¡Mujer, novela negra y Collbató Negre!
Trece mujeres escritoras nos demuestran en trece relatos negros que “si es preciso matar, matamos”… literariamente, claro. Ayer, 30 de marzo, un lluvioso día de domingo, tres de las autoras de la antología Elles també maten –Anna Maria Villalonga, Susana Hernández y Carme Torras– nos contaron cómo en un tiempo record este libro escrito a veintiséis manos se convirtió en realidad. Fue en las I Jornades de Gènere Negre i Policial Collbató Negre.
El pasado verano, Anna Maria Villalonga, cuyo blog de novela negra, A l’ombra del crim, ya ha cumplido cuatro años, y Marc Moreno, escritor y editor de Llibres del Delicte, gestaron el proyecto de un libro de relatos criminales escrito exclusivamente por autoras que escriben –o pueden escribir- en catalán. El objetivo: demostrar que “el negro” escrito por mujeres catalanas goza de muy buena salud. El plazo de entrega fue tan breve como debía ser el relato en sí: octubre de 2013.
La respuesta fue entusiasta y Elles també maten, coordinado por Anna Maria Villalonga, salió a la venta el pasado diciembre y ya va por su segunda edición. Fueron las “damas negras” en esta antología: Margarida Aritzeta, Teresa Solana, Carme Torras, Maria Carme Roca, Núria Cadenes, Esperança Camps, Empar Fernández, Susana Vallejo, Susana Hernández, Marta Banús, Laura Díaz-Roig, Mònica Batet y la propia Anna Maria Villalonga.
La afición de Anna Maria Villalonga por la novela negra y policiaca data de su más tierna infancia. En junio de 2013, publicó Les veus del crim, una serie de interesantes entrevistas a doce escritores catalanes de novela negra. Con Elles també maten, Villalonga resalta el espíritu de colaboración entre las trece autoras, que ha desembocado en el éxito del proyecto. De vegades l’atzar es el título de su relato.
Una aritmia silenciada, que puede leerse hacia adelante y hacía atrás, es el original relato de Carme Torras, profesora e investigadora del CSIC especializada en Robótica y escritora, en Elles també maten. Como lectora, descubrió la ciencia ficción antes que la novela negra de la mano de autores como Aldous Huxley (Un mundo feliz), H. G. Wells (La guerra de los mundos y La máquina del tiempo) y otros, que especulaban sobre el futuro. Torras empezó a escribir relatos y poesía a los diecisiete años, pero fue en 2003 cuando ganó el Premi Primera Columna con Pedres de toc, una primera novela no negra, ni de ciencia ficción. Seguiría La mutació sentimental que obtuvo el Premi Manuel de Pedrolo de ciencia-ficció 2007 y Miracles perversos (2011), XX Premi Ferran Canyameres de novel·la de intriga i misteri.
A Susana Hernández siempre le apasionó la novela negra y policíaca, investigar enigmas y descubrir al asesino. A los doce o trece años leía a Agatha Christie, Georges Simenon y Arthur Conan Doyle y compartía con ellos las investigaciones de sus respectivos detectives. Tras ellos seguirían Dashiell Hammet, Raymond Chandler y muchos otros. Empezó a escribir de muy pequeña y en 2007 publicó su primera novela negra, La puta que leía a Jack Kerouac. En 2010 inició la serie de las subinspectoras Santana y Vázquez, protagonistas de sus dos últimas novelas: Curvas peligrosas, considerada una de las tres mejores novelas negras publicadas en 2010 y Contra las cuerdas, finalista a la mejor novela en el festival Valencia Negra 2013. En Elles també maten es autora de L’home del mirall, un relato en el que el asesino… es un hombre… ¡y hasta ahí podemos desvelar!