¡Adiós a Cartagena Negra 2023!
Mucho Más Que Un Libro disfrutó de las IX Jornadas de novela negra, policíaca y de misterio Cartagena Negra con sus mesas redondas, presentaciones de libros, clubs de lectura, charlas con autores, proyección de cortometrajes, concurso de microrrelatos negros y, como no, la entrega de premios, que se inició el martes 5 de septiembre con el Icue Negro otorgado a Antonio Domínguez Muñoz por 1854. El método Marsh. El viernes 8, a las 22 h en la emblemática Cafetería Míster Witt, tuvo lugar el VI Concurso de Microrrelatos Negros con una docena de participantes y muy alto nivel. El ganador fue Eduardo Fernán-López con “Monitos”. Y el sábado 9, último día del festival, entrega del premio al cortometraje ganador: “La fianza”, dirigido por Eduardo Cubillo, y a Reyes Calderón, VII Premio de Novela Cartagena Negra por El juego de los crímenes perfectos. ¡Enhorabuena a todos!
En esta ocasión, el Nuevo Teatro Circo, muy cerca de Míster Witt, fue el lugar elegido para celebrar la mayor parte de los actos de Cartagena Negra. En días sucesivos, se organizaron clubs de lectura alrededor de El Quebrantahuesos, de Blas Ruiz Grau (el lunes 4 en el Centro Pernitenciario Murcia I. Sangonera La Verde); La ley del hambre, de Ana Ballabriga y David Zaplana; El corazón de los ahogados, de Daniel Fopiani; La noche de Damballah, de Jordi Solé; Mala Mar, de Javier Rovira y La fiscal, de Natalia Gómez Navajas. Destacamos, asimismo, la proyección de los cortometrajes finalistas (uno al día, del martes 5 al viernes 8 de septiembre) y el completo estudio presentado por Lucía Moscoso, en representación de Babelio (red social que agrupa a grandes lectores), sobre el comportamiento de los lectores de novela negra.
¿Qué aprendimos de la exposición de Babelio? Muchas cosas, como que el 84% de los lectores de novela negra son mujeres, que dos de cada tres son mayores de 35 años y que el 74% lee tres o más libros al mes. Las principales razones para elegir el género negro son: “seguir el misterio”, la búsqueda de una trama adictiva y el deseo de intentar comprender la complejidad del ser humano. Otras conclusiones interesantes, entre otras, fueron: España encabeza la lista de países cuyas novelas policíacas son las más leídas, los lectores prefieren el papel al e-book o el audiolibro, el 98% es aficionado a un personaje literario y el 60% descubrió el género negro con la lectura de las novelas policíacas de Agatha Christie, reina indiscutible del crimen literario.
En cuanto a las presentaciones de novedades, destacaremos las de Hotel Dante, una antología de relatos entorno a los siete pecados capitales, de El quinto libro; El último verdugo, de Toni Hill (protagonizada por un asesino en serie que utiliza el garrote vil para matar, el mismo instrumento usado por los verdugos hasta bien entrado el siglo XX); La ronda, de Francisco Bescós, con una historia que en sus primeras páginas nos recuerda “una novela policial clásica para convertirse más adelante en algo diferente, tipo novela de espías con ritmo y sorpresa asegurados”; Las horas crueles, de Marto Pariente, que ubica la acción en Guadalajara y “gira en torno a la soledad, la corrupción y los traumas infantiles”; Huérfanos de sombra, de Maria Suré, con una trama que arranca con la desaparición de un niño de ocho años y la posterior investigación de dos guardias civiles nada convencionales. La novela cuenta con dos tramas temporales que se van acercando hasta confluir en el presente de un modo inesperado.
Por último, resaltamos la presentación de varios casos de la detective privada Sonia Ruiz, por Antonio Parra Sanz (Entre amigos. Caso 6), Susana Hernández (El diablo me visita, Caso 7) y Rafael Guerrero (Tarantella. Caso 8). La detective Sonia Ruiz es un personaje ideado por los escritores Lorenzo Silva y Noemí Trujillo para ser modelado por diversos autores en diferentes casos. El primer libro de la serie (Nada sucio) fue publicado en 2016, hasta hoy lleva publicados ocho casos y la idea es continuar con la saga al ritmo de dos o tres al año. “Cada autor interpreta al personaje y lo va perfilando a su manera sin llevarlo al límite porque no es tuyo, sino de todos”, matizó Susana Hernández. ¡Una iniciativa muy original y atrayente para ambos, lectores y escritores!
No nos olvidamos de las mesas redondas a las que Mucho Más Que Un libro tuvo la suerte de asistir, a cuál más interesante. “La importancia de las sagas”, reunió a Blas Ruiz Grau (El quebrantahuesos), Susana Rodríguez Lezaun (En la sangre) y Rafa Melero (Dragones de papel). Moderados por Lorena Collados, reconocieron que quieren a sus personajes y que escriben sobre ellos para irlos descubriendo como seres humanos que “van evolucionando con sus virtudes y sus defectos”. El inspector Nicolas Valdés, protagonista de cuatro novelas de Blas Ruiz Grau (No mentirás, No robarás, No morirás y, ahora, El quebrantahuesos) volverá, en esta ocasión, a su pueblo natal, para enfrentarse a los errores cometidos en el pasado. Mientras, la inspectora de la Policía Nacional, Marcela Pieldelobo, afronta en En la sangre su segundo caso tras Bajo la piel. “Pieldelobo es una mujer normal, pero todavía nos sorprende porque tiene mal carácter. Es un personaje complejo que busca, sobre todo, justicia para la víctima”, confesó Susana Rodríguez. Sobre el sargento de los Mossos d’Esquadra, Xavi Massip, protagonista de Dragones de papel, Rafa Melero admitió que “es un personaje que va evolucionando y que me sirve para hacer justicia por encima de lo que yo puedo hacer en mi profesión”.
Mari Carmen Sinti, autora de En el fondo de mis ojos (Premio ex aequo Mejor Novela Negra en Castellano Cubelles Noir 2023) moderó la mesa redonda que trató “El encaje de lo social en la novela negra”, con Fernando Benzo (Los perseguidos, Premio Azorín de Novela 2023) y Manuel Ríos San Martín (El olor del miedo). En la primera, Fernando Benzó reveló que “quería escribir una novela sobre una banda de navajeros de barrio y su progresiva ascensión en la escala social del crimen a lo largo de varias décadas”, mientras que Manuel Ríos San Martín plantea (a través del impactante asesinato de una elefanta en el zoo de Valencia) el tema del maltrato a los animales y reflexiona sobre “en qué nos parecemos a ellos, que queda de primitivo en el ser humano”. Como siempre, la novela negra incita al lector a pensar en el “por qué” suceden las cosas, más que en “quién” es el asesino.
Mención aparte merece también la mesa redonda Región de Murcia: Cosecha Negra, que agrupó a cuatro autores de la región que, precisamente, han publicado sus novelas con Cosecha Negra Ediciones. Pedro J. Martín, editor de Cosecha Negra nos presentó a David Galindo (El arpista), José Antonio Jiménez Barbero (Cuerda de presos), Manuel Susarte (Cuando todos sean sombra) e Ismael Orcero (Penitencia). Todos coincidieron en considerarse autores muy visuales debido a su cultura cinematográfica. “Las películas y series que hemos visto desde la infancia influyen en que planteemos los escenarios de las novelas como si estuviéramos viendo una película”, explicaron. Y, aunque dentro del género negro todos se sienten muy cómodos por la cantidad de temáticas que se pueden incluir, Manuel Susarte advirtió del riesgo cierto que corre la novela negra de “morir de éxito” por (a su juicio) la excesiva cantidad de publicaciones en los últimos años.
Previo a la entrega del VII Premio Cartagena Negra se celebró la última mesa redonda del festival, moderada por Antonio Parra Sanz, entre los tres finalistas: Carlos Bassas del Rey (Sinántropos), Reyes Calderón (El juego de los crímenes perfectos) y Óscar Beltrán de Otálora (Tierra de furtivos). ¿Qué nos contaron? Carlos Bassas del Rey manifestó que en sus novelas pone el foco “en la parte más oscura del ser humano”, mientras que Óscar Beltrán de Otálora, periodista experto en terrorismo, tanto de ETA como de grupos yihadistas, confesó que con Tierra de furtivos “me interesaba que el lector sintiera un tipo de emociones. Quería poder volar por encima de los hechos”. Reyes Calderón, por su parte, quiso reflejar el “paisaje oscuro” en Madrid tras la pandemia en El juego de los crímenes perfectos, un paisaje desolador, reflejado especialmente en el Palacio de Hielo, convertido en una gran morgue con los muertos por Covid-19 numerados.
Cartagena Negra despidió con éxito su IX edición. Y ya prepara la X para 2024. ¡Nuestra enhorabuena a todos los que lo hacen posible!