¡Breaking Bad reina en los Emmy!
Se cumplieron los pronósticos y Breaking Bad se despidió a lo grande en la 66 edición de los premios Emmy. La gala, celebrada ayer en el teatro Nokia de Los Ángeles, premió la serie creada por Vince Gilligan con cinco galardones. Revalidó el de mejor serie dramática –ya conseguido en 2013- y se alzó con los premios al mejor actor protagonista (Bryan Cranston), mejor actor secundario (Aaron Paul), mejor actriz secundaria (Anna Gun) y mejor guión por Ozymandias, el antepenúltimo capítulo de la serie.
True Detective fue la gran derrotada, con solo una estatuilla por la dirección del capítulo titulado “Who goes there”. Fargo, basada en la película dirigida en 1996 por los hermanos Joel y Ethan Coen, se hizo con el premio a la mejor miniserie y Sherlock con los de mejor actor de miniserie (Benedict Cumberbatch), mejor actor secundario (Martín Freeman) y mejor guión (Steven Moffat).
Los premios Emmy despiden, así, con todos los honores a Breaking Bad, considerada ya una de las mejores series dramáticas de la historia de la televisión. Creada por el guionista, director y productor Vince Gilligan, Breaking Bad nos cuenta la historia de Walter White (Bryan Cranston), un profesor de química de instituto, amante de su familia y con problemas económicos, al que diagnostican un cáncer de pulmón inoperable. Desesperado, Walt descubre que no tiene dinero para costearse el tratamiento que necesita su enfermedad y asegurar el futuro de su familia. Así, el profesor de química decidirá introducirse en el mundo de la droga junto a su exalumno Jesse Pinkman (Aaron Paul). Walt fabricará y venderá metanfetamina de “altísima calidad” y se transformará paulatinamente en Heisenberg, un implacable y sanguinario narcotraficante. Nada quedará del profesor de química frustrado que siente que ha desaprovechado su potencial.
¡Muchas felicidades!