¡Los LGTBI en el género negro!
Parece que hace mil años que el personaje del detective rudo, bebedor, mujeriego y desengañado de todo dominaba como protagonista indiscutible el género negro (cine y literatura). Quién iba a imaginar que ese estereotipo masculino y machista hasta la exasperación sería sustituido por la mujer que dejaría atrás papeles de femme fatal, víctima o esposa sumisa y por los LGTBI (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales) que protagonizan cada vez en mayor número y variedad historias de la novela y el cine negro.
Fue en la Biblioteca La Bòbila, especializada en género negro y policial, donde Javier García Rodríguez, autor del ensayo El celuloide rosa, y Nacho Zubizarreta, de la novela Nada es cierto, nos hablaron de la creciente evolución del género negro en su incorporación de personajes LGTBI. Javier García diferenció el cine con protagonista homosexual producido antes de los disturbios de Stonewall (1969) en el barrio neoyorquino de Greenwich Village, del producido a partir de entonces, que ha desembocado en una etapa de progresiva normalización.
Los LGTBI contribuyen a denunciar la homofobia presente en la sociedad a través del género negro. Ya antes de que en 1968 surgieran las primeras coordinadoras en lucha por los derechos civiles de gays y lesbianas, se filmaron películas con uno o más protagonistas homosexuales. Hablamos, por ejemplo, de La corde (La soga, 1948), de Alfred Hitchcock, “en la que dos amigos homosexuales matan a un tercero por diversión, y de Compulsión (1959) basada en la novela homónima de Meyer Levin, que narra la historia de dos amigos-amantes que, para demostrar su superioridad intelectual deciden cometer un crimen perfecto”, explicó Javier García.
Victim (1961) es un thriller británico en el que por primera vez se utiliza el término “homosexualidad” y el film gira en torno a una trama de chantajes a personajes gays. Otras películas remarcables de esa época con personajes ambiguos o directamente homosexuales fueron El detective (1968) con Frank Sinatra en el papel de un detective que investiga el asesinato de un joven homosexual, hijo de un importante político; Plein soleil (1960) basada en la novela The talented Mr. Ripley (1955), de Patricia Highsmith, con Alain Delon en el papel de Tom Ripley, un personaje amoral, sexualmente ambiguo y eventual asesino. Y también citaríamos The heart in exile, novela del británico Rodney Garland, publicada en 1953 y considerada la primera novela protagonizada por un detective gay, entre otras narraciones y películas.
Las revueltas de Stonewall de 1969 dieron inicio a una lucha abierta contra la homofobia y a la reivindicación del “Orgullo Gay”. Ya nada volvió a ser igual. En cuanto a películas post-Stonewall destacamos Cruising (1980), con Al Pacino en el papel de un policía que se infiltra en el ambiente gay de New York para atrapar a un asesino en serie; Querelle (1982), considerada un icono del cine gay y última película del director alemán Rainer Werner Fassbinder, que gira en torno a Georges Querelle, un atractivo marinero homosexual que es a la vez un ladrón y un asesino; The Ritz (1976), una disparatada comedia homosexual dirigida por Richard Lester; La muerte de Mikel (1983) de Imanol Uribe, con Imanol Arias como protagonista, y La ley del deseo (1987) uno de los primeros films de Pedro Almodóvar, que cuenta la historia de Pablo (Eusebio Poncela), un director de cine homosexual que tiene una hermana transexual (Carmen Maura).
En cuanto a las novelas protagonizadas por personajes LGTBI citaremos Sendero sombrío (1995), de Dominique Manotti, que inaugura una trilogía protagonizada por el comisario Daquin, homosexual y jugador de rugby, y Delitos a largo plazo (2009), de Jake Arnott, que introduce al lector en el submundo homosexual del Londres de los años 60. Y como obras más recientes publicadas por autores de nuestro país, encontramos: Curvas peligrosas (2010), Contra las cuerdas (2012) y Cuentas pendientes (2015), serie de novelas policíacas de Susana Hernández, protagonizadas por las subinspectoras Rebeca Santana y Miriam Vázquez; El santo al cielo (2016), de Carlos Ortega Vilas, un thriller de ritmo incesante en el que, “aunque el protagonista es gay, no hay ninguna escena de sexo”, y Nada es cierto, primera novela publicada de Nacho Zubizarreta.
Nada es cierto nos presenta a Lucas Rozman un detective privado, ex policía, que investiga el robo de un antiguo y valioso collar propiedad de una poderosa familia catalana del cava. “El protagonista es gay por coherencia, porque hay que escribir sobre lo que conoces y, por eso, quería crear un personaje fuera de los estereotipos”, explicó el autor, que al escribir la novela pensó también en apoyar de alguna forma el tema de la “normalización”. “El protagonista también vive con su madre, igual que yo, una madre muy dinámica que le ayudará a resolver el caso, y mi novela –que es el inicio de una serie- también trata de ciertos prejuicios que existen dentro del mundo homosexual”.
El debate sobre los personajes LGTBI ha llegado por fin a la Universidad y en el reciente Congreso de Novela y Cine Negro celebrado en la Universidad de Salamanca, Alicia Romero López, de la Universidad Complutense de Madrid, presentó una ponencia sobre “Transexualidad y novela negra en la obra El final del hombre, de Antonio Mercero”. “Se trata de una obra muy importante en nuestro país porque actualmente la sociedad todavía trata la transexualidad como una enfermedad”, opinó Romero. Efectivamente, los prejuicios están muy presentes en El final del hombre, con un protagonista transexual, Carlos Luna, policía de la Brigada de Homicidios que cambia de sexo y se convierte en Sofía Luna. El / la protagonista se enfrentará en solitario al machismo de una sociedad que no entiende la problemática de las personas que cambian de sexo, especialmente si es un hombre el que decide transformarse en mujer. Sofía ha tenido un hijo siendo hombre, “tiene miedo de que la deje de hablar y así ocurre. No quiere verla vestida de mujer”.
Transfixions (1998), de la francesa Brigitte Aubert, es una de las primeras novelas con trama transexual junto a Tropique du pervers (2000), de Virginie Brac, que nos presenta a la doctora Véra Cabral. Coming out can be murder (2012), de Renee James, gira en torno a Bobbi Logan, una mujer transgénero que investiga el asesinato de una amiga suya, también trans, espoleada por el desinterés de la policía de Chicago. Y El extraño del ayer (2015), novela de Cristina Higueras, es una de las primeras que aborda el tema de la transexualidad en nuestro país.
Los personajes LGTBI en el género negro han llegado para quedarse y para profundizar en unas problemáticas sociales que claman por su libre aceptación. ¡Descúbrelos!