¡Donna Leon, reina del crimen!
Ana Portnoy
Aclamada en todo el mundo como indiscutible reina del crimen por ser la creadora del comisario veneciano Guido Brunetti, Donna Leon recibirá el XI Premio Pepe Carvalho en el marco de la BCNegra 2016. La autora, que no quiere que sus obras se traduzcan al italiano, es casi una desconocida en Venecia, donde reside desde 1981, a pesar de la friolera de 24 casos que lleva resueltos el comisario Brunetti desde su aparición en la escena literaria criminal en 1992.
Guido Brunetti es un policía veneciano amante de su familia -esposa y dos hijos adolescentes-, que nunca lleva armas y disfruta con la lectura de los clásicos. Le conocimos en Muerte en la Fenice (1992), cuando el comisario resuelve su primer caso: el asesinato del director de orquesta Helmut Wellauer, envenenado con cianuro potásico durante una representación de La Traviata en el teatro veneciano de La Fenice. Esta primera novela fue galardonada en Japón con el Premio Suntory a la mejor novela de intriga e inició una de las series más longevas de la novela negra mediterránea.
Tras su exitoso debut, encontramos a Brunetti en Muerte en un país extraño (1993). En esta segunda novela, el asesinato en Venecia de un ciudadano americano apunta a una trama supuestamente controlada por el gobierno italiano, el ejército americano y la mafia. En Vestido para la muerte (1994) el director del Banco de Verona, un respetable ciudadano en Venecia, aparece asesinado vestido de mujer, mientras que Muerte y juicio (1995) denuncia el tráfico de mujeres, con violaciones y asesinatos incluidos. Acqua Alta (1996), cuando la marea inunda las calles de Venecia, nos descubre una red mafiosa especializada en el contrabando internacional de obras de arte.
Varios ancianos de una residencia geriátrica mueren Mientras dormían (1997) en extrañas circunstancias. En su siguiente caso, Nobleza obliga (1998), Brunetti investiga el secuestro y asesinato de Roberto Lorenzoni, hijo de una poderosa familia veneciana. El peor remedio (1999) denuncia la explotación ligada al turismo sexual en países asiáticos mientras el comisario se ve inmerso en una inesperada y dolorosa crisis familiar. Los Amigos en las altas esferas (2000) van a revelarse indispensables en la ciudad de los canales, bella pero no exenta de facetas tenebrosas en forma de drogas, chantaje, corrupción y especulación. En Un mar de problemas (2001), décima novela de la serie, el comisario Brunetti intenta vencer la desconfianza de la cerrada cofradía de almejeros de la isla de Pellestrina -situada al sur de la laguna de Venecia- para descubrir al asesino de dos de sus miembros.
Seguimos con Malas Artes (2002), donde el colaboracionismo, el crimen organizado y la explotación transportan a Brunetti hasta los horrores de la Segunda Guerra Mundial, una época que muchos italianos prefieren ocultar. Justicia uniforme (2003) arranca con el suicidio aparente de un cadete de una academia militar de élite. En Pruebas falsas (2004), la investigación por el brutal asesinato de una anciana aborda también los prejuicios hacia los inmigrantes del Este y los homosexuales. Piedras ensangrentadas (2005) enfrenta a Brunetti con el misterioso caso del asesinato de un vendedor ambulante africano, mientras Veneno de cristal (2006) aborda la corrupción política y los delitos ecológicos.
Llegamos a Líbranos del bien (2007), el decimosexto caso del comisario Brunetti, que gira en torno al espeluznante tráfico de menores destinados a la adopción. En La chica de sus sueños (2008) el asesinato de Ariana, una niña gitana de once años, obsesiona al policía que tratará de averiguar qué ha sucedido y por qué. Seguimos con La otra cara de la verdad (2009), donde la muerte del dueño de una compañía de camiones destapa el transporte ilegal de residuos y la llamada ecomafia. Nuestro protagonista no descansa y en 2010, Cuestión de fe introduce al lector en un mundo extraño plagado de falsos videntes, consultores astrales y tarotistas.
Testamento mortal (2011) pondrá a prueba la intuición de Brunetti que aquí investiga la muerte de una anciana que parece haber fallecido por causas naturales. En La palabra se hizo carne (2012) el comisario tiene la rara sensación de haber conocido a un hombre cuyo cadáver desfigurado aparece flotando en un canal. La historia de El huevo de oro (2013) arranca con la muerte aparentemente accidental por sobredosis de somníferos de un joven sordo y deficiente mental, empleado en una tintorería. Muerte entre líneas (2014) sumerge al lector en el oscuro mundo del mercado negro de libros antiguos y Sangre o amor (2015), la última entrega hasta hoy, vuelve a los orígenes de la serie, en el emblemático teatro La Fenice, y nos descubre el lado más oscuro del mundo del espectáculo.
Nacida en New Jersey en 1942, Donna Leon estudió en Perugia y Siena y trabajó como guía turística en Roma. En 1981 decidió establecerse en Venecia y a principios de los noventa dio vida al comisario Guido Brunetti, un incansable y honesto policía que considera la búsqueda de la Justicia por encima de la Ley. En sus novelas, aparte de desenmascarar y castigar a los criminales, Leon acompaña al lector por los rincones ocultos de Venecia: plazas, canales, mercados, heladerías… y se adentra en temas tan actuales como la corrupción, las mafias organizadas, el tráfico de personas y la explotación de los más débiles, la inmigración y la ecología, entre otros problemas graves de nuestra sociedad.
Merecida ganadora del XI Premio Premio Pepe Carvalho, Donna Leon –que ha visto traducida su obra a 23 idiomas- se suma a la lista de los escritores premiados en homenaje a Manuel Vázquez Montalbán, creador del detective Pepe Carvalho y uno de los padres de la novela negra española. Entre estos escritores figuran nombres tan reconocidos en el género negro como Alicia Giménez Bartlett, Andrea Camilleri, Maj Sjöwall, Petros Márkaris, Andreu Martín, Francisco González Ledesma, Ian Rankin, Michael Connelly, P.D. James y Henning Mankel.
Donna Leon, una gran dama de la novela negra mediterránea ¡Bienvenida!