¡Highsmith ha vuelto!
Patricia Highsmith vuelve de la mano de las bibliotecas de Barcelona que han reanudado los actos literarios presenciales con todas las medidas de seguridad establecidas por nuestras autoridades sanitarias. Durante marzo y abril, los “adictos” al crimen literario podrán disfrutar del ciclo temático “Patricia Highsmith, l’angoixa feta literatura” y descubrir facetas inéditas de una autora cuya desazón interior convirtió en una gran escritora de género negro. Ciclo coordinado por el escritor y editor Sebastià Bennasar, con actividades y charlas muy interesantes que os animamos a descubrir.
El pasado lunes 15 de marzo, en la biblioteca Sagrada Familia-Josep M. Ainaud de Lasarte, Mucho Más Que Un Libro asistió a la charla impartida por Sebastià Bennasar sobre “Els inicis de la Highsmith. Cultura, poder i literatura a l’Amèrica dels anys 40 i 50”. Nacida en 1921, nuestra autora estudiaba literatura inglesa, teatro y cuento, en el Barnard College, una universidad femenina, cuando los Estados Unidos entraron en la Segunda Guerra Mundial. “A partir de ese momento se desencadenó el racismo de la población blanca contra los estadounidenses de origen asiático, no tan conocido como el racismo contra los afroamericanos”, explicó Bennasar.
Tras su graduación en el Barnard College en 1942, Patricia Highsmith trabajó en la industria del cómic hasta 1948, con un modesto sueldo de 55 dólares semanales. Como guionista de cómics adquirió gran experiencia para su posterior etapa como autora independiente. Todavía no se había convertido en una gran dama del crimen literario y en los años cuarenta eran otros autores, como Ernest Hemingway (1899-1961) (El viejo y el mar), Scott Fitzgerald (1896-1940) (El gran Gatsby), William Faulkner (1897-1962) (El ruido y la furia) y John Steinbeck (1902-1968), autor de Las uvas de la ira (1939), los que predominaban en el panorama literario. Las uvas de la ira, galardonada con el Premio Pulitzer en 1940, mostraba el drama vivido en el campo tras la Gran Depresión y varios años de sequía.
Durante los años cuarenta y principios de los cincuenta, otros autores empezaron a destacar en Estados Unidos. Citaremos en primer lugar a dos escritoras: Carson McCullers (1917-1967) y Flanery O’Connor (1925-1964). Reflejos en un ojo dorado / Reflexos en un ull daurat (1941), la segunda novela de McCullers, escandalizó a la sociedad norteamericana y su “american way of live” al abordar un tema tabú: la homosexualidad entre militares en la década de los treinta. Por su parte, Flannery O’Connor escribió dos novelas y 32 relatos en el contexto de la literatura sureña estadounidense.
En un país complejo, con graves contradicciones internas y que finalizó la contienda mundial convertido en la mayor potencia del planeta, diversos escritores contemporáneos de Patricia Highsmith publicaron obras que se convirtieron en clásicos de la literatura moderna. Es el caso de J.D. Salinger (1919-2010), Norman Mailer (1923-2007) y Truman Capote (1924-1984). Salinger escribió El guardian entre el centeno / El guardià del camp de sègol (1951), que obtuvo un éxito inmediato. Norman Mailer publicó en 1948 Los desnudos y los muertos / Els nus i els morts, considerada una de las mejores novelas sobre la Segunda Guerra Mundial y Truman Capote, gran amigo de Patricia Highsmith, es el celebrado autor de A sangre fría / In Cold Blood (1966), una de las primeras novelas de no ficción, en la que estuvo trabajando seis años.
Patricia Highsmith publicó su primera novela, Extraños en un tren / Estranys en un tren en 1950, al inicio de la tristemente famosa “caza de brujas” promovida por el senador republicano Joseph Raymond Mc Carthy, que duró hasta 1956. “Esta persecución ideológica afectó a muchos intelectuales, escritores, guionistas, directores y actores de cine, sospechosos de tener simpatías comunistas, entre ellos a Dashiell Hammett, autor de Cosecha roja y El halcón maltés”, explicó Sebastià Bennasar. La reacción social a estos años oscuros la encarnó la llamada Generación beat, encabezada por un grupo de escritores (Allen Ginsberg, Jack Kerouac y William Burroughs) que rompió moldes e influenció el posterior movimiento hippie.
Extraños en un tren, la primera y una de las mejores novelas de Patricia Highsmith, plantea un dilema moral. Dos desconocidos se encuentran en un tren. Cada uno de ellos tiene un enemigo: Guy, una esposa que le niega el divorcio; Bruno, su padre, al que odia. Bruno propondrá a Guy un trato diabólico: el matará a la esposa de Guy y este al padre de Bruno. “Con los muertos intercambiados, nadie podrá inculparlos. Es el crimen perfecto”, apuntó Sebastià Bennasar. Carol, la segunda novela de la autora, fue publicada en 1951 con el título El precio de la sal, y bajo el pseudónimo de Claire Morgan por su temática lésbica, muy escandalosa para una sociedad tan puritana como la estadounidense de los años cincuenta. Carol narra el amor entre dos mujeres, y contrariamente a la mayor parte de novelas de Highsmith no termina mal.
“Patricia Highsmith, l’angoixa feta literatura” es un homenaje a una escritora clave en la literatura, que ha inspirado a no pocos autores/as contemporáneos. ¡Un ciclo literario que no os podéis perder!