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Entrevista a Pascal Buniet y Karlota Rocha, autores de “La chica que escribía cartas”

Pascal Buniet y Karlota Rocha, coautores de «La chica que escribía cartas«

Pascal Buniet nació en Saint Pol sur Mer (Dunkerque), norte de Francia. Es licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de Lille. Tras vivir dos años en Irlanda, en 1979 se trasladó a Tenerife, donde reside desde entonces. En 2009, publicó su primera novela, Lágrimas en el mar.  Siguieron La verdadera historia de Gloria T (2014) y Sombras en la meta (2018), ambas ambientadas en Tenerife. Con La muerte sabía a chocolate (2020) ganó el IX Premio Wilkie Collins de Novela Negra. Junto a Karlota Rocha (La Laguna, Tenerife, 2004), que aporta algunas de las cartas que escribió siendo una estudiante de 13-14 años, ha publicado La chica que escribía cartas (2022) una novela policíaca que, según sus propias palabras, “interesará muy especialmente a adolescentes y padres de adolescentes”. Karlota Rocha estudió en el IES La Laboral de La Laguna. Actualmente, cursa su primer año de universidad y participa en el taller literario de Tegueste. La chica que escribía cartas es su primera publicación.

Paisaje Tenerife. En la foto: drago milenario.

Naciste en Saint Pol sur Mer (Francia) y viviste dos años en Irlanda ¿Cómo llegaste a instalarte en Tenerife?

Casualidades de la vida. De Irlanda vine a Tenerife de visita, me gustó, por ello llevo ya 42 años en la isla. He vivido más años aquí que en Francia. Cuando empecé à escribir lo hice naturalmente en español

Publicaste tu primera novela, Lágrimas en el mar, en 2009. Cuéntanos como fue iniciarte en la aventura de convertirte en escritor

Fue un intento, un atrevimiento quizás entonces. No pertenezco a esa categoría de autores que desde la cuna han sentido el impulso, las ganas o necesidad imperiosa de escribir. Soy un lector que un día ha pensado que tenía también historias que contar y ha tenido la audacia de pensar que lo podría hacer tan bien como otros. Así que empecé con Lágrimas en el mar, fue publicado y seguí. Ya van cinco novelas publicadas en España, dos de las cuales he traducido en mi idioma natal y publicado en Francia.

Tras publicar varias novelas policíacas y ganar el IX Premio Wilkie Collins con La muerte sabía a chocolate (2020) llega La chica que escribía cartas (2022) ¿Cómo se gestó esta última novela? ¿Conocías a Karlota Rocha?

Hace unos años tuve la oportunidad de leer unos textos escritos por Karlota Rocha que tenía entonces 13/14 años. Eran cartas en las cuales expresaba sus miedos de adolescente al llegar al instituto. Me sorprendieron porque eran pensamientos muy maduros para su edad. Me acordé de ellas mucho mas tarde cuando me vino la idea de esta novela. Aproveché esas cartas para crear la personalidad de Lucía, la protagonista. Con el acuerdo de Karlota, claro.

Yo conocía a Karlota, sabía que era una gran lectora aficionada a la escritura. La he seguido desde que nació. Ella aparece aquí como coautora por la calidad de sus textos, no porque es mi nieta.

La chica que escribía cartas arranca con la desaparición de una adolescente. Lucía, de 15 años, alumna de un instituto de La Laguna (Tenerife). ¿Te has inspirado en casos reales?

No en ningún caso especifico. Para crear el personaje de Lucia me he inspirado en parte en las cartas de Karlota, Lucia podría ser cualquier alumna un poco empollona que sufre la incomprensión de los que pasan de los estudios. Muchos adolescentes se reencontrarán en Lucía que vive como ellos, en un mundo que se sitúa entre el instituto, los padres y las redes sociales.

La Laguna, Tenerife.

Lucia es una gran lectora y también escribe cartas dirigidas a nadie en particular. En estos escritos plasma sus dudas y descubre su vulnerabilidad ante el mundo que está empezando a descubrir. ¿Por qué incluir esas cartas en diferentes pasajes de la novela?

La trama empieza con la misteriosa desaparición de Lucía que no regresa a casa después de clase. Mientras el lector sigue la investigación de la inspectora Elena del Rio, se encuentra con las cartas de Lucia en capítulos intercalados. Al principio no parecen tener relación con la desaparición, pero poco a poco uno va entendiendo el por qué de esas extrañas cartas que revelan quien es la desparecida y porque no ha regresado a casa.

La chica que escribía cartas no solo plantea al lector el enigma de la desaparición de Lucía, sino muchos otros temas, entre los que destaca la importancia e influencia de las redes sociales y de los Youtubers e Influencers entre los adolescentes de hoy.  ¿Es muy diferente el mundo actual de tus años de adolescente?

Hoy en día, no se puede tratar un tema relacionado con la adolescencia sin mencionar a las redes sociales. Pertenecen a la realidad cotidiana de los jóvenes. Tratar de sacarlos de ahí seria sacarlos de su contexto.

El cambio tecnológico con mi época es abismal. A pesar de ello, noto que el fondo sigue siendo igual. El pasó a la adolescencia, en muchos casos de la escuela al instituto, conlleva el mismo trauma que he podido conocer. Después de años cumpliendo los principios que inculcan los padres, los jóvenes descubren que existen otras formas de ver la vida  y  que su padre o su madre pueden también equivocarse. Las dudas, el miedo al futuro, la inseguridad…me parecen similares, con o sin un teléfono móvil en el bolsillo, con red o sin red.

La novela también incide en la soledad del que es percibido como diferente y sufre las burlas y el acoso de sus iguales. En el colegio y el instituto a este fenómeno lo llamamos bullying. ¿Qué opinión te merece esta lacra? ¿Qué podemos hacer para ayudar a combatirla?

Bullying es una palabra moderna para denunciar un fenómeno que no es moderno, sino antiguo. Afortunadamente ahora tiene un nombre y todos sabemos de qué hablamos cuando hablamos de bullying. Se puede detectar y denunciar con más facilidad. De ahí la importancia de la información en cuando a lo que es y lo que son sus consecuencias. En ese sentido las redes sociales tienen un papel positivo porque consiguen hacer circular ese tipo de información.

En la novela encontraremos relaciones de pareja inusuales (fuera de los cánones comúnmente aceptados por la sociedad) que reivindican una forma diferente de encauzar eso que llamamos compromiso y amor entre dos personas que se quieren, a la vez que rechazan la hipocresía social. Algo que no deja de sorprender a la inspectora Elena del Río. ¿Cómo pueden afectar las relaciones entre los padres al desarrollo de la personalidad de un hijo adolescente? ¿Algún consejo para padres e hijos?

Paisaje Tenerife.

En efecto, la pareja formada por los padres de Lucia es especial. Viven separados para preservar su amor. El roce diario no es siempre bueno para que perdure ese sentimiento. El padre es un artista bohemio que vive para su música rechazando la fama. Una persona fantástica, pero que no madura, mientras que su hija sí lo hace. Los padres no están siempre a la altura de sus hijos.

No me atrevería a dar ningún consejo ni a padres ni a hijos. Bastante tengo con tratar de estar yo a la altura de mis hijos, je, je.

“Nuestro sistema penal es muy garantista y es mejor un culpable en la calle que un inocente en la cárcel” opina uno de los personajes de La chica que escribía cartas. No obstante, la justicia comete errores como el que llevó a la cárcel a Dolores Vázquez por el asesinato de Rocio Wanninkhof hasta que un nuevo crimen cometido por el verdadero asesino demostró su inocencia. ¿Puede hacer mucho daño una denuncia falsa?

Una falsa denuncia puede ser devastadora en la medida en que la duda se instala. Surgen frases como “Cuando el rio suena agua lleva”. Es un camino resbaladizo para quien la sufre, en el cual es difícil mantenerse de pie. Deja huellas, incluso después de demostrarse la inocencia. Lo podemos ver en esta novela.

¿Decidiste la trama y el final de La chica que escribía cartas antes de empezar a escribir? Cuéntanos cuál fue tu método.

El punto de partida fue la desaparición de una adolescente alumna de un instituto y las cartas de Karlota. De ahí he desarrollado los demás personajes, introduciendo la investigadora Elena del Rio que ya aparece en otra de mis novelas, “Sombras en la meta”. En cuanto al  final no lo tenía completamente definido cuando empecé. Lo he estado ajustando a medida que desarrollaba la trama para que el suspense se mantenga hasta el final.

¿Tendrá continuación La chica que escribía cartas? Háblanos de tus próximos proyectos.

No me había planteado una segunda parte. ¿Pero quién sabe? En ese momento estoy traduciendo al francés mi anterior novela “La muerte sabía a chocolate””. Espero que guste en Francia como ha gustado en España.

Preguntas para Karlota Rocha:

Pascal Buniet crea el personaje de Lucía en La Chica que escribía cartas basándose en cartas que escribiste cuando tenías 13/14 años. ¿Cuándo y por qué empezaste a escribir esas cartas? ¿Se trataba de una especie de diario o de plasmar en papel tus sentimientos y preocupaciones de adolescente?

Empecé a escribir estas cartas al poco tiempo de empezar en el instituto. Ese fue un cambio grande para mí, y necesitaba “soltar” de alguna forma u otra todo lo que estaba sintiendo en ese momento. Además, por aquel entonces tenía un profesor maravilloso de lengua y literatura que me animó a escribir. Así pues, comencé a escribir las cartas. Como decía al principio se trataba de una manera de expresar cómo me sentía y poco a poco sentí que eso se estaba convirtiendo en algo más.

Cita alguna lectura que haya influido en tu evolución personal.

Llevo leyendo toda mi vida, y creo que hay distintas lecturas que me han influenciado en distintas épocas. Por ejemplo, la que más me influenció en mi preadolescencia fue la saga de Harry Potter, mientras que más adelante fueron Las Ventajas de Ser un Marginado y El retrato de Dorian Gray.

Las tres primeras entregas de la serie Harry Potter, de J.K. Rowling.

¿Qué te pareció la idea de incluir tus cartas en la trama de una novela policíaca?

La verdad es que me pareció algo muy interesante, porque normalmente cuando uno lee una novela policíaca esta suele girar en torno al detective y al criminal. Sin embargo, las cartas hacen que conozcas a la víctima, Lucía, lo que hace que empatices más con ella.

La chica que escribía cartas ¿va dirigida al público joven o a los lectores adultos, especialmente a los padres de adolescentes? ¿Qué opinas?

Creo que es una novela que cualquiera podría leer. Creo que el género le puede gustar a todo el mundo, y el tema me parece apropiado tanto para padres como para hijos, ya que los hijos pueden sentirse identificados con Lucía, mientras que los padres pueden entender mejor a sus hijos.

¿Qué dirías de tu primera experiencia como autora? ¿Te ves a ti misma dedicándote profesionalmente a la escritura?

La escritura ha sido un sueño para mi desde niña, siempre he admirado a distintos autores, ya sean autores como William Shakespeare o autores modernos como JK Rowling. Siento que este ha sido mi primer contacto como autora, y no puedo esperar a dedicarme a esto de forma profesional.

¿Te parecen adecuadas las lecturas obligatorias en los institutos de Educación Secundaria para fomentar el gusto por la lectura entre los jóvenes alumnos?

Creo que el enfoque que se le da a las lecturas obligatorias no es el adecuado. Se piensa en lo que el profesor considera que es bueno, o lo que se considera buena literatura, por lo que la literatura juvenil no se suele aceptar, y cuando se acepta se trata de novelas con tramas que no son realmente interesantes para los alumnos. Creo que se debería dejar que cada uno eligiera un libro de su interés, sea el que sea, para enseñar que leer es divertido y que no sea visto como un castigo o algo malo. He visto en muchas ocasiones cómo mis compañeros no leen lo que el profesor manda porque no les parece interesante, así que terminan buscando resúmenes en internet o preguntando de qué trata la novela para poder responder en el examen y al menos sacar “un cinco pelado”. Si se le da la opción al alumno de leer algo que ha elegido va a tener más ganas de hacerlo.

Recomiéndanos cinco novelas en esta época tan supeditada a la opinión de Youtubers e Influencers.

Indigno de ser humano, de Osamu Dazai, Las ventajas de ser un marginado, de Stephen Chbosky, Desayuno en Júpiter, de Andrea Tomé, El retrato de Dorian Gra,y de Oscar Wilde y Una habitación propia, de Virgina Woolf.

Por último, nos gustaría que nos avanzaras cuáles son tus próximos proyectos.

Por ahora no puedo avanzar mucho porque no hay nada seguro… Sin embargo, sí que puedo decir que me encuentro muy motivada para escribir y publicar un trabajo propio en cuanto tenga la oportunidad.

Tanto a ti como a Pascal Buniet os deseamos mucha suerte.

 

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