¡Un enemigo silencioso y traicionero!
Se encuentran extendidas a nivel mundial y solo en Barcelona se contabilizan de 25 a 30 sectas que buscan convertir en acólitos a personas frágiles o que están pasando por un mal momento y necesitan apoyo. De todo esto y mucho más nos alerta Olga Mínguez Pastor en su ópera prima La absurda existencia de Dalila Conde, ganadora del VII Premio Wilkie Collins.
La absurda existencia de Dalila Conde nos cuenta una historia de abusos sexuales, sectas, esclavitud y violencia contra las mujeres. Dalila Conde es encontrada muerta de una estocada en la nuca, con sus labios sellados por una perfecta cruz griega de color rojo. Años atrás, huyendo de una vida de maltrato, se sintió atraída y valorada por la mano que le tendían los miembros de una organización aparentemente inofensiva. El crimen parece enmarcarse dentro de una macabra investigación que lleva veinte años abierta: la de las “niñas de la cruz”, adolescentes que han sido secuestradas y asesinadas años más tarde, al tiempo que una nueva muchacha desaparece para sustituir a la anterior. El inspector Leonardo Vélez, un policía brillante, pero atormentado por una operación policial fallida, con dos de sus hombres asesinados, y por los constantes desprecios de su padre debido a su homosexualidad, es el encargado de la investigación. Una investigación que transcurre contrarreloj para intentar salvar a la “cuarta niña de la cruz”, que continúa secuestrada.
Ningún país se libra de la devastadora influencia de las sectas, que ofrecen a sus víctimas la protección y el apoyo del grupo. “Poco a poco, los nuevos seguidores depositan su confianza en la secta y no ven más allá, se alejan de familiares y amigos y se vuelven cada vez más vulnerables”, explica Olga Mínguez Pastor. Aunque el peligro de las sectas no es la única cuestión que la autora aborda en La absurda existencia de Dalila Conde, pues también denuncia la violencia de género contra la mujer y los ataques que sufre el colectivo LGTBI.
Así, en cuanto a la homosexualidad del protagonista masculino, Olga Mínguez “pretendía contribuir a normalizar la presencia de personajes LGTBI en la novela negra para denunciar la homofobia presente en nuestra sociedad”. Y sobre la violencia contra la mujer por parte de su pareja o ex pareja, la autora nos cuenta que “quería reflejar el problema desde el principio, cómo empieza, cómo se va desarrollando y cómo termina, así que muestro todos los pasos de esta lacra social, empezando por el intento de implantar el control psicológico hasta el final”.
Olga Mínguez Pastor nació en Elche en 1979, es licenciada en Historia por la Universidad de Alicante y compagina su trabajo como profesora de secundaria con la narrativa y la dramaturgia teatral. Fuera del teatro, también ha participado en varias antologías de relato. En 2016, su obra Victoria viene a cenar fue galardonada con el XI Premio de dramaturgia El Espectáculo Teatral. En enero de 2018, su primera novela, La absurda existencia de Dalila Conde, resultó ganadora del VII Premio Wilkie Collins de Novela Negra.
La absurda existencia de Dalila Conde nos previene contra el peligro de un enemigo silencioso y traicionero. ¡No os la podéis perder!