¡El Premio de las Letras para la novela negra!
Podríamos afirmar que en 2014 el 34º Premio Príncipe de Asturias de las Letras ha recaído en tres escritores: John Banville, Benjamín Black, creador de la serie del forense Quirke, y… el otro Black, que ha revivido a Philip Marlowe, el detective de Raymond Chandler, en La rubia de ojos negros.
Sin embargo, hablamos del mismo autor aunque sus registros literarios sean muy diferentes. John Banville, nacido en Irlanda en 1945, escribe sus obras como un artista del lenguaje y para él “la frase es el mayor invento de la civilización”. Autor de obras inolvidables como El libro de las pruebas (1989), Eclipse (2000), El mar, galardonada con el Premio Booker 2005, o Antigua Luz (2012), en 2006 decidió adentrarse en la novela negra y policíaca con El secreto de Christine, bajo el seudónimo de Benjamín Black.
Para Banville, su alter ego Benjamín Black no es un artista, sino un artesano de las letras y sus novelas son artesanía pura. Y el verano pertenece a éste mientras el artista (Banville) repone fuerzas para el otoño. El secreto de Christine (2006) fue la primera entrega de una serie ambientada en el Dublín de los años cincuenta y protagonizada por Quirke, un médico forense curioso, solitario y bebedor que mantiene una extraña relación con su hija. A este título siguieron El otro nombre de Laura, En busca de April, Muerte en verano y Venganza.
“Escribir es como respirar. Lo hago por necesidad”, afirma este genio literario. Y ello le ha llevado a aceptar nuevos retos, como el de atreverse a resucitar a Philip Marlowe, un detective nacido la pluma de Raymond Chandler en 1939 con El sueño eterno. En febrero de 2014 vio la luz La rubia de ojos negros, obra de Benjamín Black y protagonizada –otra vez- por Philip Marlowe, el mismo detective que, desde los tiempos de su creador, encarna “la lucha de todos los hombres esencialmente honrados por ganarse la vida con decencia en una sociedad corrupta”.
¡Muchas felicidades!