, como escenario de novela negra y dar visibilidad a los autores gaditanos que escriben género negro.
Aunque, buena parte de las mesas redondas y charlas en esta primera edición de Gaditanoir giró alrededor de Cádiz, una ciudad imaginada por los profanos como el lugar ideal para vivir por su luminosidad y alegría, también hubo lugar para presentación de novedades literarias, como “Todo muere”, la última novela de Juan Gómez Jurado, una interesante mesa redonda sobre literatura negra iberoamericana, entrega de premios y un emotivo homenaje a José Rasero Balón, recientemente fallecido, autor afincado y muy apreciado en Cádiz, creador de la serie del detective sesentón Benito Bram, aficionado al alcohol y a la música de jazz.
Juan Gómez Jurado, escritor de thrillers de éxito internacional y el más vendido en lengua española, es también el autor que más se presta en las bibliotecas públicas, y fue “la gran estrella” del jueves, 7 de noviembre, en la Casa de Iberoamérica. En una sala llena de lectores ávidos de leer su última novela, conversó con el periodista Manu Sola y presentó Todo muere, que cierra el círculo del Universo Reina Roja. Todo muere es la última parte de la trilogía iniciada con Todo arde, a la que siguió Todo vuelve. Gómez Jurado reconoció que se siente orgulloso de sus lectores, que se cuentan por millones en todo el mundo. ¡Enhorabuena!
Muchas fueron las novedades literarias que apostaron por la ciudad de Cádiz como escenario total o parcial. Citaremos: Los muertos de Madrid, de Rafa Marín, con dos tramas temporales y un protagonista, Torre, que es un perdedor nato; Cártago será destruida, de David Monthiel, último caso del detective Rafael Bechiarelli, «el Carvalho gaditano», tras Carne de carnaval, Las niñas de Cádiz y Nuestra señora de la esperanza; El puente, de Ángel G. Osuna, que arranca con un macabro asesinato en un puente de Cádiz; Siempre vienen de noche, de Alberto Caliani, que sitúa la acción en el siglo XVI, aunque “no se trata de una novela histórica, sino policiaca con toques de terror”, apuntó Caliani.
Seguimos con las novedades: la historia de crímenes que nos cuenta El criado de Velázquez, aunque ubicada durante el reinado de Felipe IV, “podría trasladarla a cualquier otro siglo”, explicó el autor, Juan Manuel Sainz Peña; El linaje de las estrellas, de Daniel Fopiani, arranca con el asesinato de un joven soldado en San Fernando, crimen que deberá investigar un capellán castrense; Tinta y fuego, de Benito Olmo, parte de un suceso real: el saqueo de bibliotecas de toda Europa perpetrado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, pero Cádiz y la librería Manuel de Falla tienen su lugar en una historia trepidante que llevará a los protagonistas a viajar por media Europa.
La fosa, de Lola Montalvo, es un thriller histórico que recupera el drama de los desaparecidos represaliados del franquismo asesinados en 1940; el criminólogo Antonio Sanz Fuentes recomendó Crímenes ibéricos, un libro de true crime que relata diez casos reales de asesinatos; en Pasión y muerte, de Luís Rodríguez Guerrero, una inspectora de policía natural de Madrid, tratará de detener a un sanguinario asesino que actúa durante la Semana Santa de Cádiz, una ciudad asolada por el paro, la infravivienda y la economía sumergida; Corpore insepulto, de Alberto Puyana, sumerge al lector en el crimen organizado de la ciudad de Cádiz.
En El hambre del pelícano, Blanca Cabañas sitúa la acción en Chiclana, su ciudad natal, y nos relata una historia de misterios y traiciones que transportará al lector hasta la época fenicia de Gadir; En El final de la tregua, de Eduardo Formanti, el lector verá reflejados los bajos fondos de Cádiz, una ciudad llena de luces y sombras. Para variar, Marta Huelves sitúa su novela, El tercer lago, en Asturias, en pleno corazón de los Picos de Europa, escenario de apariciones inexplicables, que tienen su origen ”en las leyendas de cada pueblo que no se deben perder”.
La Babilonia,1580, de la escritora sevillana Susana Martín Gijón, nos hará viajar a la Sevilla de finales del siglo XVI, con un thriller histórico muy bien ambientado, mientras que Elemental, querida Gabi, de la gaditana Rosario Tey, es una comedia negra adictiva que relata las aventuras y desventuras de Gabi, la protagonista, cuando decide regresar a su Cádiz natal tras la ruptura con su novio; El pintor de los muertos, de Antonio Puente Mayor, ambientada en Sevilla en1672, recupera la figura del pintor Juan de Valdés Leal, injustamente olvidado y contemporáneo del célebre pintor barroco Bartolomé Esteban Murillo; Expediente V, de Jesús Relinque, acerca al lector al lado más extraño de los mundos de fantasía creados en los videojuegos. ¡Hay lecturas para todos los gustos!
¡Qué más? No faltó una mesa iberoamericana para destacar “el humor negro de Jorge Ibergüengoitia en la novela negra mexicana” por Mauro Barea, que citó Las muertas (1977) y Dos crímenes (1979), dos novelas de Ibergüengoitia publicadas en los años setenta y reeditadas en 2024. Por su parte, el escritor peruano Willy del Pozo resumió la evolución de “la novela negra peruana”, cuyo máximo exponente (aunque no el único) es Mario Vargas Llosa, con su novela ¿Quién mató a Palomino Molero? (1986) y recomendó el libro “Arriba las manos”, una recopilación de relatos criminales de treinta autores.
Llegamos, por fin, a la esperada entrega de premios el sábado 9 de noviembre. El IV Premio Relatos The Riverside fue para Sebastián García Sancho por “La bella escondida”, relato ubicado en el Cádiz de los años cincuenta del pasado siglo, mientras que el Premio de Novela Negra Gaditanoir – José Rasero Balón (en recuerdo y homenaje a este autor) correspondió a Juan González Mesa por Los perros que nadie quiere, también premiada con el XXVII Premio Ciudad de Getafe 2023, una novela realista que refleja la violencia oculta tras la lacra del narcotráfico, muy reconocible para el lector gaditano.
Cádiz, nueva capital del crimen literario con Gaditanoir, un festival de novela negra que ha llegado para quedarse. ¡Viva la Pepa y Viva Gaditanoir!