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¡”El crimen a escena”, en Pamplona Negra 2022!

«El crimen a escena» y los copy cat killers.

Pamplona Negra cerró su octava edición el sábado 22 de enero tras conseguir llevar a cabo todas las actividades programadas a lo largo de las seis jornadas de duración del festival. Mesas redondas, charlas, clubs de lectura, cine negro, talleres de novela negra y criminología y la emblemática sección “El crimen a escena” atrajeron a los numerosos “adictos” al género, ávidos de actos culturales tras dos años de pandemia y restricciones. No nos olvidamos de la ruta teatralizada que escenificó de forma magistral “Crímenes de ficción. Del papel al escenario” y de la deliciosa comida en el Hotel Tres Reyes basada en las recetas del entrañable comisario Salvo Montalbano.

Durante los dos primeros días del festival, “El crimen a escena”, siempre interesante, nos presentó “Pequeños pueblos no tan tranquilos” de la mano de la Policía Foral de Navarra, y “CSI: Infografía de la escena de un crimen” a cargo del servicio de criminalística de la Guardia Civil (SECRIM). Actualmente, las técnicas científicas aplicadas a la escena del crimen son imprescindibles para abordar la investigación de un hecho criminal. “Una imagen siempre vale más que mil palabras, pero la formación abarca un mínimo de dos años dada la complejidad de la materia”, explicaron los especialistas de la Guardia Civil.

Paz Velasco de la Fuente en el Palacio de Congresos de Navarra, Baluarte, nos habló de los criminales y sus imitadores.

El miércoles, 19 de enero, la criminóloga Paz Velasco, autora de los libros de divulgación Criminal Mente y Homo Criminalis, volvió a Pamplona Negra para hablarnos de los “Copy Cat killers o imitadores de asesinos”. Una serie de características define a un Copy Cat killer: 1) Debe transcurrir un lapso de tiempo entre los crímenes del asesino original y los del imitador. Es el caso, por ejemplo, de Heriberto Seda, que asesinó a varias personas en Nueva York entre 1990 y 1993 imitando el modus operandi de Zodiac (1968-1970), el asesino que nunca fue descubierto; 2) Intencionalidad de imitar a un asesino en serie real o de ficción; 3) Imitación de varios elementos del crimen original y 4) Deseo de notoriedad mediática. No obstante, los émulos no podrán imitar la motivación primigenia, ni determinadas conductas, ni tampoco “la firma” del asesino original, pues esta es personal, solo la saben los investigadores criminales y no aparece en los medios. Para ilustrar su brillante exposición, Paz Velasco nos contó el escalofriante caso de Raquel e Iria, dos adolescentes de 16 años, admiradoras de José Rabadán, el “asesino de la catana”, que en mayo del 2000 asesinaron a cuchilladas a su amiga Klara García, también de 16 años, para saber “qué se siente al matar”.  Otro ejemplo inquietante nos lo proporciona Rabia (1977), la primera novela de Stephen King publicada bajo el seudónimo de Richard Bachman. La trama gira en torno a un estudiante de Secundaria que inicia un tiroteo en su instituto. La novela tuvo nueve imitadores adolescentes y acabó siendo retirada por su autor.

El forense informático Bruno Pérez Juncá y el caso de Helena Jubany.

No menos interesante resultó “El crimen a escena” del jueves 20 a cargo del forense informático, Bruno Pérez Juncá, que nos explicó las pistas que pueden extraerse de la “autopsia” de un ordenador para el esclarecimiento de un crimen, tomando como ejemplo el caso de Helena Jubany, encontrada muerta el 2 de diciembre de 2001 a los 27 años. Aunque en un principio se barajó la posibilidad de un suicidio, la alta cantidad de “Noctamid” (un medicamento inductor del sueño) encontrada en la autopsia descartó esa hipótesis. Helena fue arrojada al vacío desde un piso superior, ¿Quién o quiénes fueron sus asesinos? ¿Por qué la mataron? Familiares y amigos próximos de la víctima declararon que, durante sus últimos días de vida, el chat que mantenía con alguien desconocido, la estaba poniendo muy nerviosa. En 2001 ya existía Internet, pero el caso se archivó por falta de pruebas hasta mayo de 2021, que se volvió a reabrir. El motivo: el hermano de la víctima había clonado el disco duro original de lo que contenía el ordenador en el momento de la muerte de Helena y con la tecnología de 2021 un forense informático podía descubrir mucha información (incluyendo los chats que mantenía con la persona que respondía al alias de “omicron”) y ponerla al servicio de la investigación. Esperemos que con esta “autopsia” del disco duro se descubra lo que verdaderamente ocurrió, porque “a los muertos les debemos la verdad”, concluyó Pérez Juncá.

Detectar el engaño en las expresiones faciales es posible.

Para despedir “El crimen a escena” nada mejor que abordar “El lenguaje corporal y la ciencia de la mentira” el viernes 21 de la mano de José Luis Martín Ovejero. Mucho aprendimos sobre la verdad y la mentira durante la charla del autor de Miénteme… si te atreves. Por ejemplo, que, “aunque al concepto de mentira se le da la interpretación de algo malo, puede no serlo porque la mayoría de mentiras son “piadosas” para que fluyan y no se rompan las relaciones”. También que la verdad no teme a las preguntas, pero la mentira sí, porque no te puedes contradecir. “El que miente siempre dice lo mismo, no hay rectificaciones espontáneas en lo que cuenta y estas (las rectificaciones espontaneas de la historia) son indicativo de verdad”, afirmó el conferenciante. Por último, aprendimos que muchas de nuestras emociones quedan reflejadas en nuestro lenguaje facial: “la alegría sincera se ve en los ojos, no en la boca; la tristeza queda reflejada en las cejas, que suben para arriba, mientras que la ira las curva hacia abajo, cuando sientes asco, arrugas la nariz y la reacción al miedo suele ser la tensión en los músculos faciales”.

El crimen a escena” una de las actividades “estrella” de Pamplona Negra no defraudó tampoco en 2022 ¡Enhorabuena!

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2 comentarios sobre “¡”El crimen a escena”, en Pamplona Negra 2022!”

  1. Laura

    ¡Qué buena crónica, Rosa! Fue un gusto compartir un rato contigo.

    1. Redacción

      Muchas gracias, Laura. Un placer!

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