¡Espías en acción en la BCNegra 2024!
La Guerra Fría entre los dos grandes bloques liderados por Estados Unidos y la Unión Soviética tocó a su fin en 1991 tras la caída del Muro de Berlín en 1989, el progresivo hundimiento de las dictaduras comunistas en Europa del Este y el derrumbe de la Unión Soviética en 1991. El enfrentamiento entre las dos grandes superpotencias de la época fue fuente de inspiración para las novelas de espionaje, lideradas por autores de la talla de Graham Greene, John Le Carré e Ian Fleming, entre otros. Muchas de esas novelas fueron adaptadas para el cine con gran éxito.
Pero el fin de la Guerra Fría no supuso el final del espionaje ni de los espías. Hoy, las nuevas tecnologías han conseguido que nos sintamos más vigilados que nunca. Todos somos espiados y todos somos espías. Por eso, la decimonovena edición de la BCNegra, celebrada del 5 al 11 de febrero, decidió elegir el lema “Espías como nosotros / Espies com nosaltres” y, dedicar charlas, itinerarios y mesas redondas al apasionante tema del espionaje tradicional y actual realizado por espías reales y de ficción.
Destacamos la mesa redonda, “Pegasus”, sobre el caso real de espionaje político que supuso un escándalo mayúsculo e hizo saltar todas las alarmas en nuestro país. Participaron Roger Torrent, President del Parlament de Catalunya (2018-2021) y autor del libro Pegasus, L’Estat que ens espia, la periodista Gemma Saura y el comisario de los Mossos d’Esquadra, Miguel Ángel García Alvira, moderados por el editor Pere Sureda. Fue el miércoles 7 de febrero en la Biblioteca Jaume Fuster. Y, como itinerario, la ruta guiada “Espies de Barcelona” con participación de Rosser Messa, autora del libro homónimo “Espies de Barcelona”. Este apasionante paseo por una Barcelona que fue centro del espionaje internacional durante la Guerra Civil y las dos guerras mundiales, partió de la Biblioteca Poble Sec-Francesc Boix los días 7 y 8 de febrero, organizado por Biblioteques de Barcelona.
En cuanto al no menos apasionante tema de los espías de ficción, la Biblioteca Montbau-Albert Pérez Baró, especializada en novela negra y policíaca, fue el lugar elegido para impartir una apasionante charla sobre “Els espíes de les sèries”, a cargo de Guillem F, Marí, de Serielizados. Una introducción necesaria para comprender el éxito de las series de espías durante los últimos diez años nos lleva a recordar aquellas series iniciáticas de las primeras décadas de la televisión, como Super Agente 86 (1965), El agente de CIPOL (1964), Los Vengadores (1961), El Santo (1962) o Misión Imposible (1966), así como series británicas de los ochenta, como Los hombres de Smiley (1982) o Un espía perfecto (1987) y el recorrido de las series norteamericanas surgidas tras el atentado terrorista del 11-S de 2001, como 24 (2001-2010), Alias (2001-2006) o Homeland (2011-2020), que gozaron de gran aceptación entre el público televisivo.
Ningún espía real es un superhéroe al estilo de James Bond, el agente 007 creado por la pluma de Ian Fleming, y las series de más éxito durante la última década nos muestran la cara del espía más humano. Es el caso de The Americans (2013-2018), en la que los protagonistas son dos espías soviéticos (hombre y mujer) infiltrados en Estados Unidos y ocultos bajo la apariencia de un matrimonio convencional norteamericano con dos hijos. Por su parte, Oficina de infiltrados (2015-2020), “una de las mejores series francesas de la última década”, en opinión de Guillem F, Marí, cuenta la historia de un agente que regresa a París tras seis años infiltrado en Siria bajo una identidad falsa y su dificultad para relacionarse con su familia tras tantos años ausente e, incluso, para volver a ser uno mismo.
El infiltrado (2016) es una miniserie de seis episodios basada en la novela homónima de John Le Carré publicada en 1993. El protagonista, Jonathan Pine, gerente nocturno de un lujoso hotel y ex soldado británico, es reclutado para infiltrarse en el círculo íntimo de un traficante de armas internacional. Jack Ryan (2018-2022), otra serie de espionaje, sigue las aventuras de Jack Ryan, analista de la CIA en la primera temporada y subdirector en funciones en la cuarta y última. La serie está basada en las novelas de Tom Clancy (1947-2013), escritor estadounidense famoso por sus novelas de espionaje ambientadas en la Guerra Fría y épocas posteriores.
Killing Eve (2018-2022), se centra en dos personajes femeninos: una asesina y una investigadora. Eve Polastri es la oficial del MI5 que trata de detener a Villanelle, una psicópata asesina a sueldo. Ambas protagonizan una persecución a nivel internacional, en la que desarrollarán una auténtica obsesión la una con la otra. En Informer (2018) otra miniserie británica de seis episodios, un joven británico de origen paquistaní es forzado a convertirse en informador de un oficial de la Unidad Especial Antiterrorista. Esto le llevará a vivir situaciones peligrosas mientras trata de esconder a su familia su nuevo papel como informante de la policía.
La chica del tambor (2018) basada en una de las mejores novelas de John Le Carré, es otra miniserie de seis episodios muy recomendable. Ambientada en los años setenta, tras la masacre de Múnich, la serie nos presenta a Charlie, una joven actriz inglesa reclutada por el Mossad para infiltrarse en una organización terrorista responsable del asesinato de diversos líderes israelíes. La protagonista se convertirá, a su pesar, en agente doble, mientras lucha contra las mentiras y los planes de las dos partes en conflicto.
El espía (2019), serie francesa producida por Canal+ France, narra la vida de Eli Cohen, espía real del Mossad, infiltrado en el Ministerio de Defensa de Siria. La serie está ambientada en los años sesenta y setenta, después de la Guerra de los Seis Días. Se da la circunstancia de que el actor protagonista, Sacha Baron Cohen, es pariente lejano de Eli Cohen. La primera temporada de Andor (2022) sorprende por situar la acción en el universo del Star Wars de George Lucas. La serie sigue al personaje de Cassian Andor, desde su adhesión a la rebelión contra el Imperio. Andor empieza a realizar una serie de misiones de espionaje y contrabando encaminadas a desestabilizar el poder imperial.
Slow Horses (2022), una incorporación reciente al género del thriller de espionaje, está basada en las novelas del escritor británico Mick Herron. El protagonista es Jackson Lamb, un espía caído en desgracia interpretado magistralmente por Gary Oldman. Slow Horses o “caballos lentos” son los agentes rechazados del servicio MI5 por operaciones fallidas o causas diversas. Todos van a parar a la “Casa de la ciénaga” dirigida por Lamb, una especie de oficina administrativa donde solo se ejecutan trabajos insignificantes hasta que…
Llegamos, por último, a Mr & Mrs Smith (2024), serie de ocho episodios que convierte a dos desconocidos en marido y mujer para realizar juntos peligrosas misiones de espionaje. Aunque, en esta última serie, el género de espionaje, con sus innegables toques de humor, analiza las relaciones de pareja actuales, difíciles e inestables, tanto por el exceso de tiempo dedicado al trabajo, como por la “adicción” a las apps de citas y “relaciones virtuales”.
La Guerra Fría terminó en 1990, pero no así el género de espionaje. Nos lo demuestran las series y las diferentes mesas redondas en esta última edición de BCNegra. Además de la ya citada alrededor de Pegasus, destacaremos dos: Una pistola a la venda / A Gun for Sale (1936) y L’espia que tornava del fred, novela publicada por John le Carré en 1963.
Una pistola a la venda reunió a Fernando San Agustín (La trastienda de los Servicios de Inteligencia), Miguel Ángel González (Perder el equilibrio), Xavier Álvarez (El confident) y Jordi de Manuel (Caront), moderados por Ricard Ruiz Garzón. Fernando San Agustín, ex agente de Inteligencia, opina que “todos espiamos a todos” y añade que “el sexo es una herramienta para los Servicios de Inteligencia”, mientras que, para Miguel Á. González, el tema de la identidad es clave en su novela. Yo, por ejemplo, “me muestro como la persona que tengo delante quiere que sea”, confesó. “El confident”, segunda novela de Xavier Álvarez, nos cuenta una guerra por el control del narcotráfico en Barcelona. “Se trata de una novela coral donde todos mienten, incluidos los investigadores que intentan poner fin a la lucha entre los grupos criminales”. Por último, Caront, de Jordi de Manuel, mezcla de novela negra y ciencia ficción, busca entretener al lector a la vez que reflexiona sobre “si la identidad humana puede ser substituida por una máquina” En Caront, un grupo de seres humanos y unos cuantos centenares de robots con apariencia humana viajan en una nave especial rumbo a Caront, el satélite más grande de Plutón. Su objetivo: construir en Caront una estación interestelar.
La segunda mesa redonda, L’espia que tornava del fred, toma el título de una de las novelas más famosas de John Le Carré, autor añorado por los “adictos” a las novelas de espionaje y, el mismo, antiguo espía del MI6. Participaron: Pere Cardona (Osos, átomos y espías), Fernando Martínez Laínez (Espías del imperio), José Luis Caballero (El espía imperfecto) y Alejandra Suárez (Mi padre, un espía ruso), moderados por David Castillo. Todos los participantes forman parte del Club Le Carré, asociación literaria creada en 2019 que engloba a autores de novelas de espionaje y libros de no ficción dedicados a este tema.
¿Qué nos contaron? Para José Luis Caballero, “hay más realidad en las novelas de John Le Carré que en las memorias de Marcus Wolf.” Wolf, más conocido como “el espía sin rostro” fue jefe de los servicios secretos de la RDA en el extranjero entre 1953 y 1986. Pere Cardona opinó que “a los espías actuales no les hace falta pisar la calle. Les basta con espiar a través de las redes sociales”, mientras que Fernando Martínez Laínez apuntó que “en política internacional hay que creerse lo justo y hay que indagar, porque lo importante es lo que no se ve. Lástima que no hay un sustituto de John Le Carré para explicarnos la política internacional de hoy en día”. Alejandra Suárez, por su parte, nos contó la apasionante historia de su padre. “Fue un espía ruso, que cambió de bando y espió para la CIA al desengañarse del régimen comunista que regía los destinos del pueblo ruso”. Suárez no supo quién era su padre hasta la edad adulta. “Mi madre estuvo fichada por la KGB, porque pensaban que también trabajaba para la CIA. No quería revelarme nada sobre quién era mi padre para protegerme”. Tras investigar acerca de sus orígenes y su familia paterna, Suárez ha escrito “Mi padre, un espía ruso”, historia de no ficción basada en las memorias inéditas de su padre, “un espía que surgió del frío y que me recuerda a Le Carré por sus críticas a ambos lados”, concluyó.
El espionaje no desapareció con la Guerra Fría. Actualmente, todos somos espiados y todos somos espías. El género está más vivo que nunca y contribuye a proyectar un poco de luz sobre el mundo que nos toca vivir.