Cine

¡Juventud, divino tesoro… o, quizás, no tanto!

Hermosa juventud b

Deberían ser los mejores años de la vida, tiempo de ilusiones, esperanzas y proyectos… y así ha sido durante las últimas décadas, pero, aquí y ahora, todo ha cambiado. El paro juvenil en nuestro país ronda el 55% y buena parte de nuestra juventud ha borrado de su vocabulario la palabra futuro y se limita a luchar para sobrevivir. Es el caso de Natalia y Carlos (Ingrid García Jonsson y Carlos Rodríguez), una joven pareja de unos veinte años, protagonista de la película Hermosa juventud.

Dirigida por Jaime Rosales, [Enlace retirado]fue presentada en la Sección Un Certain Regard del pasado Festival de Cannes y llegó a nuestras pantallas a finales de mayo. La película cuenta la historia de Natalia y Carlos, dos jóvenes enamorados, una pareja corriente de un barrio madrileño. Y, como tantos otros jóvenes de su generación, sin esperanzas y sin futuro, ambos están abocados al paro y a la desilusión como consecuencia de la brutal crisis económica.

-¿Por qué levantarse si no tengo nada que hacer?- Pregunta Natalia en un momento del film. El vacío reina en las vidas de los protagonistas, trabajan cuando pueden en empleos precarios y pos sueldos-basura hasta que, para ganar algo de dinero, deciden rodar una película porno -600 euros, la hora-. Llega el embarazo, deciden tener el bebé y, poco después, se plantean irse… “a cualquier sitio, siempre será mejor que este, porque aquí no hay nada que hacer”.

¡Una lúcida reflexión sobre la crisis económica y sus efectos colaterales en una juventud huérfana de ilusiones y objetivos!

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