¡El lado oscuro de Atticus Finch!
¿Os acordáis de Atticus Finch, el íntegro abogado sudista de Matar a un ruiseñor (To kill a mockingbird)? Nelle Harper Lee publicó esta única obra, ganadora del Premio Pulitzer 1961, cuando la lucha por los derechos civiles y la igualdad racial sacudía el vasto territorio de los Estados Unidos. La novela, narrada bajo la perspectiva infantil de Jean Louise Finch, Scout, la hija de seis años de Atticus Finch, obtuvo un gran éxito y fue llevada al cine en 1962, dirigida por Robert Mulligan y con Gregory Peck en el papel del abogado protagonista.
Matar a un ruiseñor sitúa la acción a finales de los años treinta, en Maycomb, una pequeña población del estado de Alabama, en la América tradicionalmente segregacionista. Un hombre negro, Tom Robinson, es acusado falsamente de la violación de Mayella Ewell, una joven blanca, hija de una familia marginal de Maycomb. Atticus Finch, un abogado viudo, con dos hijos, se encargará de su defensa. El relato se estructura en base a los recuerdos infantiles de la narradora, Scout, que ve a su padre como un gigante defensor de la justicia. La novela trata de la destrucción de la inocencia y es un potente alegato antirracista, una denuncia de los prejuicios raciales, y una crítica al rol pasivo de la mujer en la sociedad conservadora de la época.
Sin embargo, en 2015, cuando nadie lo esperaba, llega a las librerías Ve y pon un centinela (Go set a watchman), un texto inédito de Harper Lee que precedió en unos años a Matar a un ruiseñor y que revela las contradicciones de Atticus Finch. En Ve y pon un centinela la acción transcurre veinte años después, a finales de los cincuenta, y nos desvela aspectos oscuros de la personalidad del modélico abogado, imposibles de imaginar en Matar a un ruiseñor. Jean Louise Finch, Scout, tiene ahora 26 años y vuelve a Maycomb desde Nueva York para visitar a su padre, un anciano abogado de 72 años. La joven descubrirá amargas verdades del pasado de su idolatrado padre, que también implican dolorosamente a su entorno más cercano. Nada es como la niña Scout había imaginado.
Nacida el 28 de abril de 1926 en Monroeville, Alabama, Nelle Harper Lee fue amiga de la infancia de Truman Capote, el aclamado autor de A sangre fría. A mediados de los cincuenta escribió Ve y pon un centinela, que presentó en varias editoriales. La clarividente recomendación de un editor de reescribir la historia desde el punto de vista de Scout niña la impulsó a trasladar la acción a finales de la década de los treinta. El resultado: Matar a un ruiseñor, una novela que alcanzó un éxito sin precedentes, ganó el Premio Pulitzer, fue adaptada para el cine y se convirtió en un clásico de la literatura norteamericana del siglo XX.