¡Barcelona Negra a través del tiempo!
Barcelona, de nuevo capital del crimen literario, fue objeto de debate en esta primera jornada de la BCNegra 2016. Fue en el Ateneu Barcelonès, en una sala abarrotada de público –pese a tratarse de un sábado a las 11 de la mañana- donde se celebraron dos interesantes mesas redondas: Barcelona, capital catalana i europea del crim (literari, naturalment) y Segle XIX. El segle de la llum és, a Barcelona, el segle de l’obscuritat, on s’amaguen els assassins.
Diversas y excelentes propuestas narrativas han situado a la Barcelona del siglo XXI en el pódium de las ciudades negroliterarias. La primera mesa redonda de la mañana reunió a un ramillete de excelentes autores: Aro Saínz de la Maza, Rafa Melero, Lluís Llort, Marc Moreno y Graziella Moreno Graupera, que nos hablaron de Barcelona y de sus últimas novelas. Miguel Ángel Díaz Ortega, de la librería SomNegra, actuó como moderador. Todos los participantes han publicado novelas durante 2015 o a principios de 2016, con Barcelona como personaje destacado.
¿Qué aporta Barcelona a la novela negra como ciudad? Todos los autores coincidieron en que la conocen muy bien y “hay que escribir sobre lo que uno conoce”. Aro Sáinz de la Maza, creador del inspector Milo Malart en El asesino de La Pedrera, ha publicado su segunda novela, El ángulo muerto, que cuenta con un psicópata muy peligroso. “Su nombre es El Sistema y su apellido, Los Mercados, y su huella se aprecia no solo en la ciudad de Barcelona, sino también en toda España y en Europa”, opina el autor.
A Rafa Melero, subinspector de los Mossos d’Esquadra y escritor, le gustan los thrillers y sorprender al lector. Y lo consigue sobradamente con su segunda novela, La penitencia del alfil, publicada en catalán y castellano. Nacido en Barcelona, Melero la considera “una ciudad muy luminosa y muy oscura a la vez y la conozco muy bien a nivel delictivo”. Sobre sus novelas, afirma que escribe para entretener y que también intenta “transmitir al lector los sentimientos de las víctimas”. Barcelona es, sin duda, uno de sus personajes, “aunque también me gusta mucho Madrid”, ciudad a la que viajan los protagonistas de la novela en busca de pistas que permitan detener a un astuto y escurridizo asesino en serie.
Sota l’asfalt, de Lluís Llort, descubre al lector un universo desconocido en un viaje alucinante por el metro barcelonés. La novela es una “especie de thriller –explica Llort– que gira en torno a Marçal, un joven de veintisiete años que un jueves por la noche entra en el metro para ir en busca de su padre”. No sospecha que le pasará de todo “en una especie de descenso a los infiernos del protagonista y de la ciudad”. ¿Demasiada imaginación? No, si recordamos la macrofiesta “rave” que tuvo lugar el sábado 16 de enero en el metro de Barcelona. Como en tantas otras ocasiones, la realidad supera a la ficción, “aunque ha sido una coincidencia”, señala el autor.
Marc Moreno, escritor y editor de Llibres del Delicte, nos habla de su barrio, La Verneda, en Contra l’aparador. “Para escribir mi novela –cuenta- me he basado en la observación. Me interesa plasmar el punto de vista de las personas que viven en los barrios obreros de Barcelona, que no tienen nada que ver con la delincuencia, pero a las que las circunstancias de la vida pueden llevar a delinquir”. Contra l’aparador refleja la desesperanza de personajes perdedores que “en principio lo tienen todo perdido y están dispuestos a hacer cualquier locura para mejorar su situación”.
La acción de El bosque de los inocentes, segunda novela de la jueza y escritora Graziella Moreno, combina la acción en la ciudad de Barcelona con la que se desarrolla en la naturaleza aparentemente idílica del Montseny. En esta ocasión, una abogada de 32 años que huye del bullicio de la urbe, se ve involucrada en la investigación para atrapar a un asesino en serie que se esconde en el bosque. “Escribo de Barcelona porque es mi ciudad y la conozco bien” –comenta la autora- y en mis novelas intento reflejar algo de nostalgia por la Barcelona que conocí de pequeña y que tanto ha cambiado”.
La Barcelona del siglo XXI, con sus asesinos, policías, gente corriente, luces y sombras se despidió de los asistentes a esta primera mesa redonda de la BCNegra 2016 y dio paso a la ciudad del siglo XIX, mucho más oscura, irrespirable, poco higiénica y encerrada en sus murallas. Una ciudad convulsa en un siglo convulso nos esperaba en la segunda mesa redonda del día, con Toni Arencon, Daniel Sánchez Pardos y Jordi Llobregat. Moderó Sergi Doria, periodista y escritor.
Marià Cubí, el inventor de la frenología, revive en L’ànima de l’assassí, la novela de Toni Arencon galardonada con el Premi de Narrativa de la Ribera d’Ebre. La novela describe el ambiente insalubre en la Barcelona del siglo XIX, una ciudad prisionera de sus propias murallas, “vigilada pero no protegida por dos fortalezas militares” y con frecuentes disturbios. Es en este contexto donde Cubí intentará demostrar que “ciertas zonas del cerebro pueden predecir si una persona tiene instintos asesinos”.
Sí L’ànima de l’assassí recrea una parte de la vida de Marià Cubí, G, la novela de Daniel Sánchez Pardos, nos introduce nada menos que a Antoni Gaudi, en su época de estudiante de arquitectura en la Lonja de Barcelona. La acción se desarrolla en 1874, con la restauración borbónica como telón de fondo. Gaudi entabla amistad con Gabriel Camarasa, miembro de una familia burguesa que ha vuelto del exilio. Ambos formaran pareja investigadora, “como Sherlock Holmes y el Dr. Watson” en una Barcelona que se debate entre la modernidad y la tradición mientras derroca sus murallas, construye el Ensanche y evoluciona hacia una ciudad “cada vez más urbana”.
Y llegamos a El secreto de Vesalio, de Jordi Llobregat, que retrata la Barcelona de 1888, a pocos días de inaugurarse la Exposición Universal. Un evento que marcaría el destino de la ciudad porque “sin él, Barcelona no habría organizado las Olimpiadas de 1992”, opina el autor. “Quería reflejar en mi novela la vida tan dura que se vivía en el siglo XIX”, explica Llobregat, que apunta “Barcelona también era conocida como la ciudad de las bombas y el atentado del Liceo en 1893 la conmocionó”. En esta Barcelona, que también celebró el Congreso Internacional de Espiritismo en 1888, un asesino busca un antiguo manuscrito que puede cambiar la historia de la ciudad. Nada es lo que parece ni nadie está a salvo.
¡Barcelona, una capital del crimen literario con mucho recorrido a través de los siglos! ¡Disfrútala!