¡Los premios, protagonistas del Black Mountain Bossòst 2019!
Una semana inolvidable disfrutando de la literatura negra, el cine, la música, el teatro, la poesía y la gastronomía rodeados de naturaleza. Hablamos de la tercera edición de Black Mountain Bossòst, el Festival de gènere negre de la Val d’Aran que, en esta ocasión, amplió sus actividades culturales y de ocio a siete días completos, del 29 de abril al 5 de mayo. No faltó la tradicional excursión matutina el miércoles 1 de mayo bajo la imprescindible guía de Sara Díaz.
Dirigido por el prolífico escritor José Luís Muñoz, esta edición del festival dedicó un protagonismo especial a los premios. El jueves 2 de mayo, José María García Sánchez y José Ramón Gómez Cabezas, ganadores de los Premios de Novela La Orillla Negra 2018 con Tráfico y Ojos que no ven, respectivamente, nos presentaron sus novelas ya publicadas por Ediciones del Serbal. Ojos que no ven es la tercera novela de la saga protagonizada por el periodista Joaquín Córdoba. La serie se inició en 2009 con Réquiem por la bailarina de una caja de música y siguió con Orden de busca y captura para un ángel de la guarda (2012). “Las tres novelas están ambientadas en Ciudad Real, en los años 20 (la primera en 1925, la segunda en 1927 y la tercera en 1929). Es una época que me fascina, aunque no escribo novela histórica, y me voy encaminando a los años de la Guerra Civil. Me temo que, con este tema, escriba lo que escriba, acabaré recibiendo palos por todos lados”, confesó. Por su parte, José María García Sánchez, autor de Tráfico, explicó que “escribo sobre temas de rabiosa actualidad, que conozco, y por los que no necesito documentarme. En Tráfico quería presentar la sociedad dual de ricos y pobres. Los protagonistas son dos niños que viven en dos barrios muy diferentes: La Mina, uno de los barrios más deprimidos del Barcelonés, y Sant Gervasi (uno de los más ricos) y la novela está escrita con altas dosis de humor para que la historia de tráfico de órganos entre niños sea más digerible”.
El sábado 4 de mayo volvió a ser día de premios. En primer lugar, el Bingo Bossòst 66 fue el lugar elegido para desvelar la novela ganadora del 1er Premio de Novela Black Mountain Bossòst 2019. Correspondió el galardón a Dinero fácil, del periodista y escritor Xavier B. Fernández. “Se trata de una novela de entretenimiento ambientada en España, en la época inmediatamente anterior a la gran crisis económica. Cuenta la historia del último atraco que prepara un ex delincuente para conseguir dinero fácil. En realidad, es una metáfora de lo que nos llevó al desastre”, explicó el autor. Y, para finalizar, el broche de oro de los premios correspondió al prolífico escritor y maestro indiscutible de la novela negra, Andreu Martín, galardonado con el Premio Black Mountain Bossòst a la trayectoria dentro de la novela negra. José Luís Muñoz ensalzó la extensa obra de Martín, que ha cultivado diversos géneros, entre cómic, novela, literatura juvenil, guiones cinematográficos, teatro… y ha cosechado numerosos premios, entre los que se cuenta el Dashiell Hammett en tres ocasiones y el Pepe Carvalho en la BCNegra 2011. Andreu Martín agradeció la distinción y nos recordó algunas frases memorables del escritor británico G.K. Chesterton (1874-1936) como que “una novela sin muertos es una novela sin vida” y que “para matar a un personaje, primero le tienes que dar vida”. ¡Frases muy apropiadas para un festival de novela negra!
El sábado 4 de mayo, Los Thompsonianos, mesa redonda dedicada a la obra del gran escritor norteamericano, reunió a Jerónimo García Tomás, Alberto Pasamontes, Paco Gómez Escribano y Andreu Martín, moderados por José María García Sánchez. Tras un repaso a la vida de Jim Thompson “su padre fue un sheriff corrupto y jugador compulsivo, de su abuelo heredó su afición a la bebida y a la literatura y a los diecinueve años enfermó de gravedad debido a su alcoholismo y al estrés de una vida complejísima”, según explicó Jerónimo García Tomas, pasamos al escritor que plasma en sus novelas “aspectos más o menos autobiográficos, que escribe en primera persona poniéndose en la piel del delincuente, que no tiene personaje fijo y que cambia de ambiente continuamente en cada una de sus novelas”. Y, otro aspecto importante, “toma de la realidad hechos concretos y los convierte en paradigmas en la ficción. Como siempre, la ficción supera a la realidad”, opinó Andreu Martín.
Sangre Latina, una de las más interesantes mesas redondas del festival, nos trajo a cuatro escritores del otro lado del Atlántico. De Argentina, Guillermo Orsi (Fantasmas del desierto) y Gustavo E. Abrevaya (El criadero); de Colombia, Sergio Álvarez (35 muertos) y de Panamá, Osvaldo Reyes (El efecto Maquiavelo). Moderados por José María García (Tráfico), todos coincidieron en que los contrastes son más virulentos en América Latina que en Europa. “La marginalidad social es lo que provoca la delincuencia, pero los robos se cometen con enorme violencia que no justifica el botín y eso es por el convencimiento de que «mi vida no vale nada”, explicó Guillermo Orsi, “Nos encontramos con un empobrecimiento progresivo de la población frente al enriquecimiento delirante de unos pocos”, añadió Gustavo E. Abrevaya. En Argentina, “el principal grupo delictivo es la policía y aunque se ha intentado reformar desde el poder, la estructura mafiosa sobrevive porque está muy arraigada”, denunció Orsi, autor también de la novela negra Nadie ama a un policía, Premio Internacional Ciudad de Carmona. Sin embargo, en Colombia, patria del narcotraficante Pablo Escobar, no existe directamente la novela negra, sino la literatura de no ficción, pues “se trata de un país muy frenético, donde la policía es el brazo sucio del poder y se utiliza para eliminar a quien incomoda. La realidad es más fascinante que la novela negra”, aseguró Sergio Álvarez. Y, en cuanto a Panamá, Osvaldo Reyes apuntó que “la literatura negra centroamericana ha reemplazado progresivamente la temática de qué ocurre con los guerrilleros que se desmovilizan al llegar la paz por temas más globales, como la corrupción y los asesinos en serie”. Osvaldo Reyes, ginecólogo de profesión, ha publicado recientemente El efecto Maquiavelo, una novela negra que cuenta la historia de un reconocido obstetra, asesino en serie de embarazadas que disfraza sus crímenes como muertes naturales. Sangre Latina tuvo su continuación esa misma noche del 2 de mayo en la Hostería Catalana, hablando de Mentes criminales con Gustavo E. Abrevaya, Guillermo Orsi y Osvaldo Reyes, moderados en esta ocasión por Mari Carmen Sinti, autora de Sudor frío. “La pulsión de muerte, de hacer daño, la tenemos todos y hay que tenerla controlada, no como el doctor Ricardo Barreda, odontólogo argentino que en 1992 asesinó a su esposa, su suegra y sus dos hijas”, explicaron. Curiosamente, Barreda tuvo su propio club de fans, y esto es real. ¡Alucinante!
ETA, punto final y ¿Modélica transición? fueron los últimos e interesantes debates de Black Mountain Bossòst el domingo 5 de mayo. En el primero participaron José Javier Abasolo, José Luís Muñoz, Alberto Pasamontes y Victor Claudín, moderados por Fernando Martínez Laínez. José Luís Muñoz reveló que a lo largo de su trayectoria literaria ha escrito una tetralogía sobre el terrorismo de ETA: La caraqueña del Maní (2007), protagonizada por un ex etarra que vive retirado en Caracas; Tu corazón, Idoia (2014), que refiere la preparación de un atentado espectacular en la Ciudad Condal; Cazadores en la nieve (2016), ambientado en un pequeño pueblo del Valle de Arán, y El bosque sin límites (2019) que sitúa la acción en Euskadi en los años del plomo y relata “el dolor que causó el fenómeno terrorista a la sociedad vasca”. El debate resaltó que “ETA empezó a actuar durante el franquismo como grupo de resistencia y empezó a perder la cabeza cuando empezaron los atentados indiscriminados con víctimas civiles”. Todos los participantes coincidieron en considerar que sí estamos en el punto final de ETA y que ya no hay marcha atrás, “aunque todavía queda mucho por escribir”.
Y en cuanto a La Transición… ¿fue tan modélica como nos cuenta la versión oficial? ¿se podría haber hecho de otra manera? Mariano Sánchez Soler opinó que había que cambiar algo para que todo continuara igual y que el supuesto consenso fue una manera de imponer límites al debate nacional, y “desde el PSOE se decidió no pedir responsabilidades por los cuarenta años de dictadura para favorecer la reconciliación”. Sin embargo, los números son escalofriantes: los siete años que abarca la llamada Transición (de 1975 a 1982) se saldaron con 591 muertos y más de 2.000 heridos. Lo que se consiguió, aunque fuera una democracia con deficiencias, fue fruto de las grandes movilizaciones (movimiento obrero, vecinal, estudiantil, magisterial, feminista, cultural, etc). “Se avanzó en muchas cosas política y socialmente y se democratizó la vida cotidiana, pero todavía quedan muchas cosas por hacer”, opinó Rosa Cañadell. Y, entre ellas, recuperar la Memoria Histórica en Educación “pues los jóvenes de hoy no saben lo que fue la República, la Guerra Civil y el Franquismo y hay que explicarlo todo”.
No podemos olvidar las divertidas y sorprendentes peripecias de algunos Espías: de la Segunda Guerra Mundial a la Guerra Fría que nos contaron Pere Cardona, José Luis Caballero, Fernando Martínez Laínez y Ramon Valls y las interesantes conferencias sobre Las cloacas del Estado, La desmemoria y Los Franco que impartieron Juan Madrid, Alfons Cervera y Mariano Sánchez Soler respectivamente ante un público deseoso de saber más sobre estos temas de rabiosa actualidad. Juan Madrid nos advirtió que “los Estados modernos engañan, existe un control diferente al que efectúan los Gobiernos y hay un poder oculto que no es el que conocemos”. Por su parte, Alfons Cervera reivindicó la memoria histórica frente a la desmemoria. “¿Por qué el olvido tiene que ser un arma de reconciliación y el relato no? No hay más consenso que el que acaba en la admisión de la verdad”, reivindicó, al tiempo que recomendaba “Las bicicletas son para el verano”, una estupenda película sobre los estragos de la Guerra Civil. Al final, en un Madrid destrozado por la guerra, Agustín González (el padre) le comenta a Gabino Diego (su hijo adolescente): “No ha llegado la paz, ha llegado la victoria” “La lucha de memorias es lo que está pasando ahora mismo y tenemos la necesidad de entendernos en las diferencias”, concluyó. Y sobre la familia Franco, ¿qué se puede decir? “Se enriquecieron a consecuencia de una dictadura asesina, miembros de la familia se encontraban en Consejos de Administración de Bancos y empresas importantes. El Pardo, donde vivían los Franco, era un centro de poder y la gente que rodeaba a la familia también se enriqueció gracias a la impunidad”. Esto y muchas otras cosas sobre esta “modélica” familia nos explicó Mariano Sánchez Soler, autor de Los Franco, S.A, un libro de lectura imprescindible.
Pero Black Mountain Bossòst 2019 no ha sido solo un festival de debates y conferencias. También brilló durante la noche con música tradicional aranesa, jazz, teatro (lectura dramatizada de un texto de R.L. Stevenson el martes 30 de abril) y lectura del cuento El corazón delator, de Edgar Allan Poe, por Andreu Martín, el viernes 3 de mayo, sin olvidar la cena informal, obsequio de la organización para todos los asistentes en la Hostería Catalana, previo a la noche poética que amenizó la última velada del festival.
En resumen, una semana espléndida en el Valle de Arán con maridaje de cultura y ocio de calidad en un entorno paisajístico extraordinario. Black Mountain Bossòst se consolida como el festival de novela negra de los Pirineos. ¡Muchas felicidades!