Festivales género negro Premios novela negra

¡Cubelles Noir renace en 2021!

Olga Merino (La forastera), Julián Ibáñez (detective Bellón) y Maria Sardans (L’àngel negre) premiados en Cubelles Noir 2021.

Tras el paréntesis forzado de 2020 por causa de una pandemia tan inesperada como desastrosa, Cubelles Noir, el Festival de Novel·la Negra del Garraf, volvió con fuerza y celebró su quinta edición del 19 al 22 de agosto. Muchos reencuentros y mucho que destacar en un evento literario que rindió un merecido homenaje a John Le Carré, el popular autor de novelas de espionaje recientemente desaparecido. Le Carré, que en 1992 reconoció haber trabajado para el MI6, nunca reveló las operaciones reales en las que estuvo involucrado, pero continuó escribiendo sobre el mundo en que vivimos tras el final de la Guerra Fría.

Descubriendo a Bellón con José Ramón Gómez Cabezas, Julián Ibáñez y Paco Gómez Escribano.

Los aficionados al género negro, asistentes al festival, también tuvimos la fortuna de conocer un poco más al enigmático detective Bellón, el personaje de Julián Ibáñez, galardonado con el premio al mejor personaje de novela negra.  “Bellón es un buscavidas que hace lo que le sale para vivir. Es un tipo de la calle, sin familia conocida, un perdedor que se derrumba, se levanta, se vuelve a derrumbar y así va viviendo, pero es fiel a sí mismo. No sabe reconocer las oportunidades o, simplemente, no las aprovecha”, confesó su padre literario. Julián Ibáñez admitió que su predilección por personajes como Bellón se debe a que “de niño, en el Madrid de posguerra, la calle era mi hogar. Tengo tendencia a sentirme cómodo en ese ambiente”. Y en cuanto a sus referentes, Ibáñez reconoció la influencia de maestros del hard boiled como Raymond Chandler, así como de Jim Thompson, el autor de 1.280 almas.

Xavier Borrell, Marcial García, Prado G. Velázquez e Ibon Martín. Modera: Una Fingal.

Además de conocer un poco más a Bellón, el viernes 20 de agosto tres interesantes mesas redondas amenizaron la jornada de Cubelles Noir. En la primera, Xavier Borrell (escritor y comisario del festival, autor de Casta diva), Marcial García, Prado G. Velázquez (En blanco y negro) e Ibón Martín (La hora de las gaviotas), moderados por Una Fingal debatieron sobre “Diàleg. Han parlat igual sempre els personatges de la novel·la negra?”. Evidentemente, no. Para Ibón Martín “el lenguaje actual es mucho más escabroso, reflejo de la sociedad actual. Se lleva el tema sangriento”. Prado G. Velázquez, autora de En blanco y negro, ambientada en Los Ángeles de 1950 contó que “revisé películas y releí novelas clásicas de la época para documentarme y escribir la novela. Me sorprendió ver que las cosas no han cambiado tanto”. Todos coincidieron en que las series televisivas influyen mucho en los diálogos y en el ritmo de las novelas “con capítulos cortos y ágiles que no dejan respiro al lector”.

Rafa Melero, Susana Hernández y Jordi Dausà. Modera: Charo González.

La segunda mesa redonda, “Novel·la policíaca versus Novel·la negra”, reunió a Rafa Melero (Efecto colateral), Susana Hernández (Las lágrimas del caimán) y Jordi Dausà (De sobte, pensa en mi), presentados por nuestra incombustible lectora Charo González. Coincidieron en que, aunque la característica principal de la novela negra es la crítica social, esta también puede hallarse en la novela policíaca. Y también en que escriben la historia que quieren contar, para entretener, sin preocuparse “de si es negra o no”. “Bastante tengo con pensar trama y personajes”, apuntó Susana Hernández. El retorno al pasado y un cierto toque de humor son elementos comunes en la obra de estos tres autores. “El pasado, lo que hemos hecho, influye en nuestro presente. No podemos escapar, aunque queramos. Todos cometemos errores, pero nadie es totalmente culpable ni totalmente inocente”, apreciaron.

Llibres del Delicte en Cubelles Noir, con Marc Moreno, Jordi Dausà e Irene Solanich.

La tercera mesa redonda, al final de la jornada, versó sobre “La traducció a la novel·la negra”. Participaron Joan-Francesc Silvente, Carme Rigol e Irene Solanich, con Yoli García como moderadora. Como lectores, leemos libros de autores extranjeros sin apercibirnos de la importancia y de la responsabilidad del trabajo del traductor/a. “Es muy importante conocer bien al autor que traduces. Ayudará a que transmitas los matices de su obra de la manera más objetiva posible”, apuntó Silvente. Todos destacaron la importancia de leer mucho “porque leyendo captas cosas que necesitas para aplicar a tu trabajo de traductor, un trabajo que se debería valorar mucho”, señaló Carme Rigol. Y, en cuanto a la novela negra, destacaron la dificultad de traducir palabras que expresan violencia a otra lengua, “puedes estar una semana dándole vueltas a una sola palabra”, señalaron.

Alberto Pasamontes, Pere Cervantes y Margarida Aritzeta.

La historia de la humanidad está teñida de sangre desde siempre y las novelas históricas nos cuentan crímenes horrendos individuales y colectivos, reflejo del natural violento de nuestra especie. De los “Crims dins les novel·les històriques” nos hablaron Javier Díaz Carmona (Justicia), Alberto Pasamontes (Ángel roto), Pere Cervantes (El chico de las bobinas) y Margarida Aritzeta (Teoria del gall). Moderó el periodista Lolo García. La novela histórica recrea un tiempo pasado y es muy necesaria una etapa previa de documentación. Si la novela está ambientada en una época cercana a la actual tiene más conexión con la novela negra, opinó Margarida Aritzeta. “La novela histórica nos habla de hechos que ya conocemos, con personajes reales. Hemos de ser estrictos con la historia, pero también darnos licencia para inventar”, expresó Alberto Pasamontes. Díaz Carmona, por su parte, apuntó que “como novelistas podemos hablar de lo que puede haber detrás de un acontecimiento histórico, pero sin apologías de ningún tipo”. Mientras, Pere Cervantes, autor de El chico de las bobinas, ambientada en la Barcelona de la posguerra, destacó que “pasé un año documentándome para escribir la novela y una buena labor de documentación es imprescindible para poner al límite a tus personajes, tramas y subtramas”. Cervantes recomendó también la lectura de Historia de mis calles, de Francisco González Ledesma, uno de los padres de la novela negra española, testimonio fascinante de la vida en Barcelona durante buena parte del agitado siglo XX.

La violencia sexual contra la mujer a lo largo de los siglos centró la última mesa redonda del festival con “La violència sexual contra les dones al món negre”. Aquí, Miguel Sáez Carral (Ni una más), Benito Olmo (El Gran Rojo) y Sonia Rico (Amar a un hombre que mata) moderados por Nacho Zubizarreta (Nada es cierto) debatieron sobre esta lacra social que no cesa, aún en los países occidentales y en pleno siglo XXI. A la pregunta de ¿Por qué la víctima en las novelas negras suele ser una mujer? coincidieron en que los hombres escritores piensan que las mujeres “son mejores víctimas”, aunque también hay personajes femeninos potentes que se salen de los clichés e investigan los crímenes. Sonia Rico apuntó que “hay un abuso en usar a la mujer como víctima, aunque algunas se sienten atraídas por hombres violentos”. Sáez Carral confesó que le horroriza que a su hija de diecisiete años le pueda ocurrir lo que cuenta en Ni una más, y Benito Olmo declaró que “la violencia de un hombre contra una mujer es inadmisible y un gran fracaso de la humanidad”.

Benito Olmo, de Cádiz a Frankfurt.

Benito Olmo, el escritor gaditano creador del peculiar inspector Manuel Bianquetti (La maniobra de la tortuga y La tragedia del girasol) abandona Cádiz para trasladarse a Frankfurt en cuerpo y alma. Y en Frankfurt, donde vive actualmente, se sitúa la acción de su nueva novela El Gran Rojo, protagonizada por un nuevo detective, Mascarell, un gaditano que, al igual que el autor, recaló en Frankfurt por accidente. “Frankfurt es una ciudad sorprendente, con rascacielos y muchas zonas verdes, pero tiene un problema enorme con la heroína”, explicó Olmo. El Gran Rojo descubrirá al lector el barrio rojo, con sus narcosalas y algunos de los tugurios más peligrosos de esta ciudad alemana. El detective Mascarell, acostumbrado a moverse entre la sordidez recibirá un encargo de lo más extraño, pero muy bien remunerado. En su investigación se cruzará con Ayla, una joven empeñada en averiguar la verdad sobre la muerte de su hermano mayor. Ambos unirán sus fuerzas sin sospechar que se están inmiscuyendo peligrosamente en los “negocios” del Gran Rojo, la organización criminal que controla el narcotráfico en toda la región.

Al igual que en la anterior edición de Cubelles Noir en 2019, las autoras nominadas a los Premios a la Mejor Novela Negra en Castellano y en Catalán nos contaron brevemente el argumento de sus obras. El primer turno correspondió a las novelas en catalán: Scrap mortal, de Ludmilla Lacueva; Teoria del gall, de Margarida Aritzeta; L’origen del pecat, de Marta Alòs y L’àngel negre, de Maria Sardans. Continuamos con las novelas en castellano: 9 Corto, de C.J. Nieto; La estética de los nadadores, de Ana Belén Rodríguez; Aras de venganza, de Natalia Gómez Navajas y La forastera, de Olga Merino. Las ganadoras fueron Maria Sardans y Olga Merino. ¡Enhorabuena a las ganadoras, pero también a todas las candidatas!

Las finalistas al Premio Mejor Novela Negra en Catalán con los miembros del jurado. 
Y las finalistas Mejor Novela Negra en Castellano con Charo González y Marià Talló.

Atento a todos los detalles, Cubelles Noir alternó las charlas, mesas redondas, presentaciones de libros y entrega de premios con diferentes actividades lúdico-culturales: una interesante charla sobre la historia del Castell de Cubelles, documentado por primera vez en 1041; la impresionante actuación de los Castellers del Foix-Cubelles, el sábado 21 de agosto bajo un sol de justicia y, cómo no, con la divertida actuación del Grup de teatre del Casal de Cubelles, que despidió el festival el domingo 22 de agosto, con la investigación del robo del siglo en la joyería más lujosa de la localidad. Finalmente, tras muchas peripecias, el equipo de investigadores con Yoli García a la cabeza, descubrió al ladrón y devolvió las joyas a su legítimo propietario. ¡No podía ser de otra manera!

Grup de teatre del Casal de Cubelles

Un estupendo final para un festival que ya es un referente en el circuito mediterráneo de la novela negra y policial. Nuestra enhorabuena al equipo organizador y a todos los que lo han hecho posible. ¡Nos vemos en 2022!

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