Entrevista a Mònica Soler Ranzani
Foto: Dolors Gibert
Nacida en Barcelona en 1969, Mònica Soler Ranzani es nieta de un diplomático italiano establecido en la Ciudad Condal, pero pasó toda su infancia y adolescencia en Figueres (Empordà). Licenciada en Filología y en Ciencias de la Salud ha trabajado como profesora en cuatro universidades catalanas. Lectora desde su más tierna infancia, su espíritu creativo la ha llevado a transitar por caminos diversos, siempre relacionados con el sector cultural: escritura, poesía, pintura, historia… Debutó en la novela en 2014 con Les nits de Lola Pàton, una historia de ficción ambientada en la “Torre Basca”, un prostíbulo de lujo de la Figueres de las primeras décadas del siglo XX, frecuentado por personajes como Salvador Dalí o Josep Pla. L’amant catalana de Mussolini es su segunda novela, editada por Gorbs edicions.
Háblanos de tus inicios literarios, ¿qué fue primero, la poesía, el relato corto o la novela?
Primero fue la poesía, más tarde el relato corto y finalmente me atreví con la novela. Visto con la perspectiva del tiempo casi parece ser un proceso gradual.
¿Cuándo y por qué empezaste a escribir Les nits de Lola Pàton, tu opera prima?
La escritura tiene un poder terapéutico, además de permitirte realizar ciertos viajes a través del tiempo y de la historia. El hecho de poder dibujar y recrear escenarios, personajes, ambientes, olores…tiene algo de magia y mucho de seducción. No fue nada premeditado, me dejé llevar.
Les nits de Lola Pàton está ambientada en la “Torre Basca”, un prostíbulo de lujo que fue muy popular en Figueres. ¿Cómo te documentaste para escribir la novela? ¿Cuánto hay de realidad y cuánto de ficción?
La anécdota es que conocí “la Torre” cuando ya estaba devorada por la hiedra y el olvido, habitada por algún que otro gato. Aún en aquel estado de decadencia absoluta, se percibía que era una casa con historia. Un día una viejecita me contó qué función había tenido “la Torre”. A partir de ahí el escenario de Les nits de Lola Pàton fue éste. Todo lo demás es absoluta ficción. El éxito de la novela, en parte, creo que fue el legendario que escondían sus paredes, resucitar este legendario en un lector que tenía las claves de lectura para ello, en un marco del cual se habían oído mil anécdotas contadas sottovoce con sabor a prohibido, creo que fue la causa que fuera tan leído.
En 2016 publicas L’amant catalana de Mussolini, una historia que cuenta con dos tramas temporales, con dos protagonistas femeninas y con Figueres y l’Empordà como telón de fondo. ¿Te gusta situar tu ciudad de adopción en el centro de tus novelas?
En cierta manera los paisajes que vivimos nos acompañan siempre. Mi infancia y adolescencia transcurrieron en Figueres cuando ésta era una ciudad de provincias tranquila y apacible. Guardo recuerdos entrañables de esa etapa perdida en el tiempo, de una Figueres ya muy lejana. Desvincularme de ellos cuando escribo es prácticamente imposible. Siempre acabo volviendo, irremediablemente. También en la tercera novela que estoy escribiendo.
Con Enriqueta Roig, espía de la República y amante catalana de Mussolini, y a través de las confidencias de su hermana, Teresa Roig, viajamos a la Italia fascista de Benito Mussolini, y hasta coincidimos con Adolf Hitler en un viaje a Alemania. Con Anna Quintana, la insegura profesora de instituto, visitamos Nápoles y Milán en la actualidad. ¿Conoces bien Italia y su historia? ¿Qué opinión te merecen los años más oscuros de ese país mediterráneo?
Mi familia materna procede de Roma, conozco bien Italia y es un país que me fascina, y al que me escapo en verano. Mediterráneo, abierto, acogedor, lleno de arte. Me encanta callejear sin rumbo, es uno de mis pequeños placeres. Descubrir sus plazoletas y rincones, su historia y sus gentes me fascina. La guerra, entre los mayores, igual que aquí, sigue muy presente, con sentimientos a flor de piel. Esta, como situación límite, siempre acaba sacando lo mejor y lo peor de las personas. Aquellos años de régimen totalitario fueron tiempos más de sombras que de luz, extremadamente duros para algunos que vieron como sus hijos partían a la guerra para no volver nunca más, lo perdieron todo. Otros se acercaron al poder y vivieron rodeados de lujos, muy lejanos de las tristezas del pueblo.
¿Cómo se gestó L’amant catalana de Mussolini? Y, pregunta obligada, ¿Cuánto hay de realidad histórica y cuánto de ficción?
Estaba en un paréntesis laboral trabajando en mi tesis doctoral, y tuve algo fundamental para poder escribir: tiempo. Lo cierto es que aproveché la oportunidad para escaparme a Italia y me documenté respecto al contexto histórico de la época, alterné archivos y hemerotecas con paseos. Ciertamente, hay en l’Amant catalana de Mussolini una base histórica importante, es más, algunos de los secretos de alcoba son absolutamente ciertos, por supuesto, otros no. El lector sabe discernir qué hay en cada obra de realidad o ficción.
Presentación en el Restaurant Duran, de Figueres. Foto: Dolors Gibert
¿Dirías que se trata de una novela costumbrista, novela histórica o mezcla de ambos géneros?
La definiría como novela de sustrato histórico. Creo que la literatura debe tener como función la de entretener, ser un divertimento, pero si además puede ofrecer cierto conocimiento, en el caso de la novela histórica, transmitir como era la época, el pensamiento, la música…nos está ofreciendo poder cruzar el túnel del tiempo. Además tal como decía Soren Kierkegaard “La vida sólo puede ser comprendida mirando atrás, pero ha de ser vivida mirando hacia el futuro”. La humanidad tiende a repetir errores, sino como se explica lo que se está viviendo en Siria por ejemplo? Hace falta crear conciencias, y si se puede hacer de una manera implícita a través de la literatura, pues mejor que mejor
L’amant catalana de Mussolini se presentó en Barcelona, en el hotel Neri, que también aparece en la historia, y en Figueres, la ciudad natal de las hermanas Queta y Teresa Roig. ¿Has pensado en la posibilidad de crear una ruta por l’Empordà, Barcelona y los escenarios italianos de la novela?
Sí, se presentó también en el hotel Duran de Figueres, el cual aparece también en la novela. Lugar emblemático frecuentado en su momento por Pla, Dalí, Brunet, Cela…Un lugar único para visitar por sorprendente, y por una gastronomía excepcional.
No había pensado en la ruta literaria, pero sí aconsejo a nuestros lectores una visita al Duran, un lugar del que no se sale indiferente, un baño cultural y gastronómico singular, y al que se vuelve y se repite, seguro.
Mònica Soler en el Hotel Neri, Barcelona. Firma de libros.
¿Cómo escribe Mònica Soler Ranzani? ¿Decides el argumento, el desarrollo de la trama y el final de la novela antes de empezar a escribir?
No, soy bastante anárquica, suelo partir de una idea base con unos protagonistas, y finalmente los personajes adquieren tal fuerza que son ellos los que acaban tomando sus propias decisiones.
¿Qué lecturas recomendarías para fomentar entre las jóvenes generaciones el gusto por la lectura?
Los clásicos, empezando por el Don Quijote, y continuando con el Tirant lo Blanc. No hay mejores aventuras para nuestros adolescentes. La pena es que las nuevas generaciones leen poco, o más bien leen de otra manera, y otras cosas: blogs, webs etc.
Tus cinco novelas y autores preferidos son…
Me lo pones dificilísimo. A ver… mezclo autores clásicos con coetáneos:
Don Quijote. Miguel de Cervantes
Tirant lo Blanc. Joanot Martorell
Te deix amor la mar com a penyora. Carme Riera
Les veus del Pamano. Jaume Cabré
La catedral del mar. Ildefonso Falcones
Algunos consejos para empezar a escribir…
Ser un lector voraz.
Por último, háblanos de tus proyectos de futuro.
Habrá tercera novela, también de sustrato histórico, uno de los escenarios en el que se mueven los personajes vuelve a ser l’Empordà. Como te decía antes es muy difícil desprenderse de los escenarios que forman parte de ti y viven en tu memoria. Estamos hechos de los libros que hemos leído, y de los que no, de las experiencias que hemos vivido, de las personas que nos han acompañado, de los viajes que hemos realizado, de los que hemos soñado, de las personas que hemos amado, también de las calles que hemos pisado, y de los atardeceres que nos han acariciado. Todo ello convive con nosotros, incluso, cuando escribimos.
Desde Mucho Más Que Un Libro le deseamos muchos éxitos.