Entrevistamos a María Suré, autora de “Huérfanos de sombra”
María Suré nació en Santiago de la Puebla (Salamanca) en 1973. Estudió Ingeniería Informática en Valencia y trabaja como analista y desarrolladora de software. Apasionada de la lectura de todo tipo de géneros literarios desde niña, siempre soñó con dar vida a los personajes e historias que surgían de su fértil imaginación. Era cuestión de tiempo que decidiera escribir y hacer realidad sus sueños. Su primera novela, «El color del perdón«, se publicó en formato digital y papel en septiembre de 2015. En octubre de 2017 su segunda novela, «Proyecto B.E.L«, fue finalista en el XXI Premio de Novela Ciudad de Badajoz, publicándose ese mismo mes. En junio de 2022 «Lágrimas de polvo rojo» fue publicada por la editorial Maeva y en abril de 2023, la misma editorial publicó «Huérfanos de sombra«. Esta última novela sitúa la acción en Aldeanegra, un pueblo ficticio de la Sierra de Francia (Salamanca), que la autora conoce muy bien.
Novela o relato corto. ¿Qué prefieres? ¿Te iniciaste en la escritura con relatos o directamente con novela?
Las dos opciones me gustan, pero cada una tiene su momento. Un relato corto lo puedes escribir en cualquier lugar y en cualquier momento, la novela requiere mucha más planificación y dedicación. Son diferentes, pero cada uno tiene su gracia. Empecé de muy pequeña con relatos y cuentos, pero enseguida me atreví con historias más largas. Me atraía el profundizar más en una trama y hacerla más compleja y detallada. Hay que implicarse tanto y durante tanto tiempo al escribir una novela que los personajes pasan a formar parte de ti. El trabajo resultante también es más satisfactorio.
El color del perdón es tu primera novela publicada ¿Qué puedes contarnos de esta experiencia?
Fue algo que surgió con naturalidad. Había escrito mucho, pero siempre para mí. Un día me dije ¿por qué no escribir algo para que lo puedan leer los demás? Y me lancé de cabeza. El tema elegido fue atrevido —trata sobre la violencia de género—, pero era lo que me pedía el cuerpo en ese momento y no lo dudé. Esta novela la autopubliqué porque pensaba que era imposible llegar a una editorial cuando no te conoce nadie. Ahora sé que estaba equivocada, que sí se puede, pero no me arrepiento. No esperaba la acogida que tuvo en redes y en blogs literarios. El boca a boca pronto hizo que se fuera conociendo y el nombre de María Suré empezó a aparecer en el mundo literario. Fue un buen comienzo.
Tu segunda novela, Proyecto B.E.L. nos traslada a Londres (una gran ciudad) con una compleja trama que gira alrededor de uno de los proyectos más ambiciosos de la historia: el “Breakthrough Listen”. En esta ocasión ¿Cuál fue tu objetivo al escribir esta novela?
Escribo sobre lo que me apasiona o sobre lo que me cautiva en un momento determinado. ¿Quién no se ha preguntado alguna vez de dónde venimos, por qué estamos aquí o quién o qué nos creó? Ese era un tema que en algún momento quería explorar y creo que gustó mucho el enfoque que le di. No es una novela de ciencia ficción, ni mucho menos, pero abarca temas interesantes como los anteriores y teorías sobre la existencia del ser humano. ¿Qué pasaría si todo lo que creemos como cierto es falso y los libros de historia están equivocados? Quizá la humanidad no esté preparada para asimilar según qué verdades. Imagina además que alguien muy poderoso está dispuesto a matar para seguir ocultando esa verdad. Sobre esa premisa nació Proyecto BEL porque me pareció una buena trama para abordar todo ese tipo de cuestiones que siguen siendo un misterio.
Con Lágrimas de polvo rojo, tu tercera novela, el lector “aterrizará” en Valencia, la que consideras tu ciudad de adopción, y una investigación policial en la actualidad para detener a un asesino en serie nos llevará a la Valencia de los siglos XV y XVI. ¿Por qué elegiste Valencia? Novela histórica, novela negra, thriller ¿Cómo la calificarías?
Es una novela negra. Aunque en ella se habla de un antiguo manuscrito que existe en la realidad —el Hypnerotomachia Poliphili, repleto de jeroglíficos y mensajes ocultos— no se remonta a ninguna época de la historia para narrar lo que ocurre. Todo sucede en la Valencia actual. Llevo media vida viviendo en Valencia y es una ciudad que me encanta y que me ha acogido con los brazos abiertos en todos los aspectos de mi vida. Escribir sobre ella, además de que me apetecía mucho, ha sido mi humilde manera de agradecer todo lo que este lugar me ha dado. El lector podrá descubrir, de la mano de sus personajes, rincones ocultos llenos de misterio y relacionados con la época más oscura de esta ciudad.
Y Llegamos a Huérfanos de sombra, ambientada en Aldeanegra, un pueblo ficticio ubicado en plena naturaleza en la Sierra de Francia. ¿Conoces bien la zona? ¿Por qué elegiste este escenario para contar la historia?
Al igual que me ocurrió con Valencia, también sentía la necesidad de elegir Salamanca —la tierra donde nací y viví mi juventud— como otro de mis escenarios. Elegí el Parque Natural de la Sierra de Francia porque es un lugar que siempre me ha fascinado, de esos que te enamora nada más conocerlo y que además dota a la historia de ese aire de misterio que desprenden sus bosques que tan bien encaja en una novela de este tipo.
La novela arranca con la desaparición de Marcos, un niño de ocho años, cuando vuelve a su casa en Aldeanegra. ¿Crees que es frecuente la desaparición de menores en nuestro país?
Afortunadamente no es algo demasiado frecuente, pero fíjate qué casualidad que justo cuando estaba escribiendo esta historia en 2018, ocurrió el terrible caso de Gabriel Cruz, también en un entorno rural muy similar al de esta novela. Su desaparición tuvo en vela a media España y, de alguna manera, ese niño se convirtió en el protagonista de mi novela —aunque su vida y la de mi personaje fueran tan diferentes—. Cada vez que escribía sobre Marcos, era inevitable que la historia real de Gabriel se colara entre las líneas. Creo que la angustia y la sensación de impotencia que nos provocaba su desaparición acabó reflejándose en mi escritura. Marcos tiene algo de Gabriel.
Cristina Albino y Anselmo Picarzo, sargento y agente de la Guardia Civil respectivamente, se encargarán de la investigación. Son muy diferentes y no se encuentran muy a gusto el uno con el otro, pero no tienen otro remedio que trabajar juntos para intentar resolver el caso antes de que sea demasiado tarde para Marcos. ¿Te has inspirado en personas reales?
Todos los personajes se inspiran en alguien conocido o que simplemente te encuentras por la calle y te llama la atención. Me gusta observar todo lo que me rodea y nutrirme de lo que veo, las actitudes de la gente, su manera de hablar, de reaccionar… al final, y sin pretenderlo, todo ello acaba formando parte de lo que escribes y alimenta a tus personajes. En concreto ninguno de estos dos personajes se inspira en personas reales, pero ambos son un compendio de algunas de estas vivencias. Para mí es muy importante crear personajes que tengan profundidad, que lleguen al lector, y este es uno de los aspectos que más cuido a la hora de escribir.
Huérfanos de sombra cuenta con dos tramas temporales. Se trata de una novela coral con trasfondo histórico y con muchos personajes que, en muchos casos, arrastran un pasado traumático. Hablamos, por ejemplo, de Hannah, una anciana de origen checo que recaló en el pueblo muchos años atrás tras vivir el infierno de la Segunda Guerra Mundial ¿Fue arduo el proceso de documentación?
Al igual que pienso que la construcción de los personajes es muy importante, también lo es la documentación a la hora de escribir sobre cualquier tema. Porque incluso cuando pensamos que lo dominamos, siempre hay algo que aprender, y me gusta sentirme cómoda sabiendo de lo que hablo. En todas mis novelas le dedico mucho tiempo a la documentación, antes y durante la escritura, y creo que es algo que el lector nota y aprecia. Antes que escritora soy lectora y, como tal, me gustan las historias bien documentadas, que me hacen aprender cosas nuevas y que me sorprenden.
En Huérfanos de sombra, las relaciones familiares, especialmente entre padres e hijos tienen una gran importancia en la vida adulta de los personajes. ¿Qué figura parental te parece más importante cara al desarrollo de la personalidad de un hijo/a? ¿Todas las madres quieren a sus hijos?
No creo que la influencia en el desarrollo de la personalidad de un niño tenga que ver con ninguna de las dos figuras parentales en concreto. El amor no tiene sexo, raza ni color y da igual su procedencia. En ocasiones este apoyo emocional recae más en un progenitor que en otro, pero no siempre tiene que ser el mismo, incluso puede que ni siquiera provenga de ninguno de los dos. ¿Cuántos abuelos han ocupado el lugar que correspondía a los padres? Es cierto que las madres tenemos quizás el instinto protector más desarrollado, pero eso no quiere decir que todas las madres sean buenas madres. Solo hay que mirar las noticias de sucesos para darse cuenta de que también hay madres que no aman a sus hijos.
El fantasma de la culpa está muy presente en Huérfanos de sombra. ¿Qué puedes decirnos sobre este sentimiento tan devastador? ¿Vislumbras, a través de tus personajes, alguna posibilidad de redención para superar los errores del pasado?
La culpa es un sentimiento que se va haciendo cada vez más pesado a medida que pasa el tiempo, hasta el punto de que, a veces, esa carga resulta insoportable. Es algo de lo que no te puedes desprender, te acompaña allá donde vayas y se va enquistando. Cada uno la gestiona como puede, pero es algo que acaba dejando huella en todos los que la padecen. En muchas ocasiones llega a moldear incluso el carácter de la persona, como es el caso de Toribio en esta novela.
¿Cómo elegiste el título, Huérfanos de sombra? ¿Qué significado tiene?
El significado del título se desvela entre las páginas de la novela. Hay que leerla para entenderlo, y explicarlo aquí sería hacer un buen spoiler. Lo que sí puedo decir es que no es un título elegido al azar, tiene su sentido en la trama y el lector entiende muchas cosas cuando lo descubre. No me gusta elegir cualquier título para mis novelas. Es algo que trato de cuidar mucho porque me gusta que forme parte del puzle que hay que ir encajando junto al resto de piezas de la trama.
¿Decidiste la trama y el final de tu novela antes de empezar a escribir? ¿Cuál fue tu método?
Siempre comienzo con una idea ya fija sobre la trama. Sé cómo empieza y cuál va a ser el final y teniendo eso en cuenta hago una especie de esqueleto que me permita llevar un cierto orden. Por el camino suelo dejarme llevar por la imaginación y en la mayoría de las ocasiones acaban surgiendo subtramas que no esperaba. Algunas las utilizo y otras decido apartarlas, pero estas nuevas ideas suelen ser siempre enriquecedoras. Una de las cosas más importantes —tratándose sobre todo de novela negra, thriller o misterio como es mi caso— es que la trama tenga sentido. Hay que ir dejando pistas al lector de forma tan sutil que no se dé cuenta y que le sirvan después para ir hilando la historia y completar el puzle. Todo tiene que encajar de forma natural, sin que parezca forzado. Para ello hay que tener una visión global de todo lo que va a ocurrir.
¿Nos encontramos en el inicio de una serie? ¿Tendrá continuación Huérfanos de sombra con los dos guardias civiles protagonistas?
Cuando escribí esta novela no tenía en la cabeza que fuera a formar parte de una serie, pero eso me ocurrió también con Lágrimas de polvo rojo y después cambié de opinión debido a las numerosas peticiones de los lectores. La trama de Huérfanos de sombra queda cerrada y no está en mis planes inmediatos continuar con ella. Lo que sí me ha gustado hacer es que alguno de sus personajes haga un pequeño cameo en otras novelas, como es el caso de Picarzo, el guardia civil implicado en el caso que aparece además en Lágrimas de polvo rojo.
Por último, sobre tus proyectos de futuro, ¿Qué puedes contarnos?
La próxima primavera publico de nuevo con la editorial Maeva la segunda parte de Lágrimas de polvo rojo. Estoy muy emocionada y al mismo tiempo asustada porque sé que las expectativas están muy altas. Fueron tantos los lectores que me pidieron una continuación, que temo no estar a la altura. Es algo que no se puede evitar, todo escritor tiene dudas cuando va a salir una de sus novelas. Después de tantas horas perfilando esa historia, solo deseas que guste a los lectores y que disfruten con ella. En esta nueva entrega, también ambientada en Valencia, volveréis a encontraros con los principales personajes de la primera, aunque enfrentándose a un caso diferente y que, como el anterior, quedará cerrado. Y por supuesto, como no podía ser de otra manera, ya he empezado a escribir una nueva novela, aunque aún es muy pronto para hablar de ella.
Desde Mucho Más Que Un Libro te deseamos mucha suerte.