¡Dos días en Valencia Negra 2024!
Finalizada la doceava edición de Valencia Negra con la tradicional “Firmas Pata Negra” en la Casa del Libro del Passeig Russafa, 11, no nos queda más que felicitar a todos los que hacen posible la celebración del festival, así como a los autores de las novelas ganadoras de los premios. Desde hace un par de ediciones, la esperada entrega de premios tiene lugar al inicio de Valencia Negra. En esta ocasión, damos nuestra enhorabuena a Anna Moner, premi Millor Novel·la VLC Negra con La por de la bèstia, Ramón Palomar, premio Mejor Novela Valencia Negra con El novio de la muerte y a Freida McFadden, Best Novel VLC Negra con La asistenta. Sin olvidar a Dennis Lehane, galardonado con el Premio Francisco González Ledesma por su larga trayectoria literaria en torno al género negro. ¡Enhorabuena a todos!
Fue imposible para Mucho Más Que Un Libro acudir a todos los actos programados durante los diez días de duración de Valencia Negra, pero si disfrutó de los encuentros literarios del segundo y último fin de semana. “Aterrizamos” en la ciudad de las naranjas el viernes 17 y nos faltó tiempo para dirigirnos a la Fundación Bancaja y tomar asiento para estrechar “lazos familiares” con Susana Rodríguez (Mejor muerto), Juan Carlos Galindo (Hontoria) y Claudio Cerdán (El hombre sin rostro). Como ya habréis adivinado, el tema principal de las tres novelas es la familia, que puede ser un refugio… o no, “aunque si se odia dentro de la familia, el odio es mayor y más destructivo que en cualquier otro entorno”, opinó Susana Rodríguez.
Para hablar de “true crimes”, nada mejor que contar con la criminóloga Paz Velasco de la Fuente (Muertes nada accidentales) y Paco Ballester, responsable del programa “L’Hora Fosca”, que analiza crímenes reales ocurridos en la Comunitat Valenciana. “Interesa a todos entender los motivos por los que alguien mata”, apreció Ballester, mientras Velasco diferenció entre las motivaciones de hombres y mujeres para matar. La venganza, para hacer daño a la víctima y a su entorno, es más común entre los hombres, mientras que una mujer asesina, como Denise Labbé (uno de los casos de Muertes nada accidentales) es capaz de hacer cualquier barbaridad “por amor”. Y, en nuestro país, advirtieron, “la mayoría de crímenes son pasionales y el arma más utilizada es el cuchillo”.
La jornada terminó con “Un juego perverso” entre Elia Barceló (La soga de cristal) y Lucie Rico (GPS) con la periodista y escritora Irene Rodrigo como moderadora. La soga de cristal es la tercera entrega de la tetralogía dedicada al antiguo balneario de Santa Rita (la que corresponde al otoño). “Quería que la novela fuera un homenaje a Patricia Highsmith y Daphne du Maurier (Rebeca) y, sobre todo, quería hablar de cómo las mujeres hemos sido manipuladas por la religión, que limitaba nuestro papel a servir, estar calladas y obedecer al hombre”. En GPS, Lucie Rico ahonda en las adicciones que generan las nuevas tecnologías y nos presenta a Ariane, una joven con dificultades de relación, que decide intentar encontrar a su mejor amiga, desaparecida sin dejar rastro, con la única guía del punto del GPS en su móvil. “No sabemos quién es nuestro vecino por lo inmersos que estamos en nuestras realidades virtuales, pero igual lo estamos siguiendo por Instagram”, expresó.
No se asocia el concepto “detective” a la mujer y nuestro primer detective de ficción conocido es Auguste Dupin (un hombre), creado por Edgar Allan Poe (otro hombre) en 1841 con la primera novela criminal, “Los crímenes de la calle Morgue”. Sin embargo, en el mismo año 1841, una mujer, Catherine Crowe (1790-1872), publicó una novela “Las aventuras de Susan Hopley”, protagonizada por una mujer, detective aficionada. Hubo muchas otras escritoras de género negro en el siglo XIX y primera mitad del XX, pero muy pocas han pasado a la historia. En la conferencia “Autoras invisibilizadas en la historia”, celebrada en el FNAC San Agustín el sábado 18 de mayo, la crítica literaria Marta Marne rebatió el estereotipo con las obras de muchas mujeres, brillantes escritoras, más allá de las más conocidas Patricia Highsmith o Agatha Christie.
Como ejemplo, además de a Catherine Crowe, “descubrimos” a Catherine Louisa Pirkis (1841 -1910), que rompió el prototipo de mujer “ángel del hogar” con relatos detectivescos protagonizados por Loveday Brooke, una detective profesional que recibe un sueldo por su trabajo, viaja mucho y no está casada ni se plantea el matrimonio, y a Anna Katharine Green (1846-1935) que, en 1878 publicó “El caso Leavenworth” primer caso de la serie del detective Ebenezer Gryce, similar al Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle que “nació” literariamente nueve años más tarde. Ya en el siglo XX, Cosecha roja (1929), de Dashiell Hammett, inauguraba el cliché de la mujer vista como víctima o “femme fatale”, cliché que fue “barrido” por escritoras de la talla de Vera Caspary (1899-1987), con Laura, Dorothy B. Hugues (1904-1993) (En un lugar solitario); Elizabeth Sanxay Holding (1889-1955) (La pared vacía), Margaret Millar (1915-1994) (Las puertas de hierro) y Patricia Highsmith (1921-1995), una autora cuya infelicidad y desasosiego interior transformaron en una gran dama del crimen literario, creadora del estafador y asesino ocasional Tom Ripley.
Tras esta brillante exposición sobre “autoras invisibilizadas en la historia”, Marta Marne conversó con dos autoras muy actuales y para nada invisibilizadas. Hablamos de Elia Barceló (La soga de cristal) y Esther Garcia Llovet (Los guapos). Elia Barceló ha publicado recientemente la tercera entrega de la tetralogía dedicada a un antiguo balneario muy particular, Santa Rita, tras Muerte en Santa Rita y Amores que matan. Esther García LLovet ha publicado novelas tan poco convencionales como Spanish Beauty, IX Premio Pata Negra Universidad de Salamanca y Premio ex aequo Mejor Novela Negra en Castellano Cubelles Noir 2023, y Los guapos, que transcurre en un camping de El Saler (frecuentado por la autora) donde ocurren cosas muy raras. Pero, “en las novelas todo tiene sentido, al contrario de lo que ocurre en la vida real”, argumentaron ambas escritoras.
Para disfrutar de nuestra última tarde en Valencia Negra 2024, volvimos a la Fundación Bancaja para indagar lo que hay “Debajo de la alfombra” con Manuel Marlasca (Tu bailas y yo disparo) y Benjamín Prado (El anillo del general). Periodista de sucesos desde 1988, Marlasca publica su primera novela asumiendo el desafío de “enterrar” al periodista que lleva dentro, condición indispensable para que emerja el novelista. Mientras, Prado nos presentó el séptimo caso del profesor de instituto y detective Juan Urbano, a partir de un caso real: la profanación de la tumba del general Juan Domingo Perón y el robo de sus manos en Buenos Aires, 1987. “Sobre este enigma y varias hipótesis he construido El anillo del general”, confesó el autor.
¿Cuáles son las expectativas de dos autoras de éxito como Esther García Llovet (Los guapos) y Alicia Giménez Bartlett al escribir sus novelas? La primera confesó que “en primer lugar, pasármelo bien escribiendo y, después, que los personajes me enamoren”, mientras Giménez Bartlett, creadora de la inspectora de policía Petra Delicado, resaltó las muchas cosas con las que disfrutar del género, tanto autores como lectores, “los personajes, el humor y la ambientación social y psicológica, pues para escribir hay que estar muy alerta de lo que pasa en la sociedad”. Otro factor a destacar es “el ligamen especial que establecen los lectores con los personajes seriales… como Petra Delicado”, por ejemplo.
Un último encuentro en Valencia Negra 2024 con Matthew Blake (Anna O) y el guionista y director de cine Daniel Monzón, moderados por la periodista Laura González, destacó la importancia de la estructura del thriller en novelas y películas. “El thriller atrapa y te permite hablar de muchas cosas”, apuntó Daniel Monzón, premio Goya 2010 al mejor director por la película «Celda 211». Por su parte, el escritor británico Matthew Blake ha debutado en la narrativa negrocriminal con un brillante, a la vez que inquietante thriller psicológico, Anna O. La protagonista, Anna Ogilvy lleva cuatro años sin abrir los ojos, afectada de una misteriosa enfermedad conocida como “síndrome de resignación”. “Supuestamente, mi protagonista se queda “dormida” tras matar a dos amigos, pero nadie sabe qué ha pasado porque no se despierta para explicarlo”, reveló el autor. “El hecho de que nos pasemos treinta y tres años de nuestra vida durmiendo y el misterio y el simbolismo que acompañan a los sueños me inspiró para escribir Anna O”, añadió.
Vino, jamón y libros, la mañana del domingo 19 de mayo, despidieron esta doceava edición de Valencia Negra. ¡Enhorabuena a todos y hasta 2025!