Novela Negra

¡Adiós a Maj Sjöwall!

Fue una de las grandes damas de la novela negra europea. La escritora sueca Maj Sjöwall, galardonada con el VIII Premio Pepe Carvalho en la BCNegra 2013 nos ha dejado un poco más huérfanos en una primavera para olvidar. No olvidaremos, no obstante, a su personaje, el policía Martin Beck, protagonista de diez novelas negras escritas entre 1965 y 1975 junto a su marido Per Wahlöö. Fueron diez novelas cuidadosamente planificadas y basadas en hechos reales, escritas para dejar al descubierto las zonas oscuras de la idealizada Suecia de los años 60 y primera mitad de los 70.

Maj Sjöwall y Per Wahlöö estuvieron políticamente vinculados a la izquierda sueca. Ambos trabajaron como periodistas antes de convertirse en escritores a tiempo completo. Conscientes de que las novelas de crímenes y detectives podían constituir un medio idóneo para contar historias con crítica social dentro de la aburguesada Suecia, decidieron publicar una decena de libros protagonizados por un detective desencantado, con problemas familiares. En 1971, su cuarto libro, El policía que ríe, fue galardonado con el Premio Edgar Allan Poe de novela negra. Varias de sus novelas han sido llevadas al cine, entre ellas Roseanna (1965), El policía que ríe (1968), El abominable hombre de Säffle (1971) y La habitación cerrada (1972).

El inspector jefe Martin Beck debutó en la literatura negrocriminal en Roseanna (1965), la primera novela de la serie. Cuando lo conocemos, nuestro policía ronda la cuarentena y sus problemas conyugales con su esposa, Inge, son constantes por anteponer el trabajo a la familia. Tampoco se cuida: fuma mucho, come mal y bebe demasiado café. Casi siempre está enfermo, con resfriados o dolores de estómago, lo cual contribuye a acentuar su malhumor.

En Roseanna, Beck investiga la muerte de una joven, cuyo cuerpo desnudo fue encontrado en el lago Vätttern, en Suecia.  Tres meses después, lo único que ha averiguado es el nombre de la muchacha: Roseanna, y su nacionalidad: estadounidense. A esta primera novela le siguió El hombre que se esfumó (1966) con Beck tras la pista de un famoso periodista sueco desaparecido en la Hungría comunista. En El hombre del balcón (1967) encontramos a Martin Beck y su equipo tratando de detener a un asesino de niñas que actúa en los parques de Estocolmo y en El policía que ríe (1968), uno de los títulos más famosos, alguien dispara dentro de un autobús al conductor y a ocho viajeros, entre los que se encuentra un policía fuera de servicio. Esta última novela fue adaptada para el cine en San Francisco, ciudad desnuda, película dirigida por Stuart Rosenberg en 1973, y protagonizada por Walter Matthau.

Una extraña y misteriosa concatenación de suicidios y accidentes acaba con la vida de los miembros de una banda de vulgares ladrones de coche en El coche de bomberos que desapareció (1969), mientras que en Asesinato en el Savoy (1970), un magnate sueco de los medios de comunicación recibe un tiro en la nuca durante una cena en el lujoso hotel Savoy, en Malmö, La repercusión social, política y económica del crimen obliga a la policía a moverse con mucha cautela en la investigación. En El abominable hombre de Saffle (1971) encontramos a Martin Beck investigando el asesinato de un veterano agente de la policía sueca, que se distinguió en el pasado por sus métodos expeditivos y su brutalidad.

En La habitación cerrada (1972), un cadáver con un disparo en el pecho aparece en un apartamento completamente cerrado. Todo apunta a un suicidio, pero ningún arma se encuentra en la escena. El asesino de policías (1974) vuelve a poner al inspector Martin Beck frente a un pasado que preferiría olvidar, mientras un agente de policía muere en Malmö a consecuencia de un tiroteo con una pandilla de muchachos. Los terroristas (1975), última novela de la serie, nos presenta a Martin Beck encargado de coordinar las tareas de protección de un senador estadounidense durante una visita oficial a Estocolmo. Se sospecha que podría producirse un atentado terrorista.

Decimos adiós a Maj Sjöwall, gran dama del crimen escandinavo, pero siempre nos quedará Martin Beck. ¡Una serie de lectura imprescindible!

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